Así lo afirma el profesor del MIT Daron Acemoglu, especializado en el impacto de la tecnología en la economía. Aunque afirma que los robots no están a punto hacer colapsar el mercado laboral, defiende que las empresas no son ONG y que la responsabilidad de evitarlo es de todos nosotros
Todos somos responsables de garantizar que la automatización no arruine la vida de muchas personas, sentencia el profesor de economía del MIT Daron Acemoglu, una voz líder sobre el impacto de la tecnología en la economía.
Acemoglu hizo este llamamiento durante la reciente conferencia EmTech Next organizada por MIT Technology Review en Cambridge (EE. UU.). Su mensaje se centró en alertar de que las sociedades deben invertir en educación y bienestar para poder aprovechar todos los beneficios de la robótica y de la inteligencia artificial (IA), y añadió: "No es responsabilidad de una persona, es una responsabilidad colectiva".
Señaló que la innovación tecnológica de las últimas décadas no ha conseguido aumentar los salarios ni la productividad de manera significativa. Su investigación descubrió que los hombres de mediana edad que se graduaron de la escuela secundaria ganan aproximadamente un 35 % menos que sus homólogos de la generación previa en EE. UU.
¿Existe una razón que explique esta discrepancia? Las diferentes tecnologías afectan al mercado laboral de diferentes formas. Acemoglu afirmó que las "tecnologías habilitantes", que son aquellas que ayudan a los trabajadores a ser más productivos en día a día, aumentan los salarios y la demanda laboral. Por ejemplo, piense en cómo el software de diseño asistido por ordenador (CAD, por sus siglas en inglés) ayuda a los diseñadores a dibujar con más precisión.
Por el contrario, las "tecnologías de reemplazo", como los robots multitarea que ya abarrotan las cadenas de montaje, asumen trabajos que antes pertenecían a los trabajadores humanos, lo que podría reducir los salarios así como dejar a las personas sin empleo.
Esto no significa que nos dirijamos a una catástrofe robótica. Acemoglu detalló: "Existe un cambio y una pérdida por crear prosperidad compartida, pero eso no significa que nos estemos dirigiendo hacia una economía sin trabajo humano en un futuro próximo".
El experto sostuvo que la modernización de las instituciones permitirá que más personas se beneficien de las nuevas tecnológicas. En concreto, señaló la revisión del sistema educativo, que según él, es igual mismo para todos y no ha cambiado mucho desde el siglo XIX. La IA puede ayudar a mejorar la educación, ya que los docentes podrían adaptar sus planes de estudio para los diferentes estilos de aprendizaje y tipos de estudiantes. Pero para ello, los gobiernos deben dar recursos a las escuelas para que puedan implementar esta tecnología.
Acemoglu concluyó: "Cuando las empresas despiden a sus trabajadores en lugar de crear empleos, ponen a prueba a toda la comunidad. Pero todos nosotros tenemos que pensar cómo contribuir [a la solución]... Las empresas no son organizaciones de caridad, por lo que toda la comunidad debe unirse".