En el Foro Económico Mundial en Davos, la élite de la élite se reúne para planear el futuro del planeta. Este año, pedimos a algunos de los participantes que nos contaran algunas de las cosas que creen que sucederán en los próximos diez años, esas cosas que nadie más es capaz de ver ahora mismo
La IA aumentará sustancialmente la productividad
El director de la Iniciativa del MIT sobre economía digital, Erik Brynjolfsson (EE. UU.)
El aprendizaje automático ha avanzado muchísimo en la última década, pero el crecimiento de la productividad de EE. UU. ha disminuido un 50 % desde 2004. No es raro que las nuevas y potentes tecnologías de propósito general primero experimenten una reducción del crecimiento de la productividad seguirá de un aumento. Lo que hace falta es tiempo. La máquina de vapor dio paso al auge de la industrialización. Con la electricidad, las fábricas se reinventaron. No hay duda de que los ordenadores cambiaron muchos aspectos de la sociedad, pero 25 años después del inicio de Amazon, el comercio electrónico sigue representando solo una pequeña parte del comercio minorista total. Del mismo modo, el aprendizaje automático tardará un tiempo en propagarse a través de la economía. Se necesitan inversiones en las nuevas habilidades y negocios que estén dispuestos a repensar fundamentalmente sus cadenas de suministro, sus relaciones con los clientes y los tipos de productos y servicios que ofrecen. Mientras lo hagan, el aumento de la productividad vendrá de la esfera online.
África será un banco de pruebas para la convivencia entre humanos y robots
La escritora y cineasta de ciencia ficción Wanuri Kahiu (Kenia)
Del mismo modo que Kenia fue el lugar donde las tecnologías de pago digital despegaron, creo que se convertirá en un campo de pruebas para estudiar cómo las personas interactúan con la inteligencia artificial (IA) y los robots. Las barreras de entrada son bajas y hay pocas leyes o costumbres sociales en torno a la IA, por lo que es como una pizarra en blanco para los experimentos de convivencia entre los seres humanos y máquinas. En Kinshasa (República Democrática del Congo), hace casi 10 años, instalaron guardias de tráfico robóticos y la gente les hacía más caso que a la policía humana, porque los robots no eran corruptos. Hay un gran potencial para las aplicaciones de IA localizadas que ayuden a África a lidiar con los problemas africanos, lo cual es importante porque para 2050, una de cada cuatro personas del mundo será africana.
Los consumidores tendrán más poder y más protección
La directora general de Consumers International, Helena Leurent (Reino Unido)
"25 años después del inicio de Amazon, el comercio electrónico sigue representando solo una pequeña parte del comercio minorista total"
Los consumidores serán miembros de los fondos de datos y de las cooperativas que podrían salvaguardar sus derechos, negociar en su nombre sobre cómo se usan sus datos, alertarlos sobre cómo se analizan y controlar a las organizaciones que los utilizan. Por ejemplo, los consumidores podrían querer que sus respectivos fondos de datos se conecten directamente con los agricultores que garantizan el uso de prácticas sostenibles de cultivo. De esa forma, obtendrían mejores precios y más información sobre lo que compran; los agricultores podrían obtener datos y garantías sobre los patrones de compra y diferenciar sus productos. Este "campo común de datos agrícolas" podría generar innovación de productos y servicios que ofrecerían más opciones a los consumidores y provocaría una mayor sostenibilidad.
El dólar dejará de ser la moneda de reserva mundial
El director de contenido de CoinDesk, Michael Casey (EE. UU.)
El dólar es la moneda de reserva debido a su estabilidad. Si compañías de dos países diferentes firman un contrato con pago a 90 días, la transacción será en dólares para protegerla contra las fluctuaciones del tipo de cambio. Pero cuando se trata de monedas digitales con contratos inteligentes programables que se pueden convertir a una tasa acordada y mantener el pago en custodia hasta su vencimiento, el dólar dejará de ser necesario. Esto significa que disminuirán las ventajas para las empresas tradicionales de EE. UU., pero las empresas innovadoras, descentralizadas y de mentalidad global aumentarán su éxito.
Reconoceremos la fragilidad de las infraestructuras del siglo XX
La directora del Instituto 3A y miembro sénior de Intel, Genevieve Bell (Australia)
Durante las últimas seis semanas, mi país ha estado en llamas, y creo que 2030 se parecerá al mundo en el que vivo ahora. Primero, el clima está cambiando cada vez más rápido. En segundo lugar, los australianos de repente se han visto obligados a pensar mucho más sobre cómo aumentar la accesibilidad tanto a sus datos personales como a los del Gobierno para obtener proyecciones de incendios a tiempo, solicitudes de evacuación, informes de calidad del aire, etcétera. Así que, ahora las preguntas sobre los datos que antes solo nos planteábamos los que nos dedicábamos a la tecnología se han generalizado. Y al final, tendremos que lidiar con el hecho de que todas las infraestructuras del siglo XX (electricidad, agua, comunicaciones, la sociedad civil) son frágiles, y esta fragilidad hará que en el siglo XXI sea más difícil cumplir lo prometido.
Cultivaremos plásticos y otros materiales
El socio gerente de Data Collective Venture Capital, Zachary Bogue (EE. UU.)
"Necesitamos modos alternativos del trabajo decente: atención infantil, asistencia sanitaria, cuidado de ancianos, educación".
Durante los últimos 80 años o 90 años, nuestra innovación en materiales ha sido impulsada por el petróleo, combinando sus compuestos para crear combustibles, plásticos, medicamentos, etcétera. Creo que recordaremos la década de 2020 como una década de innovación impulsada por la biología. Las plantas de ingeniería genética para sintetizar compuestos químicos abren un espacio de diseño exponencialmente más grande que el petróleo, para crear nuevos materiales que nos permitirán vivir de manera más sostenible e impulsar la economía hacia adelante. Es algo que ya está empezando: una de las empresas en las que invertimos fabrica un microbio que produce un sustituto de aceite de palma, por ejemplo. Todo esto es posible gracias a enormes aumentos en la potencia informática y en la IA que permiten modelar y diseñar las rutas metabólicas necesarias.
Los teléfonos chinos serán los reyes
El director del Instituto de Tecnología y Sociedad de Río, Ronaldo Lemos (Brasil)
En 2030, las marcas de teléfonos móviles más famosas del mundo serán chinas y ejecutarán sus propios sistemas operativos, lo que reducirá a la mitad la cuota de mercado de Android.
Las cadenas de suministro mundiales se derrumbarán y los países pobres sufrirán
La secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow (Australia)
La impresión 3D, la automatización y la robótica provocarán una localización masiva de la fabricación. Si puedo ir a mi tienda local y decir que quiero unos vaqueros con cuatro rayas y tres bolsillos y los quiero ya, la industria de la moda rápida está en peligro. La producción de alimentos también se volverá más local, y los esfuerzos para reducir la huella de carbono cambiarán los patrones de consumo. Por lo tanto, las cadenas de suministro en las que se basa el comercio mundial, por deshumanizadoras y explotadoras que sean actualmente, desaparecerán en gran parte de los países más vulnerables, creando la posibilidad de estados fallidos y una pobreza aún más desesperante. Necesitamos métodos alternativos de trabajo decente, como la atención infantil, la asistencia sanitaria, el cuidado de ancianos, y la educación. Debemos invertir en infraestructura humana, soportes y servicios.
Cualquier pequeña empresa podrá usar un superordenador
El CEO de Cray, Peter Ungaro (EE. UU.)
Por ejemplo, hay centenares de empresas que fabrican componentes para fabricantes de coches. Hoy en día utilizan pequeños sistemas informáticos para realizar los diseños tipo CAD de sus partes y algunas simulaciones. En el futuro, gracias a todos los sensores que habrá ahí afuera generando datos, van a tener conjuntos de datos 10, 100, 1.000 veces más grandes que los que actualmente que podrían usar, lo que cambiará su forma de modelar piezas. La tecnología con la que lo llevarán a cabo será como un minisuperordenador. Algunos lugares tendrán uno en sus instalaciones y otros simplemente accederán a él a través de la nube. No serán como esas máquinas que ahora ocupan dos canchas de baloncesto y consumen 30 megavatios, cabrán en un armario.