A pesar de su histórica relación con el carbón, se ha convertido en el principal productor mundial de paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías de iones de litio. Esta posición dominante podría permitirle dictar los estándares técnicos de la industria y los términos de intercambio
China se ha transformado en una potencia de energía limpia. A pesar de su histórica relación con el carbón, ahora el país se ha convertido en el principal productor mundial de paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías de iones de litio.
Su dominio del mercado, experiencia en fabricación y sus cadenas de suministro bien establecidas le dan una gran ventaja sobre el sector mundial de energía limpia. Esta posición dominante podría permitirle dictar los estándares técnicos y los términos de intercambio, mientras se apodera de la mayoría de los empleos e ingresos que surgen del abandono de los combustibles fósiles.
Otros países esperan desarrollar su propia capacidad de fabricación de tecnología limpia para reducir su dependencia de terceros e impulsar el empleo. Pero la participación de mercado de China, y las casi dos décadas que tardó en conseguirla, significa que cualquier país que aspire a alejarse rápidamente de los combustibles fósiles deberá encontrar formas de colaborar y comerciar con éxito con el gigante asiático.
51 %: participación de China en las ventas de vehículos eléctricos
54 %: participación de China en la capacidad de ensamblaje de turbinas eólicas
75 %: participación de China en la fabricación mundial de celdas de iones de litio.