La temperatura media en superficie fue 0,75 °C superior al periodo 1960-1990. En 2014 este aumento se limitó a 0,57 °C
Las cifras han sido anunciadas, y no perdonan: 2015 fue el año más caluroso de la historia registrada, y con mucha diferencia. No sorprende este anuncio, pues los científicos que monitorizan las temperaturas globales ya predijeron a final de año que se batiría un nuevo récord de calor, en parte debido al intensificado efecto de El Niño que está actuando ahora sobre el océano Pacífico. Pero los datos publicados el miércoles confirman que el calentamiento global antrópico está elevando las temperaturas a un ritmo alarmante: el 2014 estableció el récord anterior para la temperatura global media en superficie, que se situó en 0,57 °C por encima de la temperatura media entre 1960-1990. En 2015, esta cifra ha ascendido a 0,75 °C.
Si a priori no le parece un gran cambio, considere que el acuerdo alcanzado en la COP21 de Naciones Unidas en París (Francia) en diciembre aspira a limitar el calentamiento a 2 °C por encima de los niveles preindustriales. La buena noticia es que el acuerdo representa el primer esfuerzo global de intentar frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. La mala, es que solo nos encontramos a mitad de camino de alcanzar esa meta de los 2 °C. Lo que es peor, las cifras publicadas el miércoles podrían quedarse cortas, e incluso si se cumple con el acuerdo de París podría estar avecinándose un calentamiento mucho mayor, a no ser que nos volvamos mucho más ambiciosos con nuestras emisiones objetivas.
(Fuentes: New York Times, Guardian, New Scientist)