Tecnología y Sociedad
¿Hasta dónde llega la censura china? La novela que fue borrada antes de publicarse
La escritora china Mitu estaba a punto de finalizar su novela. Sin embargo, WPS, el procesador de texto basado en la nube que utilizaba, le indicó que no podía volver a abrir el documento por contener información ilegal. Su caso abrió un nuevo debate sobre cuál es el alcance de la censura china
Imagina que estás trabajando en tu novela en el ordenador de su casa. Has escrito aproximadamente un millón de palabras y ya está casi terminada. De repente, el software de procesamiento de texto online te indica que ya no puedes abrir el borrador porque contiene información ilegal. En un instante, todas esas palabras se han perdido.
Esto es lo que le sucedió en junio a una escritora china que escribe bajo el alias Mitu. Trabajaba con WPS, la versión doméstica de un software de procesamiento de texto basado en la nube, semejante a Google Docs o Microsoft Office 365. El 25 de junio, en el foro de literatura china Lkong, Mitu acusó a WPS de espiar y bloquear su borrador por la presencia de contenido ilegal.
La noticia estalló en las redes sociales el 11 de julio, cuando algunas cuentas de destacados influencers conocieron el caso. Se convirtió en top trending topic en Weibo ese día, y los usuarios se cuestionaron si WPS infringía su privacidad. Desde entonces, la publicación china The Economic Observer, ha informado que, en el pasado, varios novelistas también sufrieron el bloqueo de los borradores de sus obras por razones poco claras.
La queja de Mitu desencadenó una discusión en las redes sociales en China sobre la censura y la responsabilidad de las plataformas tecnológicas. También ha puesto de manifiesto la tensión entre la creciente conciencia de los usuarios chinos sobre la privacidad y la obligación de las empresas tecnológicas de censurar en nombre del Gobierno. "Este es un caso en el que vemos cómo pueden chocar ambos ámbitos", opina el analista de ciberpolítica y datos de China del grupo de investigación Trivium China Tom Nunlist de Beijing (China).
Aunque el texto de Mitu se guardó online y se compartió previamente con un editor en 2021, la escritora asegura que fue la única persona que lo editó este año cuando de repente quedó bloqueado. "Todo el contenido está en orden e incluso se puede publicar en un sitio web de literatura, pero WPS decidió que debía ser bloqueado. ¿Quién le dio el derecho de revisar los documentos privados de los usuarios y decidir qué hacer con ellos de manera arbitraria?", escribió la mujer.
WPS, lanzado en 1989 por la compañía de software china Kingsoft, afirma tener 310 millones de usuarios al mes. Se ha beneficiado en parte de las subvenciones y contratos gubernamentales, ya que el Gobierno chino quiso reforzar sus propias empresas sobre los rivales extranjeros por motivos de seguridad.
La compañía ha realizado dos declaraciones desde la denuncia, aclarando que el software no censura los archivos almacenados localmente. Sin embargo, su explicación es vaga cuando es cuestionada sobre lo que hace con los archivos compartidos online. "Todas las plataformas que ofrecen servicios de información online son responsables de revisar el contenido que se difunde en sus plataformas", explica una declaración del 13 de julio, citando la Ley de Ciberseguridad de China y otras regulaciones relevantes. Kingsoft no respondió a la solicitud de comentarios de MIT Technology Review.
En los comentarios publicados en la última declaración de WPS en Weibo, los usuarios piden respuestas. "¿Pueden garantizar que no verán nuestros documentos? Si es así, lo seguiré usando; si no, pediré un reembolso de mi suscripción. La he renovado durante varios años, pero ahora tengo miedo", escribió un usuario.
WPS no ha confirmado oficialmente si lo que activa los censores algorítmicos es el acto de compartir el trabajo. No obstante, un comentario publicado en la cuenta de servicio al cliente de WPS en Weibo el 13 de julio parece confirmar esta hipótesis: "Sincronizarlo y almacenarlo en la nube no activará las revisiones. Solo la creación de un enlace para compartir el documento activa el mecanismo de revisión".
Incluso para los usuarios de internet chinos, acostumbrados a las duras leyes de censura, este mecanismo de control va demasiado lejos.
A medida que las plataformas de intercambio de documentos se generalizan en China, la censura no se ha mantenido al margen, pero generalmente ocurre solo después de que un documento se ha compartido y visto de manera amplia. Por ejemplo, en 2020, un artista chino conocido como Jianguo Xiongdi invitó al público a contribuir a un documento que enumera todas las palabras consideradas delicadas en China. La plataforma de intercambio de documentos Shimo tardó casi 10 horas en notar y censurar la iniciativa. Hasta este mes, la mayoría de los usuarios chinos creían que sus propios archivos, que circulaban solo entre amigos y familiares, no recibirían la misma atención y seguimiento si permanecían ocultos.
Puede que los usuarios no estén contentos, pero la práctica de WPS de revisar todos los documentos de los usuarios (si eso es lo que ocurre) probablemente esté respaldada por la Ley de Ciberseguridad de China, resalta Nunlist. Todos los proveedores de servicios de internet están obligados a eliminar y bloquear contenidos en su plataforma "al descubrir información que la ley o los reglamentos administrativos prohíban publicar o transmitir", indica el artículo 47 de la ley.
En los últimos años, el Gobierno chino ha aumentado el control de la información al mismo tiempo que restringe el abuso de datos personales por parte de las empresas tecnológicas, mejor representado por la memorable Ley de Protección de Información Personal. No obstante, la controversia de WPS muestra que existe una tensión inherente entre estos dos objetivos políticos. Al menos algunos internautas chinos también se han dado cuenta de eso. Debajo de la primera publicación viral sobre las noticias de WPS, el comentario con más "me gusta" pone: "Esto claramente no es un problema de Kingsoft, pero nadie se atreve a apuntar a quién debería ser realmente el responsable".