Fallos en el sistema del complemento podrían estar en la raíz de algunos casos de covid persistente, según sugiere una nueva investigación.
Para muchas personas, el covid es una enfermedad que entra y sale de sus vidas a medida que los casos aumentan y disminuyen. Pero para decenas de millones de personas, un caso de covid es el comienzo de una enfermedad crónica y a veces debilitante que persiste durante meses o incluso años. ¿Qué diferencia a los individuos con covid persistente de los que se infectan y se recuperan? Según un nuevo estudio, una parte del sistema inmunitario que a menudo se pasa por alto es inusualmente activa en estas personas.
Un equipo de investigadores de Suiza comparó los niveles de proteínas en muestras de sangre tomadas a pacientes que nunca habían tenido covid, a otros que se habían recuperado de él y a otros que habían desarrollado covid persistente. "Queríamos saber qué impulsa el covid persistente y qué lo mantiene activo", afirma Onur Boyman, inmunólogo de la Universidad de Zúrich y autor del estudio.
Los científicos descubrieron que las personas con covid persistente presentan cambios en un conjunto de proteínas implicadas en el sistema del complemento, que ayuda al sistema inmunitario a destruir microbios y eliminar restos celulares. Los resultados se hacen eco de lo que ha descubierto al menos otro grupo.
Ninguna de las investigaciones existentes demuestra que estos cambios sean la causa de la enfermedad. Pero ofrecen una nueva vía de exploración terapéutica al ayudar a los médicos a elegir a las personas más adecuadas para probar determinados fármacos. "En realidad, no existe ninguna terapia eficaz", afirma Aran Singanayagam, especialista en medicina respiratoria, que estudia las infecciones pulmonares en el Imperial College de Londres. "Así que estamos bastante desesperados, y es un gran problema".
Los investigadores empezaron analizando los niveles de más de 6.500 proteínas en la sangre de 113 personas que habían dado positivo en la prueba del SARS-CoV-2 y 39 personas que nunca se habían infectado. Seis meses después, tomaron nuevas muestras de sangre. Para entonces, 73 personas infectadas se habían recuperado y 40 habían desarrollado covid persistente. Muchas de las proteínas con niveles elevados en personas con covid persistente también lo estaban en personas que se habían recuperado de covid grave. Pero los marcadores exclusivos de los grupos con covid persistente apuntaban a una activación anormal del sistema del complemento.
¿Qué es el sistema del complemento? Buena pregunta. "Los no inmunólogos nunca oímos hablar de él", dice Boyman. Pero desempeña un papel vital en la defensa del organismo contra los microorganismos. El sistema del complemento está compuesto por más de 30 proteínas producidas por el hígado que viajan por el torrente sanguíneo y actúan como sistema de vigilancia inmunitaria. La activación del sistema del complemento pone en marcha una cascada de reacciones que recluta células inmunitarias en el lugar de la infección, señala a los patógenos para su destrucción o incluso destruye los microbios agujereándolos. Como su nombre indica, el sistema complementa la actividad de los anticuerpos. Pero cuando no funciona correctamente, puede provocar una inflamación generalizada y dañar las células y los vasos sanguíneos.
Cuando los resultados apuntaron a una activación anormal del sistema del complemento como rasgo distintivo del covid persistente, "de repente dijimos: 'Oh, esto tiene mucho sentido'", afirma Boyman. "El sistema del complemento es tan central que no solo se comunica con el sistema inmunitario, sino también con el sistema de coagulación de la sangre: con las células endoteliales, con las plaquetas, con los glóbulos rojos; y llega a todos los órganos". Eso podría explicar por qué algunos investigadores han encontrado coágulos diminutos en personas con la enfermedad.
No está claro por qué puede fallar el sistema del complemento tras una infección por covid. "En mi opinión, cuando se produce una activación del complemento de este tipo, sugiere que existe una infección en curso", afirma Timothy Henrich, inmunólogo de la Universidad de California en San Francisco. Ese virus residual podría mantener activo el sistema del complemento. O es posible que el daño tisular persistente mantenga activado el sistema. O tal vez se trate de algo totalmente distinto. "El problema fundamental que tenemos ahora mismo con la investigación del covid persistente es que tenemos muchas asociaciones, pero no tenemos muchas causas demostradas", afirma Henrich.
Este no es el único artículo que señala la desregulación del complemento como una característica del covid persistente. En octubre, el inmunólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff Paul Morgan y sus colegas publicaron una investigación (aún no revisada por pares) en la que también se observaban niveles anormales de proteínas del complemento en personas con covid persistente. Su grupo no pudo realizar un seguimiento de los pacientes a lo largo del tiempo, desde el covid agudo hasta el desarrollo del covid persistente. Ambos grupos identificaron un conjunto de marcadores que parecen predecir el desarrollo de covid persistente, aunque no son los mismos. Singanayagam se muestra escéptico ante la posibilidad de que alguno de estos marcadores pueda ofrecer un diagnóstico definitivo.
Pero si el sistema del complemento es el culpable de algunos de los síntomas del covid persistente, podría haber una solución. Las empresas ya disponen de fármacos para bloquear la activación del sistema. Están aprobados para tratar algunas enfermedades genéticas y autoinmunes raras. Algunas de esas terapias ya se han probado en personas con covid grave, con resultados desiguales. Pero eso podría deberse a que los investigadores no tenían forma de incluir solo a las personas con signos de desregulación del complemento, dice Morgan. Si una empresa pusiera en marcha un ensayo de estas terapias en personas con covid persistente, podría utilizar algunos de estos marcadores para inscribir a las personas que más podrían beneficiarse. "El tratamiento con fármacos anticomplemento podría proporcionarnos, por primera vez, una terapia eficaz para el covid persistente", afirma. El equipo de Morgan ya ha empezado a hablar con empresas que han desarrollado estas terapias.
Pero incluso si estos fármacos funcionan —y eso es todavía un gran "si"— no es probable que funcionen para todo el mundo. El covid persistente es "un conjunto tan heterogéneo de afecciones", dice Singanayagam. "Es "niebla mental", fatiga, dolor en el pecho... y diferentes pacientes tienen diferentes grados de cada uno de ellos". En el estudio de Morgan, sólo entre un tercio y la mitad de los pacientes con covid persistente presentaban una desregulación clara y evidente del complemento.
Henrich afirma que el artículo aporta datos importantes. Pero el misterio de qué provoca el covid persistente dista mucho de estar resuelto. "Se trata de un rompecabezas de 1.000 piezas y hemos completado un borde", afirma. "Es un buen comienzo, pero no es todo el rompecabezas".