La potencia de los motores de búsqueda se aplica a los datos de salud.
A través de la ventana de su oficina en Seattle, Thomas Payne puede ver dos hospitales que utilizan el mismo sistema electrónico de historiales que el suyo. Y, sin embargo, según Payne, director médico de servicios de tecnología de la información en la Universidad de Washington, aún siguen intercambiando información por fax o papel.
Esa situación es la norma actual dentro del fragmentado y distribuido universo de la atención sanitaria, donde los historiales médicos electrónicos (EMRs, en sus siglas en inglés) cada vez deben extraer más información desde las múltiples instituciones sanitarias—clínicas, hospitales y especialistas—donde las personas reciben atención médica. Sin embargo, proporcionar a los médicos el acceso a la información correcta en el momento oportuno simplificaría dramáticamente la atención médica. Se estima unos 77,8 mil millones de dólares, o un 5 por ciento de los costes de atención de sanitaria, podrían ahorrarse cada año en los EE.UU. si se instalase un sistema de intercambio de historiales completamente interoperable, según un estudio de 2005 aparecido en Health Affairs. La mayor parte de los ahorros provendrían de la prevención de la duplicación de pruebas.
Michael Zalis, radiólogo del Hospital General de Massachusetts, ha experimentado en primera persona los inconvenientes del astillado sistema. Afirma que, en particular, la recopilación de datos de pacientes acaba robando mucho tiempo a los médicos, ocupando hasta un 20 por ciento de su jornada. Incluso con un EMR, los historiales médicos se distribuyen en múltiples bases de datos que no necesariamente se comunican entre sí. Los resultados de pruebas más antiguos y menos relevantes podrían acabar apareciendo con tanta frecuencia como los nuevos, afirma Zalis, lo que hace que el médico tenga que analizarlos todos visualmente. El problema probablemente aumentará a medida que muchos de los hospitales nacionales y las consultas médicas usen la nueva financiación de estímulo para implementar sistemas de EMR.
Zalis quiere aliviar ese problema mediante la aplicación de las lecciones aprendidas de los motores de búsqueda en las bases de datos médicas. Para ello, compara la situación actual dentro de los EMR con los primeros días de internet: una cantidad de datos cada vez más y más grande, con una cada vez mayor necesidad de indexación y capacidades de búsqueda. Antes de que apareciesen buenos motores de búsqueda como Google, la búsqueda de una página web correcta podía llegar a ser todo un desafío. Muchos enlaces y páginas tenían poca relevancia, o estaban tan pasados de fecha que eran casi inútiles.
En los últimos cinco años, un equipo dirigido por Zalis y su colega del Hospital General de Massachusetts Mitchell Harris ha desarrollado un programa llamado Queriable Patient Inference Dossier. El programa combina un motor de búsqueda con un sistema de programación para extraer automáticamente datos de varios EMRs y varias bases de datos y procesar la información. Aunque esto puede parecer sencillo, en realidad supone una mejora importante para los médicos, ya que la mayoría de los EMRs tienen pocas o ninguna capacidad de búsqueda incorporada. Describieron su sistema en el número de agosto de 2010 de Journal of the American College of Radiology.
Aunque el sistema PageRank de Google funciona dando más peso a aquellas páginas que estén vinculadas con más frecuencia, los EMRs no tienen vínculos y, por lo tanto, no pueden utilizar este enfoque. En cambio, el sistema de expedientes tiene la capacidad de "aprender" ciertos tipos de búsquedas a partir de sus usuarios, entendiendo que una búsqueda de "carcinoma de células escamosas" y otra búsqueda de "cáncer de pulmón" en realidad buscan la misma información.
El programa, que se utiliza en una red de hospitales del área de Boston, posee actualmente más de 800 usuarios registrados y publica más de 10.000 páginas de información de historiales médicos al día. Zalis afirma que otras grandes organizaciones de salud están empezando a usarlo, aunque ampliar su utilización probablemente acabe trayendo dificultades. Si bien el programa Dossier es capaz de integrarse con otros sistemas de EMR para proporcionar capacidades de búsqueda avanzadas, esto requiere el permiso de los diferentes hospitales y centros médicos involucrados, así como unas capacidades adecuadas de exportación. Algunos hospitales señalan que los vendedores de sistemas de EMR han dificultado el acceso a la información contenida en las bases de datos desde fuera de sus propios programas.
Y a pesar de que la mejora del acceso a la información médica es probable que disminuya los costes, es algo que en realidad podría reducir los ingresos de los hospitales y los médicos que realizan las pruebas de diagnóstico. (Las aseguradoras, por otra parte, se beneficiarían porque probablemente cubrirían menos repeticiones). Payne señala que "cuando se trata de intercambiar información entre organizaciones, el mayor problema es la alineación de incentivos".