Biotecnología
Liberado el biofísico que modificó con CRISPR el ADN de tres bebés para "eliminar el VIH"
He Jiankui creó los primeros bebés modificados genéticamente. El coste del experimento fue su carrera. Y su libertad
El audaz biofísico chino que creó los primeros bebés modificados genéticamente del mundo ha sido puesto en libertad después de pasar tres años en una prisión china.
He Jiankui causó conmoción en 2018 al afirmar que había alterado la composición genética de unos embriones de FIV y que los había implantado en el útero de una mujer, que luego dio a luz a gemelas. El tercer bebé nació al siguiente año.
Tras la condena internacional por el experimento, He acabó bajo arresto domiciliario y después fue detenido. En diciembre de 2019, fue condenado por un tribunal chino, que afirmó que el investigador había "violado deliberadamente" las normas médicas y había "aplicado precipitadamente tecnología de edición de genes a la medicina de reproducción asistida humana".
Su salida de prisión ha sido confirmada por personas familiarizadas con la situación y He ha respondido a su teléfono móvil cuando se le ha contactado a primera hora del mismo día. "No es oportuno hablar ahora", ha dicho antes de colgar.
El equipo de He de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de Shenzhen (China) utilizó CRISPR, una herramienta versátil de ingeniería genética, para alterar el ADN de las niñas y que fuera resistente a la infección por VIH.
No está claro si He tiene planes de regresar a la investigación científica en China o en otro país. Las personas que lo conocen han descrito al biofísico, que se formó en la Universidad de Rice y en la de Stanford (EE UU), como idealista, ingenuo y ambicioso.
Antes de que su mundo se derrumbara, He creía que había creado una nueva forma de "controlar la epidemia del VIH" que sería considerada para el Premio Nobel.
MIT Technology Review descubrió la existencia del proyecto de los bebés CRISPR durante la víspera de la Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma celebrada en noviembre de 2018 en Hong Kong (China). Después de nuestro reportaje, He inmediatamente publicó varios vídeos en YouTube anunciando el nacimiento de las gemelas Lula y Nana.
El experimento fue criticado en China y en todo el mundo. Los científicos aseguraban que la edición del genoma tuvo poco propósito médico y podría haber introducido errores en los genomas de las niñas.
La descripción de los experimentos de He no ha sido publicada por ninguna revista científica. Más tarde, MIT Technology Review consiguió los borradores de su trabajo, que según un experto estaba plagado de " flagrantes errores científicos y éticos".
El investigador ha pasado alrededor de tres años en la cárcel china, incluido un período de detención mientras esperaba el juicio. Desde su puesta en libertad, ha estado en contacto con miembros de su red científica en China y en el extranjero.
Aunque la responsabilidad del experimento recayó en He y en otros miembros del equipo chino, muchos otros científicos conocían el proyecto y lo apoyaban, como el ex profesor de la Universidad de Rice Michael Deem, que participó en el experimento, y el director de una gran clínica de FIV en Nueva York, John Zhang, que además tenía planes de comercializar esa tecnología.
Deem renunció a su puesto en la Universidad de Rice en 2020, pero la institución nunca ha publicado ningún hallazgo o explicación sobre su participación en la creación de los bebés. El perfil de LinkedIn de Deem destaca su empleo en una consultoría de energía que él mismo fundó.
"Es insólito e inusual que He Jiankui y algunos de sus colegas hayan sido encarcelados por este experimento", opina el profesor asociado del Instituto Alfred Deakin (Australia) Eben Kirksey y autor del libro The Mutant Project, sobre el experimento de He que incluye entrevistas con algunos de los participantes. "Porque muchos de sus colaboradores a nivel internacional, como Michael Deem y John Zhang, nunca han sido sancionados ni censurados de manera oficial, a pesar de haber participado también".
"No se ha hecho justicia, en muchos sentidos", resalta Kirksey.
He, que tiene esposa e hijos, tuvo que pagar un alto precio. Fue despedido de su universidad y pasó un tiempo en una prisión de Shenzhen, lejos de su ciudad natal
El castigo de He parece haber retrasado otros experimentos sobre edición de genes para crear bebés, por lo menos en China. En Estados Unidos, el procedimiento está prohibido a través de una ley que no permite a la Administración de Medicamentos y Alimentos aprobar un estudio de este tipo.
También está abierta la cuestión de la justicia para los tres bebés nacidos como resultado del experimento, cuyas identidades no son públicas. Sus padres aceptaron participar en el experimento porque tenían VIH y, de otro modo, según las normas chinas, no habrían tenido acceso a la FIV.
El reportaje publicado en la revista Nature en febrero de este año señala que dos expertos en bioética chinos pidieron al Gobierno de China que creara un programa de investigación para supervisar la salud de los bebés CRISPR. Clasificaron a los bebés como "grupo vulnerable" y pidieron análisis genéticos para determinar si sus cuerpos contenían errores genéticos que se pudiesen transmitir a generaciones futuras.