Varios de los principales fabricantes de automóviles están estudiando si sensores incorporados al reposacabezas pueden detectar si el conductor está demasiado dormido como para conducir con seguridad, basándose en el patrón de actividad eléctrica del cerebro. Los fabricantes están probando un sistema que dispara una alarma cuando los sensores detectan patrones asociados con la somnolencia.

Muchos fabricantes de coches ya están evaluando otros métodos para  detectar la somnolencia en los conductores, como parte de una campaña más grande para introducir tecnologías de seguridad más sofisticadas en sus vehículos. El cansancio causa más de 100.000 accidentes y 40.000 lesiones y unas 1.550 muertes al año en Estados Unidos (EE.UU.), según la Agencia Nacional de Seguridad en Carretera. Algunos estudios sugieren que la somnolencia tiene un papel importante en un 20 a un 25 por ciento de todos los accidentes en los tramos de carretera monótonos.

El hardware para medir la actividad del cerebro proviene de NeuroSky, una empresa con sede en San José, (en California, EE.UU.), que fabrica cascos electroencefalográficos (EEG) básicos y chips para distintas aplicaciones com juegos de ordenador, películas interactivas, entrenamiento para deportistas e investigación de mercados. Si bien los cascos sensores EEG actuales deben tocar el cuero cabelludo o la piel para detectar las débiles señales eléctricas del cerebro, NeuroSky afirma que sus últimos sensores pueden funcionar a través de tela, como la capa externa del reposacabezas de un coche. Algunos cascos EEG que se están fabricando, como el Zeo , ya se están usando para estudiar patrones de sueño.

“Sabemos que podemos distinguir entre las ondas cerebrales de alguien que está completamente despierto y alerta, y alguien que está medio dormido y corre el riesgo de dormirse al volante”, explica Tanzy Brook, portavoz de NeuroSky. “Tenemos que hacer más pruebas. Sin embargo, estamos lo suficientemente adelantados para poder decir que esto es completamente viable”, añade.

Brook cuenta que NeuroSky ha mantenido conversaciones con tres grandes fabricantes de automóviles que habían expresado su interés por adoptar el sistema de detección de cansancio y les han proporcionado reposacabezas para hacer pruebas.

Además de los nuevos sensores que no precisan de contacto, los investigadores de la empresa han desarrollado un nuevo software para filtrar las interferencias. Brook no quiso dar los nombres de los fabricantes involucrados en la investigación, sin embargo representantes de General Motors se han reunido hace poco con NeuroSky.

Aunque existen varias tecnologías para combatir el problema de la somnolencia al volante, solo son soluciones parciales. Algunos coches de alta gama de Ford, Volvo y Volkswagen incluyen sistemas que identifican la conducción errática mediante cámaras dirigidas al frente para observar la posición del vehículo respecto a las señales pintadas en la carretera.

Volvo admite que su sistema, que se pone en marcha cuando el vehículo alcanza los 60 kilómetros por hora, no funciona en carreteras con las señales borrosas y que la nieve y la niebla pueden impedir que funcione.

Algunos aparatos complementarios usan cámaras para detectar párpados que se cierran o síntomas de distracción en los conductores y una serie de sistemas parecidos se están investigando ahora mismo. Los aparatos complementarios han tenido resultados mixtos, ya que los algoritmos de detección no funcionaban para todos los usuarios en determinadas condiciones de luz.

“Las tecnologías existentes resuelven el problema hasta cierto punto, pero no del todo, porque cuando los conductores se cansan muestran distintos comportamientos”,  explica Daniel Levin, director de proyecto en Drive Alert Control, un sistema incluido en varios modelos de coche a la venta en Europa desde finales de 2007 y en EE.UU. desde 2008.

“El EEG produce una señal mínima; sin embargo, la electrónica avanza y a los investigadores cada vez se les da mejor resolver la filtración de interferencias, así que en algún momento debería poderse utilizar”, afirma Louise Reyner, del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough (Reino Unido). “Lo que queda por ver es si NeuroSky ya está en ese punto o no”, sentencia Reyner.