Tras su pasividad ante la tecnología, la nueva iniciativa de inteligencia artificial de Trump sigue quedándose corta a ojos de los expertos, que ven cómo China, Francia y Canadá están haciendo grandes esfuerzos para respaldarla y beneficiarse de ella
Aunque la inteligencia artificial (IA) tal vez naciera en Estados Unidos, otros países, como China, Canadá y Francia, están haciendo grandes esfuerzos para respaldar la tecnología y beneficiarse de ella. Y por, supuesto, el presidente de EE. UU., Donald Trump, no quiere quedarse atrás. Por eso, recientemente ha firmado una orden ejecutiva para lanzar una iniciativa propia sobre la IA.
Los puntos clave de la "Iniciativa Estadounidense sobre la IA" fueron publicados en primicia por la Oficina de la Política Científica y Tecnológica de EE.UU. Según lo publicado, la iniciativa nace para impulsar la industria de la inteligencia artificial de Estados Unidos. Para ello, reasignará fondos, creará nuevos recursos e ideará formas para que el país remodele la tecnología, que cada vez es más global.
Sin embargo, a pesar de sus ambiciosos objetivos, los detalles están poco claros y no especifican ninguna cantidad de fondos para investigar la IA. De momento, sus cinco puntos clave son:
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Redirigir los fondos: la orden obliga a las agencias federales de fondos a priorizar las inversiones en inteligencia artificial
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Crear recursos: tratará de ofrecer datos federales, modelos y recursos informáticos a los investigadores de IA
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Establecer normas: obligará al Instituto Nacional de Normas y Tecnología de EE.UU. a crear normas que fomenten el desarrollo de "sistemas de IA estables, sólidos, confiables, seguros, portátiles e interoperables"
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Formar a los trabajadores: pedirá las agencias que prioricen la preparación de los trabajadores para los cambios provocados por la IA a través de los programas de formación, especialización y becas
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Actuar en el plano internacional: requerirá una estrategia de colaboración internacional que garantice que la inteligencia artificial se desarrolla de manera coherente con los "valores e intereses" estadounidenses
En uno de sus recientes discursos de Estado, Trump hizo una breve referencia a las "industrias del futuro", y los funcionarios de la administración indicaron que el presidente estaba preparando una serie de órdenes ejecutivas para impulsar la competitividad de EE. UU. en las principales áreas tecnológicas, como IA, la conectividad 5G, y la computación cuántica.
No cabe duda de que a la Casa Blanca le interesa tener una política coherente sobre la inteligencia artificial si quiere mantener su poder militar estadounidense, su fuerza económica y su influencia en el extranjero. La administración de Trump, al igual que otros países que están ignorando la tecnología, ha sido criticada por adoptar una postura de no intervención en el campo de la IA (ver Cómo destrozar el sector de la inteligencia artificial de todo un país). El año pasado, el entonces secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, envió un memorando a la Casa Blanca en el que le pedía al presidente que definiera una estrategia nacional sobre la IA.
El profesor de la Universidad de Harvard (EE. UU.) quien presidió el Consejo de Asesores Económicos del presidente Obama y ayudó a elaborar el influyente informe de 2016 de ese Gobierno sobre inteligencia artificial, Jason Furman, considera que el nuevo plan de IA es alentador, pero que solo representa un primer paso. El experto opina: "La Iniciativa estadounidense sobre IA de esta administración incluye todos los elementos correctos; la prueba crítica será ver si se cumplirá con vigor. Es un ambicioso plan pero sin detalles y no es de aplicación inmediata".