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Biotecnología

El científico condenado por usar CRISPR con embriones confía en que la sociedad acepte esta práctica

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He Jiankui, que estuvo en prisión durante tres años por crear los primeros bebés editados genéticamente del mundo, habló con MIT Technology Review sobre sus nuevos planes de investigación.

  • por Zeyi Yang | traducido por
  • 02 Agosto, 2024

Esta historia apareció por primera vez en China Report, el boletín informativo de MIT Technology Review sobre tecnología en China. Regístrate para recibirlo (en inglés) en tu bandeja de entrada todos los martes.

Allá por 2018, fue mi compañero Antonio Regalado, editor sénior de biomedicina, quien destapó la noticia de que un científico chino llamado He Jiankui había utilizado CRISPR para editar los genes de embriones humanos vivos, dando lugar a los primeros bebés editados genéticamente del mundo. La noticia convirtió a He (o JK, como prefiere que le llamen) en una figura controvertida en todo el mundo, y apenas un año después fue condenado a tres años de prisión por el gobierno chino, que le consideró culpable de prácticas médicas ilegales.

El pasado jueves, JK, que salió de la cárcel en 2022, se sentó con Antonio Regalado y Mat Honan, nuestro redactor jefe, para mantener una conversación retransmitida en directo sobre el experimento, su situación actual y sus planes de futuro.

Si estás suscrito a MIT Technology Review, puedes ver una grabación de la conversación o leer la transcripción aquí. Pero si no lo estás, te resumo algunos de los aspectos más destacados de lo que compartió JK.

Su vida ha sido agitada desde que salió de la cárcel. JK intentó vivir en Hong Kong, pero fue rechazado por el gobierno de la ciudad; declaró públicamente que crearía un laboratorio sin ánimo de lucro en Pekín, pero eso aún no ha sucedido; fue contratado para dirigir una institución de investigación en medicina genética en la Universidad Tecnológica de Wuchang, una universidad privada de Wuhan, pero parece que le han vuelto a dejar marchar. Ahora, según publica Stat News, se ha trasladado a Hainan, la provincia insular más meridional de China, y ha abierto allí un laboratorio.

Durante la conversación conMIT Technology Review, JK confirmó que actualmente se encuentra en Hainan y trabaja en el uso de la tecnología de edición genética para curar enfermedades genéticas como la distrofia muscular de Duchenne (DMD).

Actualmente se financia con donaciones privadas de empresas chinas y estadounidenses, aunque se negó a nombrarlas. Algunas incluso le han ofrecido pagarle para que viaje a países con normativas laxas para continuar su trabajo anterior, pero él las rechazó. Preferiría volver al mundo académico para investigar, explicó JK, pero aún puede llevar a cabo investigaciones científicas en una empresa privada.

Por ahora, planea experimentar solo con ratones, monos y embriones humanos no viables, según detalló.

Su experimento en 2018 inspiró a China aprobar regulaciones que prohíben explícitamente la edición de genes para usos reproductivos. Hoy, implantar un embrión editado en un humano es un delito sujeto a hasta siete años de prisión. JK dijo en repetidas ocasiones que todo su trabajo actual "cumplirá con todas las leyes, regulaciones y ética internacional", pero eludió responder a la pregunta sobre cómo cree que debería ser la regulación en torno a la edición de genes.

Sin embargo, tiene esperanzas de que la sociedad cambie de opinión algún día y acepte la edición genética de embriones como una forma de tratamiento médico. "Como humanos, siempre somos conservadores. Siempre nos preocupan las cosas nuevas, y a la gente le lleva tiempo aceptar las nuevas tecnologías", señaló. En su opinión, esta falta de aceptación social es el mayor obstáculo para el uso de CRISPR en la edición de embriones.

Además de la DMD, otra enfermedad para la que JK trabaja actualmente en tratamientos de edición genética es el alzhéimer. Y hay una razón personal: "Decidí hacerlo porque mi madre tiene alzhéimer. Así que yo también voy a tener alzhéimer, y puede que mi hija y mi nieta. Así que quiero hacer algo para cambiarlo", dijo JK. Afirmó que su interés por la edición genética de embriones nunca fue intentar cambiar la evolución humana, sino cambiar la vida de su familia y de los pacientes que han acudido a él en busca de ayuda.

Su idea para el tratamiento del alzhéimer consiste en modificar una letra de la secuencia del ADN humano para simular una mutación natural encontrada en algunos islandeses y escandinavos, que según investigaciones anteriores podría estar relacionada con una menor probabilidad de contraer la enfermedad. JK afirma que sólo se tardaría unos dos años en terminar la investigación básica de este tratamiento, pero que no se iniciarán ensayos en humanos con la normativa actual.

Compara estos tratamientos de edición genética con vacunas que todo el mundo podrá obtener fácilmente en el futuro. "Yo diría que, dentro de 50 años, como en 2074, la edición genética de embriones será tan común como la fecundación in vitro de bebés para prevenir todas las enfermedades genéticas que conocemos hoy en día. Así que los bebés que nazcan en ese momento estarán libres de enfermedades genéticas", sostuvo.

A pesar de todo lo que ha pasado, JK parece bastante optimista sobre el futuro de la edición genética de embriones. "Creo que la sociedad acabará aceptando que la edición genética de embriones es algo bueno porque mejora la salud humana. Así que estoy esperando a que la sociedad lo acepte", concluyó.

 

Biotecnología

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