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Sean Gallup | Getty

Tecnología y Sociedad

Los conductores de Uber serán autónomos dependientes en California

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La medida aumentaría los derechos laborales de estos trabajadores, pero para los expertos, no es suficiente. Por su parte, Uber y otras empresas de transporte han rechazado la propuesta de ley y van a financiar una campaña para que la gente pueda votar en contra de esta nueva categoría de empleo

  • por Angela Chen | traducido por Ana Milutinovic
  • 19 Septiembre, 2019

La semana pasada, California (EE. UU.) aprobó un proyecto de ley que convertiría a los trabajadores freelance, incluidos los conductores de Uber y Lyft, en autónomos dependientes en lugar de mantenerse como proveedores o autónomos independientes. La medida supone un duro golpe para las empresas de transporte del estado y el comienzo de una larga batalla.

El portavoz de Uber ya ha declarado que no reclasificarán a sus trabajadores porque los conductores no son "la parte central" de su negocio. (El nuevo proyecto de ley, llamado AB5, destaca que los trabajadores deben considerarse empleados si su trabajo resulta central para el negocio. Así que no hay dudas de que la postura de Uber generará controversia). Uber, Lyft y DoorDash han acordado invertir 82 millones de euros para financiar una campaña que permita a los ciudadanos votar sobre si estos trabajadores deberían formar parte de una nueva clasificación laboral, ya que no serían ni empleados dependientes ni autónomos independientes.

Esta "tercera categoría" ya se ha implementado en otros países, y en algunos casos, los resultados no han sido demasiado positivos. A continuación, vamos a explicar qué significaría esa categoría para los conductores de Uber, y para el futuro del trabajo.

¿En qué consiste esta tercera categoría de autónomo dependiente?

En general, solo hay dos categorías de trabajadores: empleados y autónomos. Sin embargo, otros países tienen más clasificaciones. Por ejemplo, en Reino Unido, España, Alemania, Canadá, Italia y Corea del Sur existe una categoría intermedia, según la experta en derecho laboral de la Universidad de St. Louis Miriam Cherry. Se trata del trabajador autónomo dependiente.

¿Qué está en juego? ¿Qué pueden obtener los trabajadores de tercera categoría y qué no?

Los empleados dependientes generalmente reciben un salario mínimo, entre otros beneficios, tienen permisos de baja por enfermedad, vacaciones pagadas y contribuciones a la Seguridad Social. Los autónomos independientes no tienen derecho a estos beneficios.

No existe una normativa estricta sobre lo que reciben los trabajadores de la tercera categoría. En algunos países reciben un salario mínimo y en otros no. En Europa, el tema de las vacaciones fue muy debatido, afirma Cherry. La experta señala: "Los sindicatos y los trabajadores llevan tiempo luchando para que la gente pueda tener vacaciones, pero los empleadores se han quejado, y esa es una de las cosas menos generosas de la tercera categoría". Pero las políticas de vacaciones de Estados Unidos no son demasiado generosas, así que, irónicamente, hay menos derechos que perder.

Otra gran pregunta es si los trabajadores de la tercera categoría podrán crear sindicatos. Los autónomos de EE. UU.  no pueden hacerlo, pero Uber y Lyft afirman que apoyarán la negociación sectorial, lo que permitiría que los conductores de toda la industria negocien de forma colectiva. Antes de que se aprobara el proyecto de ley de California, las compañías les ofrecieron un nuevo salario mínimo de 19 euros por hora (pero solo cuando un pasajero está en el coche, por lo que el tiempo dedicado a encontrar pasajeros y conducir para recogerlos no contaría).

Cherry señala que implementar la tercera categoría en EE. UU. podría resultar extremadamente difícil. La experta detalla: "Básicamente significa que van tener menos derechos, así que habrá que decidir qué se les quitará, y esas decisiones son muy difíciles. Tendría que decir que estoy en contra, porque el diablo está en los detalles".

¿Cómo ha funcionado la tercera categoría en otros países?

Los resultados han sido dispares. En Reino Unido, los trabajadores de esta tercera categoría tienen un salario mínimo y vacaciones pagadas. Pero en Italia, muchas empresas simplemente trasladaron a sus trabajadores dependientes a esta nueva categoría, lo que les restó beneficios.

Por su parte, la organizadora principal de la campaña de activismo Gig Workers Rising, Shona Clarkson, cree que las propuestas de estas compañías de transporte son "una versión diluida de lo que los conductores llevan años exigiendo" y no satisfacen sus otras necesidades. Gig Workers Rising continuará luchando para que los conductores sean considerados trabajadores dependientes y añade que la campaña de 82 millones de euros es una prueba de que "estas compañías tienen miedo".

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