Una investigación demuestra que da igual que se entrenen con datos de la policía o con denuncias de las víctimas porque toda la información está sesgada por las propias desigualdades de la sociedad. La única solución para evitar que la inteligencia artificial policial perpetúe la injusticia consiste en no usarla
El país se convirtió en ejemplo por su gestión de la pandemia de coronavirus cuando lanzó su aplicación de rastreo de contactos en marzo de 2020. Pero, aunque el Gobierno prometió que la información solo se usaría con fines de salud, se ha descubierto que también se utilizó en investigaciones policiales
La nueva normativa endurece las reglas para exportar productos como el reconocimiento facial y el software espía. Se sabe que distintos gobiernos autoritarios han adquirido estas tecnologías de empresas europeas para reprimir y violar derechos humanos en eventos como la Primavera Árabe
Bajo el liderazgo de Bolsonaro, el país está creando una base centralizada con toda la información disponible de sus ciudadanos, desde sus nombres hasta sus secuencias genómicas, que va en contra de su propia ley de protección de datos y que podría usarse para restringir las libertades de la población
El sistema para identificar a presuntos delincuentes en tiempo real, que se implantó sin ningún tipo de consulta pública, funciona con una base de datos que puede encontrarse fácilmente en internet y que incluye información privada de hasta 166 menores, algunos de ellos de entre uno y tres años de edad
El coronavirus ha disparado el uso de pulseras y tobilleras para monitorizar a presos y ciudadanos sin un debate previo sobre sus amenazas para la privacidad, y sin haber resuelto sus problemas técnicos. Se trata de un caso claro de vigilancia progresiva que podría normalizarse si no actuamos rápido
Investigadores de McAfee han logrado engañar a un sistema de reconocimiento facial para que identifique a la persona de una fotografía como si fuera otra. Su trabajo intenta demostrar lo vulnerables que son estos sistemas, cada vez más utilizados en procesos como la vigilancia y la contratación
Las grabaciones del asesinato de George Floyd y el tiroteo de Jacob Blake han catalizado en un movimiento generalizado de protestas contra impunidad de las fuerzas del orden. Frente a tecnologías previas, como las fotografías, estos vídeos personales podrían cambiar la vigilancia para siempre.
La pandemia ha popularizado las herramientas que vigilan a los estudiantes durante los exámenes gracias a la inteligencia artificial y la biometría. Sin embargo, sus algoritmos tienden a perpetuar discriminaciones como el racismo y el sexismo, y suponen una invasión de la privacidad de los alumnos
La nueva ley de seguridad nacional otorga al Gobierno chino nuevos poderes sobre la ciudad semiautónoma, como el de efectuar allanamientos sin orden judicial y obligar a las plataformas a eliminar publicaciones. Aunque las tecnológicas se niegan, puede que acepten para no perder cuota de mercado