Para ciertas personas, la preparación para la universidad puede comenzar en un tubo de ensayo, y eso preocupa mucho a los especialistas en ética
Imagínese que le proporcionaran un tratamiento de fertilidad gratuito, y también una prueba de ADN para evaluar cuál de esos pequeños embriones de FIV (Fecundación In Vitro) tiene más posibilidades de entrar en una de las mejores universidades.
¿Aceptaría realizar esa prueba?
Si la respuesta es afirmativa, usted coincide con el 40% de los estadounidenses que declararon a los encuestadores que era más que probable que se hicieran la prueba para escoger a los embriones de FIV por su aptitud intelectual, a pesar de las críticas de los especialistas en ética y científicos genéticos, que creen que es una mala idea.
Esta encuesta de opinión, publicada en la revista Science fue realizada por economistas y otros investigadores que creen que el fuerte apoyo a las pruebas con embriones significa que EE UU debería darse prisa y establecer una normativa para esta tecnología.
Para poner los resultados en contexto, el porcentaje de personas encuestadas que pondrían a prueba los embriones en busca de su posible inteligencia es similar a la proporción de los estadounidenses que afirman que considerarían un vehículo eléctrico como su próxima compra de automóvil.
"No creo que esto sea bueno, me preocupa. El mayor riesgo es no decir nada y dejar que se desarrolle en contra de un sistema regulatorio y de mercado de laissez-faire", admite Michelle N. Meyer, profesora de Bioética en Geisinger Health System (EE UU) y coautora del informe.
Adaptado de 'Public views on polygenic screening of embryos', Meyer et. al., Science, Feb 2023.Genomic Prediction, una empresa de EE UU, ya está comercializando sus pruebas de predicción embrionaria, pero hasta ahora solo ofrece puntuaciones sobre la probabilidad de que un niño desarrolle enfermedades comunes, como esquizofrenia o diabetes, durante su vida. La compañía asegura que no ofrece la puntuación de aptitud educativa ni tiene planes de hacerlo.
Los especialistas llevan tiempo expresando su preocupación sobre las pruebas predictivas de embriones. Por ejemplo, el año pasado, la Sociedad Europea de Genética Humana las calificó como una "práctica no comprobada y poco ética", y sugirió prohibirlas hasta que se desarrollara una regulación sobre el uso de estas tecnologías.
Uno de los problemas sobre estas pruebas es que será difícil demostrar que funcionan. Por ejemplo, pasarían décadas antes de que alguien pudiera comprobar si se predijo con exactitud el riesgo para la salud de un recién nacido. Meyer cree que la Comisión Federal de Comercio de EE UU debería vigilar de cerca las afirmaciones publicitarias de las empresas.
Si las pruebas funcionan, también sería un problema, según Meyer y los coautores del informe, entre los que se encuentran el genetista Patrick Turley y el economista Daniel J. Benjamin. Apuntan a que las pruebas con embriones podrían "empeorar las desigualdades [sociales] existentes". Por ejemplo, si solo las personas de ciertos grupos socioeconómicos las utilizaran para tener una descendencia más saludable, alta o inteligente.
"En el futuro previsible, y quizás para siempre, esta tecnología solo estará disponible para personas adineradas o privilegiadas. En la medida en que esto tenga un impacto y dé un impulso a cualquier descendencia, [esto] no es algo que vaya a ser igual de accesible para todos. Así como la riqueza se hereda, esto se hereda también. Podríamos imaginar un mundo donde se extienda a lo largo de las generaciones y ayude a agravar las brechas socioeconómicas", resalta Meyer.
Logro educativo
La nueva encuesta comparó la voluntad de las personas para mejorar las perspectivas de sus hijos de tres maneras: mediante cursos de preparación para el SAT (Scholarship Aptitude Test, o examen de admisión en las universidades de EE UU), pruebas con embriones y edición genética de embriones. La encuesta encontró cierto apoyo, incluso para la opción más radical: la modificación genética de los niños, que está prohibida en EE UU y en otros países. Alrededor del 28% de los encuestados admitieron que probablemente lo harían si fuera seguro.
"Son resultados importantes. Demuestran la existencia de una brecha entre las actitudes negativas de los investigadores y profesionales sanitarios, y las actitudes de la sociedad en general", opina Shai Carmi, genetista y estadista de la Universidad Hebrea de Israel, que estudia la tecnología de selección de embriones.
Los autores de la nueva encuesta están lidiando con las consecuencias de la información que han descubierto a través de una serie de estudios cada vez más amplios para localizar las causas genéticas de los rasgos sociales y cognitivos humanos, incluida la orientación sexual y la inteligencia. Eso incluye un informe, publicado el año pasado, sobre cómo las diferencias de ADN entre más de 3 millones de personas se relacionan con su avance escolar. Es decir, un resultado de la vida que se correlaciona con la inteligencia de una persona.
El resultado de dicha investigación es la llamada "puntuación poligénica", una prueba genética que puede predecir a partir de los genes si alguien tendrá más o menos probabilidades de ir a la universidad, entre otras cosas.
Por supuesto, los factores ambientales son muy importantes y el ADN no es el único condicionante. No obstante, las pruebas genéticas son predictivas. En la encuesta, los investigadores explicaron a los encuestados que tuvieran en cuenta que alrededor del 3% de los niños irían a una de las 100 mejores universidades. Al elegir uno de los diez embriones de FIV con la puntuación genética más alta, los padres aumentarían al 5% esa posibilidad para su hijo.
Resulta tentador tachar de insignificante esta ventaja obtenida, pero "suponiendo que tengan razón", según Carmi es "un aumento considerable" en la posibilidad de los hijos de ir a una universidad: alrededor del 67%.
23andMe ya dispone de pruebas de predicción poligénica del consumidor para una serie de rasgos. Esa empresa ofrece un "informe de peso" que predice el índice de masa corporal de una persona, por ejemplo. Carmi asegura que las predicciones sobre educación y masa corporal tienen una precisión similar.
A pesar de la buena evolución de la puntuación de "rendimiento escolar", 23andMe no ofrece estos resultados a sus clientes. Al igual que Genomic Prediction, la compañía de análisis de embriones, 23andMe también afirma que quiere mantener su enfoque en la información sanitaria.
Carmi no cree que sea "un gran misterio" la razón por la que no se ofrecen las predicciones sobre inteligencia: "Es algo controvertido, llama la atención de manera negativa, tiene una utilidad limitada y añade efectos negativos en otros rasgos. Tiene sentido no ofrecer algo así".
Opinión pública
Los expertos en fertilidad han debatido sobre la tecnología de predicción embrionaria en una reunión de la Junta Ética de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, que se llevó a cabo hace unas semanas, según Sean Tipton, portavoz del grupo del sector. Tipton también indica que los profesionales de FIV siguen divididos sobre el valor de las pruebas. "Los pacientes deben ser muy cautelosos con las afirmaciones en esta área, y deberían hablar con asesores genéticos cualificados antes de proceder con estas pruebas, que son complicadas y forman parte de un campo científico en rápida evolución", advierte Tipton.
Aunque las pruebas de aptitud educativa para embriones no se venden todavía, los investigadores que realizaron la encuesta opinan que no sería seguro pensar que la tecnología permanecerá oculta por mucho tiempo. Por ejemplo, antes de que se desarrollara la FIV en la década de 1970, casi todo el mundo estaba en contra de los "bebés probeta". Después de comprobar que funcionaban, la opinión cambió rápidamente.
Según esta encuesta actual, solo el 6% de las personas se oponían moralmente a la FIV en la actualidad, un 17% tenía fuertes reparos morales sobre las pruebas con embriones y el 38% lo haría para mejorar las perspectivas educativas, si tuviera esa oportunidad. "El cambio tan brusco de la opinión pública sobre la FIV muestra que las innovaciones que al principio tienen una aceptación limitada, e incluso una resistencia activa, pueden normalizarse rápidamente y ser aceptadas", escriben los autores de la encuesta.
Por lo que pudo determinar MIT Technology Review, todavía ningún niño ha sido elegido de una placa de Petri en función de su potencial educativo. Pero puede que ese momento no esté tan lejos. Los primeros usuarios de las puntuaciones de salud de Genomic Prediction que han hablado sobre su experiencia provienen de segmentos sociales con fuertes preocupaciones sobre el rendimiento cognitivo.
Simone Collins y su esposo Malcolm, una pareja que utilizó los servicios de Genomic Prediction, aseguraron que estaban formando una gran familia mediante FIV y pruebas de predicción de salud genómica. Aunque no pudieron acceder a la puntuación de aptitud escolar de su último hijo, Collins cree que eso podría cambiar la próxima vez.
En un correo electrónico, Collins escribió que tenía "empresas identificadas" que "proporcionarían esta información. Sin duda, lo tendremos en cuenta en la futura selección de embriones".