La noticia: las personas que han contraído la COVID-19 se vuelven infecciosas mucho más rápido de lo que se creía, según el primer estudio de desafío humano del mundo en el que jóvenes voluntarios sanos fueron contagiados deliberadamente con el virus. El estudio, realizado por un equipo dirigido por los investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido), es el primero en observar lo que sucede desde el momento en el que alguien se infecta con el SARS-CoV-2.

Los hallazgos: a los 36 voluntarios, todos de entre 18 y 30 años, les expusieron por la nariz a una dosis baja del virus SARS-CoV-2 original, el equivalente a la cantidad que se encuentra en una sola gota de líquido nasal. La mitad de los participantes desarrollaron síntomas de la COVID-19; se volvieron contagiosos en solo dos días, con niveles de virus infeccioso que alcanzaron su punto máximo a los cinco. Anteriormente se había estimado que el tiempo desde la exposición hasta los primeros síntomas era de unos cinco días. Los participantes en el estudio permanecieron infecciosos durante una media de nueve días y todavía tenían niveles detectables del virus en la nariz 12 jornadas después de la exposición inicial.

Casi todos los voluntarios perdieron el sentido del olfato y experimentaron síntomas similares a los del resfriado, como la secreción nasal y dolor de garganta. Ninguno tuvo síntomas graves. A algunos de los participantes también se les administró el medicamento antiviral remdesivir antes de que se infectaran, pero el ensayo no detectó ninguna diferencia notable en la gravedad de los síntomas.

Lo que significa: los hallazgos vienen con la advertencia de que se derivaron de un pequeño grupo de voluntarios, y se publicaron en un artículo de preprint que aún no ha sido revisado por pares. No obstante, proporcionan información útil. El hecho de que las personas se vuelvan infecciosas tan rápidamente y lo permanezcan durante tanto tiempo sugiere que los períodos de aislamiento recomendados deben mantenerse en torno a los 10 días. Aunque el virus se detectó primero en la garganta, finalmente estuvo presente mucho más en la nariz, lo que destaca la necesidad de usar las mascarillas faciales de forma adecuada para que cubran la nariz.

Hágase la prueba: la investigación también respalda el uso regular y generalizado de las pruebas de flujo lateral. El modelo que utilizó los datos del estudio ha encontrado que las pruebas rápidas regulares pueden diagnosticar la infección antes de que se haya generado del 70 % al 80 % del virus infeccioso, lo que significa que, si las personas se hacen la prueba regularmente y se aíslan cuando dan positivo, eso podría reducir significativamente la transmisión comunitaria. El hecho de que ninguno de los participantes enfermó gravemente también sugiere que este método de prueba se podría usar para probar futuras variantes del virus o medicamentos.

El consultor en enfermedades infecciosas del hospital Royal Free London (donde se llevó a cabo el ensayo) Michael Jacobs afirmó en un comunicado que "el ensayo ya ha proporcionado algunos conocimientos nuevos y fascinantes sobre la infección por SARS-CoV-2, pero quizás su mayor contribución es abrir una nueva forma de estudiar la infección y las respuestas inmunitarias con gran detalle y ayudar a probar nuevas vacunas y tratamientos".