Una startup espera aprovechar el creciente interés en hacer que las páginas web sean más rápidas.
La era de los módems de acceso telefónico puede haber desaparecido, aunque no obstante algunos sitios web siguen siendo sorprendentemente lentos. La cuestión ha cobrado urgencia después de que Google recientemente introdujese un cambio en su algoritmo PageRank que premia a aquellas webs que funcionan con más rapidez. La compañía de búsquedas afirma que los usuarios pasan menos tiempo interactuando con aquellos sitios más lentos; el problema aumenta con aquellos usuarios que visitan las webs desde dispositivos móviles con conexiones irregulares.
Aptimize, una startup con sede en Wellington, Nueva Zelanda, que lanza su servicio en los Estados Unidos hoy, afirma que su software puede acelerar los tiempos de carga de las páginas web, proporcionando aumentos de entre un 200 y un 400 por ciento en algunos casos. Señala que puede alcanzar estas mejoras sólo con el uso de software.
Ed Robinson, cofundador y consejero delegado, asegura que las compañías suelen mejorar la velocidad de un sitio web mediante la inclusión de componentes de hardware. Afirma que el problema fundamental está a menudo en la estructura de la propia página web.
Para ilustrar esta cuestión, Robinson habla acerca de la forma en que se carga una página web. Cuando un usuario accede a una URL, el navegador tiene que llevar a cabo una serie de tareas para cargar la página. En primer lugar, busca el servidor que necesita visitar, y después entra en contacto con dicho servidor y obtiene el código que describe cómo debe verse la página. El navegador tiene que seguir las instrucciones de este código, a menudo contactando con el servidor varias veces más para ejecutar recursos tales como anuncios o imágenes.
Robinson señala que esos viajes de ida y vuelta para ejecutar recursos son uno de los culpables principales de la desaceleración de las páginas web. Incluso con una conexión rápida y un servidor rápido, estos pasos llevan tiempo, y los retrasos sólo logran exacerbar el problema. Si bien es posible diseñar una página web de manera que se eviten estos problemas, afirma que realmente muchas no están escritas de esa forma. El software de Aptimize optimiza la velocidad sin necesidad de que el cliente cambie nada acerca de cómo se codifica el sitio, ya sea cuando está instalado o en el futuro.
El software se introduce en mitad de la canalización del procesamiento de páginas y la hace más eficiente. Combina los recursos para que sólo tengan que descargarse una vez. Por ejemplo, une cualquier imagen que aparezca en la página a un mosaico, y sólo envía un único archivo de imagen al navegador, dándole instrucciones sobre cómo cortar y mostrar dicho mosaico.
Las páginas web son a menudo codificadas para que los navegadores carguen los mismos recursos varias veces—por ejemplo, cada vez que un usuario vuelva a la página principal. El software de Aptimize identifica los recursos de la página web que cambian con poca frecuencia y le comunica al navegador que los almacene en el caché durante un tiempo mayor al normal (aproximadamente un año), lo que también acelera los tiempos de carga. Además, el software tiene una forma de alertar al navegador si uno de estos recursos cambia. También realiza otras optimizaciones, tales como la compresión de archivos.
Robinson asegura que la compañía cuenta actualmente con unos 120 clientes, incluyendo a Microsoft.com.
En los próximos meses, añade, Aptimize planea enfocarse en optimizar aún más los sitios para dispositivos móviles. La compañía añadirá características tales como la capacidad de detectar un dispositivo móvil y hacer ajustes consecuentes con su menor resolución de pantalla, enviando menos información.
La aceleración de sitios web no sólo es importante para mejorar el PageRank y el rendimiento en los dispositivos móviles, afirma Joe Skorupa, vicepresidente de investigación para la transformación de centros de datos y seguridad de Gartner Research. En muchos casos, incluso unos segundos de retraso pueden costar dinero a las empresas. Cuando se trata de un sitio de comercio electrónico, señala, aquellos clientes más impacientes a menudo no completan una venta si creen que una página tarda demasiado en cargarse. Incluso para las páginas web internas de empresas, las pérdidas de tiempo pueden significar una pérdida de productividad, señala. Si, por ejemplo, una aplicación web en un centro de llamadas toma 30 segundos innecesarios por cada llamada, esto puede obligar a que la empresa tenga que contratar a más personal.
Skorupa asegura que el código encargado de ralentizar las páginas web es a menudo producido por los kits de herramientas que los desarrolladores utilizan para acelerar el proceso de codificación. Muchas empresas no pueden permitirse gastar tiempo ni dinero en la optimización de su propio código. Por eso, Skorupa cree que hay muchas oportunidades para empresas como Aptimize, encargadas de ayudar a optimizar las aplicaciones usando nuevos métodos. "El mal código no es algo que escasee", afirma. "Creemos que, por desgracia, hay poco riesgo de que el código que nos encontremos en el futuro sea mucho mejor que el que tenemos hoy día."