Encontrar al compañero de piso perfecto, sugerir vinos en función de sus gustos... el mercado de los test de ADN para el consumidor no para de crecer, pero la mayoría de la oferta no tienen ninguna ciencia sólida detrás. Le ofrecemos algunas pautas para detectar cuándo le están vendiendo humo
El mercado de las pruebas genéticas de consumo está en auge. En 2017, el número de personas que realizaron pruebas de genealogía genética para el consumidor se duplicó con creces, con más de 12 millones de clientes.
Esta locura se está expandiendo rápidamente más allá de la ascendencia genética. Una ola de nuevos tipos de pruebas pretende hacer recomendaciones personalizadas de todo tipo: estilo de vida, productos para el cuidado de la piel y tipo de dieta, entre otras. Pero tenga cuidado: en muchos casos estas pruebas no aportan mucho (o incluso nada). La ciencia que las sustenta es a menudo frágil, si es que existe alguna (ver Cómo despilfarrar el sueldo de un mes en pruebas genéticas que no sirven para nada).
Esta es la razón que provoca que muchas de estas pruebas vengan acompañadas de una encuesta o cuestionario sobre los hábitos, la salud y otra información personal que el cliente debe rellenar. Así que lo que se comercializa como una prueba de ADN, en realidad, podría no ser más que un simple análisis de sus respuestas. Es posible que el ADN no se tenga en cuenta para hacer la recomendación.
Otra señal de alerta es un resultado que recomienda otros productos o servicios. "Cuando alguien que le vende una prueba dice que necesita este producto, debe cuestionar sus motivos", alerta el médico y genetista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (EE. UU.) James Evans.
Más allá de esas reglas generales, hemos identificado algunas pruebas que destacan como particularmente falsas y que deben analizarse con más que un poco de desconfianza.
Nutria
Qué dicen que venden: la popular marca de comidas congeladas Lean Cuisine está probando un nuevo servicio de planificación de menús que incluye una prueba de ADN. Afirma que sus "marcadores genéticos ayudan a determinar la ingesta de nutrientes personalizada", pero el servicio también incluye una encuesta que pregunta sobre sus preferencias alimenticias, alergias y estilo de vida.
Qué ofrecen: con un precio de unos 65 euros por ocho semanas (está en una fase de prueba), el programa ofrece recomendaciones para recetas, opciones para cenar y comidas preparadas (probablemente de Lean Cuisine).
Qué ciencia tiene detrás: el servicio también incluye una aplicación que permite conectar con un nutricionista. Eso es probablemente más útil que el análisis de ADN: un estudio reciente publicado en el Journal of the American Medical Association encontró que las dietas basadas en los resultados de ADN no ayudan a perder peso. Otras compañías, como Nutrigene y LifeDNA, quieren venderle suplementos vitamínicos a partir de una prueba de ADN.
SkinGenie
Qué dicen que venden: la mayoría de la gente ya sabe si tiene la piel grasa, seca o mixta. Entonces, ¿de qué sirve hacerse una prueba de ADN? Eso es lo que me preguntaba después de contestar el cuestionario de 10 preguntas de SkinGenie sobre mi tipo de piel, problemas de piel, edad y alergias.
Qué ofrecen: para ver los productos de cuidado de la piel que la compañía ha seleccionado para usted, debe cargar sus datos básicos de 23andMe en el sitio o comprar un kit de prueba de ADN a través de LifeNome. El precio varía entre los 50 euros y los 330 euros.
Qué ciencia tiene detrás: SkinGenie dice que su informe explora los rasgos de la piel como la sensibilidad al Sol y la predisposición a tener acné, cosas que un dermatólogo autorizado probablemente podría decirle sin tener que analizar su información genética.
Vinome
Qué dicen que venden: Promovido por Helix, una especie de tienda de aplicaciones para productos de ADN, esta compañía dice que le propondrá una selección de vinos personalizada en función de su ADN.
Qué ofrecen: debe pagar unos 65 euros para hacerse una prueba de ADN a través de Helix y luego comprar el perfil de Vinome por unos 25 euros. Vinome dice que usa "10 marcadores genéticos relacionados con el olfato y el gusto" para identificar ocho perfiles únicos, pero también le pide que realice una encuesta de preferencia de gusto. Luego, una vez que obtenga los resultados, la empresa le venderá botellas individuales de vino o un programa de membresía.
Qué ciencia tiene detrás: los investigadores han descubierto que ciertas personas están predispuestas a odiar el sabor de las coles de Bruselas o el cilantro, pero su inclinación por ciertos vinos es probablemente mucho más compleja.
SpareRoom
Qué dicen que venden: la compañía tiene una aplicación móvil que le ayuda a encontrar compañero de piso. Pero ahora está probando un nuevo servicio que utiliza una muestra de ADN y una prueba de personalidad online para que coincida con compañero compatible.
Qué ofrecen: después de enviar una muestra de su saliva, SpareRoom le brinda un informe que muestra cómo su genética influye en 14 características, como: la espontaneidad, el optimismo, la tolerancia al estrés, la autoconciencia y la confianza. La compañía aún no ha establecido el precio que cobrará cuando implemente el servicio en Estados Unidos y en el Reino Unido.
Qué ciencia tiene detrás: aunque algunos estudios han encontrado vínculos genéticos con trastornos mentales y de personalidad, los expertos siguen sin ponerse de acuerdo sobre qué parte de nuestro carácter y temperamento está realmente influenciado por nuestro ADN.
Para los expertos, el problema con estas pruebas es que se parecen más a una especie de carta astral genética. Simplemente no sabemos lo suficiente sobre las interacciones complejas de nuestros genes para hacer este tipo de recomendaciones personalizadas.
Entonces, ¿por qué comercializar estos servicios como pruebas de ADN cuando el análisis de ADN en sí mismo es inestable en el mejor de los casos? "Cuando una nueva área científica emerge, y resulta popular y sexy, se convierte en una herramienta de marketing", dice la investigadora del Instituto de Bioética Johns Hopkins Berman (EE. UU.) Debra Mathews. La experta señala una moda similar que surgió durante el auge de la investigación con células madre: las compañías de belleza comenzaron a comercializar todo tipo de productos "regenerativos" para el cuidado de la piel que afirmaban contener células madre.
Pero más allá del dinero rápido, muchas de las compañías también están jugando un juego más grande. Cuando tienen los datos de los clientes, pueden compilarlos y venderlos a los investigadores. Ahí es donde de verdad se puede ganar dinero.
Mathews dice que los consumidores deberían pensar si realmente están dispuestos a renunciar a los derechos de sus datos genéticos para una breve satisfacción de recomendaciones "personalizadas". Antes de escupir en un tubo de ensayo, Mathews aconseja: "Lea la letra pequeña".