Posiblemente nunca haya oído hablar de Hikvision, pero es probable que ya haya sido capturado por una de sus millones de cámaras. Los productos de esta empresa china se pueden encontrar en cualquier lugar, desde sistemas de vigilancia policial hasta monitores para bebés, en más de 190 países. Su capacidad para fabricar productos de calidad decente a precios económicos (así como sus vínculos con el estado chino) han ayudado a que Hikvision sea el mayor fabricante de equipos de videovigilancia del mundo.

No obstante, aunque los estrechos vínculos de Hikvision con el Gobierno chino la han ayudado a crecer, también podrían significar su ruina. La empresa ayudó a construir el sistema masivo de vigilancia policial de China y lo adaptó para oprimir a grupos minoritarios musulmanes en la provincia de Xinjiang (China). Como resultado, el Gobierno de Estados Unidos le ha impuesto varias sanciones en los últimos tres años. Este año, se ha informado que el Departamento del Tesoro de EE UU está considerando incluir a Hikvision en la Lista de Ciudadanos Especialmente Designados y Entidades Bloqueadas (SDN, por sus siglas en inglés), generalmente reservada para países como Corea del Norte o Irán.

Si esta empresa aparece en la lista SDN, se prohibiría a cualquier persona en cualquier parte del mundo hacer negocios con Hikvision. Se trata de una sanción mucho más severa que la que está experimentando actualmente la empresa china Huawei. Los países y las empresas correrían el riesgo de ser añadidos a la misma lista si no respetaran esa prohibición. Las millones de cámaras Hikvision actualmente en uso no se tendrán que reemplazar de la noche a la mañana, pero no estarían a la venta en el futuro. "Básicamente, eso podría convertir rápidamente a Hikvision en una empresa nacional", afirma Conor Healy, investigador de Hikvision de la publicación comercial online para la industria de videovigilancia IPVM.

¿Cómo esta empresa china de 21 años alcanzó la relevancia mundial y cuán estrechamente está conectada con el Gobierno chino? ¿Por qué los gobiernos occidentales ya no confían en ella y qué significan las sanciones inminentes para su futuro? Aquí está todo lo que hay que saber sobre Hikvision, mientras esta compañía que antes pasaba desapercibida se dirige hacia convertirse en la empresa de tecnología más sancionada del mundo.

¿Qué es Hikvision?

Creada en 2001, Hikvision estaba en una posición perfecta para capitalizar la tendencia de incrementar la seguridad después del 11 de septiembre de 2001. Comenzó vendiendo tarjetas de captura de vídeo para sistemas de vigilancia, e introdujo sus propias cámaras de vídeo en 2007. Hoy en día, vende de todo, desde software hasta hardware, generalmente a precios mucho más bajos que los de la competencia internacional.

Su equipo fundador estaba formado principalmente por ingenieros de la empresa estatal China Electronics Technology Group Corporation (CETC), que fabrica productos electrónicos para uso civil y militar. En 2008, Hikvision transfirió el 48% de sus acciones a CETC, lo que la convirtió en una subsidiaria oficial de la empresa estatal.

Como en muchos países, el mayor cliente de vigilancia en China es el Gobierno. Con la ayuda de su base estatal, Hikvision pronto comenzó a firmar contratos grandes y pequeños con gobiernos locales para construir sistemas de vigilancia o de control de tráfico. En particular, se convirtió en una parte importante de los proyectos policiales Skynet y Sharp Eyes de China, cuyo objetivo consistía en colocar cámaras en cada calle para monitorear a los ciudadanos. Por ejemplo, Hikvision obtuvo un contrato de 125 millones de dólares (121,7 millones de euros) en 2018 para construir o actualizar 45.000 cámaras en la ciudad china de Xi'an, 16.000 de las cuales tenían que estar equipadas con las funciones de detección humana o reconocimiento facial.

Pero Hikvision también ha tenido como objetivo desde el principio volverse global. Primero registró su nombre como marca comercial en más de cien países ya en 2004. En 2010, era el principal proveedor del mundo de grabadoras de vídeo digital (DVR, por sus siglas en inglés) gracias a su red de cámaras de vigilancia, que utilizan DVR para grabar las imágenes. Las ventas en el extranjero representaron el 27% de sus 12.420 millones de dólares (12.095 millones de euros) de ingresos en 2021.

Es difícil saber exactamente cuántas cámaras de Hikvision se utilizan en todo el mundo, pero el estudio realizado en 2021 por el grupo de investigación de la industria Top10VPN utilizó el motor de búsqueda Shodan (que busca en internet direcciones IP únicas utilizadas por los dispositivos, en este caso, las cámaras) para encontrar 4,8 millones de redes de dispositivos de Hikvision en 191 países fuera de China.

Estados Unidos, con más de 600.000 redes de Hikvision, tiene el segundo mayor número de cámaras de esta empresa, justo después de Vietnam (la investigación no pudo identificar la mayoría de las redes de cámaras en China). Cada una de estas redes IP detectadas puede tener hasta 24 cámaras de Hikvision, lo que significa que el número total de cámaras será aún mayor. Y eso solo es una estimación a la baja, porque no todas las cámaras aparecen en el buscador de Shodan.

Por ejemplo, la investigación identificó 55.455 redes de Hikvision en Londres (Reino Unido). "Desde mi experiencia de paseo por Londres, probablemente detectaría más redes que las encontradas. Están en casi todos los supermercados", indica Samuel Woodhams, investigador de Top10VPN que realizó el estudio.

El elevado número de cámaras de Hikvision en el extranjero ha causado preocupación en torno a la seguridad nacional, aunque no se ha demostrado que la empresa transfiera sus datos del extranjero a China. En 2019, EE UU aprobó un proyecto de ley que prohibía a Hikvision firmar contratos con el Gobierno federal.

Lo que realmente provocó la mala fama de Hikvision en el escenario mundial fue su participación en políticas opresivas de China en Xinjiang contra minorías musulmanas, en su mayoría los uigures. Se han instalado numerosas cámaras de vigilancia, muchas equipadas con reconocimiento facial avanzado, tanto dentro como fuera de los campos de detención en Xinjiang para ayudar al control del Gobierno sobre la región. Hikvision ha llevado a cabo una gran parte de esta actividad. Se descubrió que la compañía recibió al menos 275 millones de dólares (267,8 millones de euros) en contratos gubernamentales para construir la vigilancia en la región y ha desarrollado cámaras con inteligencia artificial capaces de detectar características físicas de la etnia uigur. 

Cuando MIT Technology Review preguntó a Hikvision sobre Xinjiang, la compañía respondió con una declaración ambigua, pero aseguró que la empresa "había cumplido y seguirá cumpliendo estrictamente las leyes y regulaciones aplicables en países donde operamos, siguiendo la ética comercial internacionalmente aceptada y los estándares comerciales".

"Las formas en las que empresas como Hikvision pueden vigilar a las personas a través de puntos de control y sistemas de reconocimiento facial han convertido a toda la región, al menos desde la perspectiva uigur, en un sistema flexible pero cerrado. A menudo se refieren a él como una prisión al aire libre", señala Darren Byler, antropólogo de la Universidad Simon Fraser (Canadá) y escritor del libro In the Camps: China's High-Tech Penal Colony. "Y eso realmente no sería posible sin estas empresas tecnológicas".

Aguas inexploradas

Agregar Hikvision a la lista SDN no solo aumentaría las tensiones entre EE UU y China, sino que abriría un nuevo frente en las sanciones internacionales, en el que las empresas tecnológicas se verían cada vez más envueltas en luchas geopolíticas por el poder.

En cuanto se anuncie la sanción, las personas se podrían enfrentar a cargos penales por trabajar o hacer negocios con la empresa, advierte Healy: "Hikvision ya no puede interactuar con el dólar estadounidense ni con el sistema financiero estadounidense. Y otros bancos e instituciones financieras de todo el mundo, en términos generales, tampoco harán negocios con esta empresa porque quieren mantener su acceso al dólar estadounidense y a los mercados financieros estadounidenses".

Como mínimo, esto significaría que Hikvision no podría vender sus cámaras fuera de China y sus ingresos internacionales se reducirían a cero. Pero no está claro si se les pedirá a los gobiernos y a las empresas que ya usan las cámaras de Hikvision que las reemplacen de inmediato. Además, las cosas se vuelven aún más complicadas cuando se trata de los servicios de Hikvision más allá del hardware. ¿Los usuarios actuales de Hikvision podrán aceptar actualizaciones de software de la empresa? ¿Utilizarán el almacenamiento en la nube de la compañía? "Ese es exactamente el tipo de situaciones en las que el Gobierno de EE UU podría hacer una excepción", cree Healy, porque la aplicación tradicional de la lista SDN se puede volver poco práctica en la era digital.

Las herramientas tradicionales de sanción no están diseñadas para internet. "Estamos en una era de innovación estadounidense y ruptura de precedentes en cuanto a medidas restrictivas", explica Jon Bateman, investigador principal de tecnología y asuntos internacionales en Carnegie Endowment for International Peace.

Ninguna gran empresa de tecnología que haya vendido productos en todo el mundo ha sido incluida en la lista SDN. Huawei, el ejemplo actual de empresas tecnológicas atrapadas en las tensiones entre EE UU y China, tiene restricciones para comprar productos estadounidenses, recibir inversiones estadounidenses o vender en EE UU, pero los productos de Huawei aún se venden fuera de EE UU. Si Hikvision termina en la lista SDN, será un caso importante para estudiar cómo las tecnologías, tanto de hardware como de software, se pueden prohibir a nivel internacional.

Según Financial Times, los diplomáticos estadounidenses ya están informando a los gobiernos extranjeros sobre lo que Estados Unidos pretende hacer con Hikvision. Es probable que las sanciones más duras sean bienvenidas en algunos países, como Reino Unido y Noruega, que han realizado sus propias investigaciones sobre la complicidad de Hikvision en violaciones de derechos humanos en Xinjiang. Pero Bateman advierte que, debido a que la sanción es principalmente una decisión unilateral de EE UU, el resto de países no necesariamente estarán de acuerdo con su gravedad y escala. "A medida que el Gobierno de EE UU use más estas herramientas unilaterales, surgirán más preguntas en las capitales extranjeras. Preguntas como: "¿Tenemos voz en el uso de estas herramientas? Y, de ser así, ¿cuánta?", señala el experto.

Por otra parte, China ha expresado su apoyo a Hikvision. En respuesta a la noticia de la posible sanción, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China acusó a EE UU de "abusar del poder estatal y de la ley nacional para reprimir cruelmente a las empresas chinas". Es poco probable que otros países desafíen públicamente a EE UU si la sanción se lleva a cabo. El próspero mercado interno en China aún puede mantener en vida a Hikvision, pero será un gran revés para las empresas chinas que esperan darse a conocer en el extranjero.