El uso Off-label (*) de estimulantes, tales como la Ritalina, está en aumento entre los estudiantes universitarios. Los estudios realizados demuestran que del 5 por ciento al 15 por ciento de los estudiantes utilizan medicamentos recetados como ayuda para estudiar, y los sondeos sugieren que la práctica puede haberse generalizado en el cuerpo docente también. El personal militar utiliza, de forma rutinaria, estimulantes mientras están de guardia, pero esa práctica ¿debe permitirse a los cirujanos que trabajan durante turnos prolongados? Y ¿qué hay de los científicos que trabajan hasta altas horas de la noche? O ¿los estudiantes en períodos de examen?

Un comentario aparecido hoy en línea, en la publicación Nature, defiende un acceso generalizado a medicamentos que estimulan el cerebro. Según el artículo, escrito por un grupo de éticos, psicólogos y neurocientíficos cognitivos, “la mejora cognitiva, a diferencia del estímulo en competiciones deportivas, podría acarrear mejoras importantes para el mundo”. Mientras que los opositores han expuesto que el uso de medicamentos para mejorar el rendimiento es injusto y podría minar el valor del esfuerzo en el trabajo, los autores dicen que estos medicamentos están dentro de la misma categoría que los esfuerzos habituales para aumentar las funciones cerebrales, tales como beber una taza de café, o tener un buen descanso y por esto deberían regularse en concordancia.

Una de las preocupaciones más grandes asociadas con el acceso generalizado a estos medicamentos es que las personas se sentirán obligadas a tomarlos para progresar o sólo para mantenerse. Un sondeo informal dirigido por Nature el año pasado entre 1.400 personas de 60 países, reveló que el 20 por ciento de los encuestados recurrieron al uso “Off-label” de medicación para mejorar la concentración y la memoria. La Ritalina fue la más popular, seguida por el Adderall. Ambos se prescriben para el ADHD. El sondeo confirmó el potencial de presión entre colegas; mientras el 85% de los encuestados dijo que el uso de estos medicamentos por chicos con menos de 16 años debe restringirse, un tercio respondió que se sentiría obligado a dárselos a sus hijos si otros los usaran.

Los autores de la crónica también destacan que si los estimuladores cognitivos se utilizan más ampliamente, deberán realizarse urgentemente estudios más extensos de los riesgos y beneficios de estos medicamentos. Todavía se desconocen los efectos secundarios del uso de estimulantes durante lapsos prolongados, especialmente en chicos. Y el potencial de dependencia y abuso no fue bien documentado.

Michael Gazzaniga, director del Centro Sage para el Estudio de la Mente en la Universidad de California, Santa Bárbara y uno de los autores de la crónica, habló con Technology Review con respecto a los beneficios y desventajas potenciales de estos medicamentos.

Technology Review: La crónica sugiere que los adultos saludables deben tener acceso a medicamentos para mejorar las funciones cognitivas. ¿Por qué piensas que esto es una buena idea?

Gazzaniga: El envejecimiento normal hace que los procesos en la memoria de las personas no sean lo que solían ser. De existir medicamentos que ayudaran y fueran seguros, yo recomendaría que estuvieran disponibles al público.

TR: La crónica expone que los medicamentos para mejorar las funciones cognitivas “deben considerarse dentro de la misma categoría general que la educación, los hábitos de salud buenos, y la tecnología informática”. ¿Por qué piensas que esto es cierto?

MG: Al principio hay resistencia a todas las tecnologías nuevas, incluso a la máquina de escribir”. Al modificarse los estados mentales, las personas se ponen inquietas, incluso cuando parece que mejora la capacidad. De algún modo existe la sensación de que uno le está haciendo trampa al sistema. Bueno, la quimioterapia hace lo mismo. Cuando todas estas tecnologías nuevas se usan con moderación y dentro del contexto social correcto, son buenas.

TR: Tu crees que ¿es posible evitar que las personas se sientan obligadas a tomar estos medicamentos para mantenerse?, especialmente, dada la cantidad enorme de dinero que se gasta en publicidad farmacéutica y el gran impacto que ha demostrado tener.

MG: Las tasas de uso de medicación “Off-label” se estabilizarán. Yo creo que se mantendrán bajas. Uno puede obtener fácilmente la Ritalina para luchar contra la lasitud de la tarde, pero la mayoría no lo hace. La taza de té o café durante la tarde nos mantiene y parece funcionar para casi todos.

TR: ¿De verdad? ¿Qué hay de las situaciones de mucha presión, como el mundo académico?

MG: Recuerda que estos medicamentos no te hacen más inteligente. Te mantienen despierto para que puedas estudiar, para que puedas ser más inteligente. Mientras que siempre existen modas pasajeras para tales productos, el uso se reducirá a una tasa base. Esa tasa base podrá ser más alta de lo que a algunos les guste, pero será establecida sin importar cual pueda ser la política existente sobre medicamentos.

TR: ¿Qué hay del abuso y dependencia potenciales? ¿Cómo se aseguraría un uso responsable?

MG: La educación es la única herramienta que funciona. Según lo que hemos aprendido del uso ilícito de drogas, es virtualmente imposible mantener las drogas fuera de una comunidad. La tasa de demanda de cualquier droga, sea ilícita o lícita “Off-label” está fijada por el contexto social. Nadie puede asegurarse de que los productos medicinales siempre se utilicen responsablemente. Depende de cada comunidad enseñar con respecto a los peligros del uso indebido de medicamentos y al hacerlo, controlar la tasa base de uso. ¡No es un mundo perfecto!

TR: Uno de los argumentos principales contra el uso generalizado de medicamentos para mejorar las funciones cognitivas es que “ese es el camino fácil”. ¿Por qué no estás de acuerdo?

GM: La mayoría de estos medicamentos se usan en rachas cuando existe una exigencia de grandes demandas mentales. No son para las rutinas mentales de todos los días. Habiéndolo expuesto, creo que la medida justa es asegurarse de que las personas no se hagan dependientes de esos medicamentos como modo de vida. Trabajar en aquello que compete a otros, en ámbitos superiores a uno, tiene un coste tremendo.

TR: ¿Cuáles son algunas de las medidas de seguridad? Cuando se le administra medicación a personas saludables, la tolerancia al riesgo es baja.

MG: Y debe serlo. Recuerda que no hay que dañar. Creo que la preocupación radica en los estados mentales surgidos del mal uso. Por ejemplo, las imágenes pueden ser demasiado vívidas. Deberán realizarse pruebas y análisis cuidadosos.

TR: ¿Por qué crees que utilizar medicamentos para mejorar las funciones cognitivas incomoda tanto a las personas?

MG: Interferir con la mente es un asunto delicado y peligroso. Nada de esto debe tomarse a la ligera.

(*) Off-label: Utilizar un medicamento para algo que no fue prescrito.