El primer estudio sobre los presupuestos en los Juegos Olímpicos destapa un exceso medio del 156% y los sitúa como los megaproyectos más arriesgados por encima de puentes y centrales energéticas
Cuando arranquen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil) el mes que viene, el Gobierno tendrá que gastar más 4.000 millones de euros en nuevos estadios, villas olímpicas, centros de transmisión y medios internacionales, transporte, administración, fuerza laboral, y así sucesivamente. Es considerablemente más de lo que se había presupuestado cuando los juegos fueron adjudicados en 2009. El sobrecoste probablemente rondará el 50%, pero nadie lo sabrá con seguridad hasta que terminen los juegos. Sea cual sea la cifra final, se prevé que superarán su presupuesto original por un importante margen.
Los juegos olímpicos son muy conocidos por sus sobrecogedores sobrecostes, Pero, ¿acaso devoran más dinero que otros megaproyectos como la construcción de nuevos puentes, vías ferroviales, centrales energéticos y proyectos de TI?
La sorprendente respuesta es que nadie lo sabe porque nunca se ha realizado un estudio a gran escala de los costes y sobrecostes asociados con los juegos olímpicos.
Hoy eso cambia gracias al trabajo de los investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Bent Flyvbjerg, Allison Stewart y Alexander Budzier. Han realizado un detallado examen post mortem de los juegos olímpicos de verano e invierno desde la Olimpiadas de Múnich (Alemania) de 1972. Los investigadores revelan por primera vez la escala de los desastres financieros que han plagado los juegos. Sus resultados revelan los juegos más baratos y caros de la historia y demuestran una vez y por todas que los sobrecostes de los juegos olímpicos son del 156%, algo que eclipsa totalmente los excesos de presupuesto de cualquier otro tipo de megaproyecto.
El equipo empezó por investigar y después sumar el presupuesto de cada juego de verano y de invierno desde 1960, y los comparó con el presupuesto establecido originalmente. Dicen que estos datos están disponibles para 19 de las 30 ediciones de Juegos Olímpicos celebrados durante este período, un dato que resulta interesante por sí solo. "Por muy increíble que suene, esto quiere decir que nadie parece conocer los sobrecostes de más de la tercera parte de los juegos celebrados entre 1960 y 2016", afirma la investigación.
El equipo sólo incluye el coste de ejecución de los juegos, como los gastos de transporte, administración de la plantilla, seguridad, servicios de catering, ceremonias de presentación de medallas y otros costes parecidos. También incluyen los gastos de capital como la construcción de instalaciones deportivas y espacios de competición, villas olímpicas e instalaciones para los medios de comunicación.
Pero no incluyen otros gastos indirectos, como el dinero invertido en mejorar las infraestructuras locales del transporte, que para muchos juegos ha superado la suma de todos los demás costes.
El equipo también siguió la convención internacional a la hora de comparar los costes en términos reales para tomar en cuenta las fluctuaciones de divisas, la inflación y otras variaciones similares.
Los resultados representan una interesante lectura. Resulta que los juegos olímpicos de verano más caros de la historia fueron los de Londres (Reino Unido) de 2012, que costaron unos 13.600 millones de euros y excedieron el presupuesto original por un margen del 76%.
El equipo es especialmente crítico con los anfitriones de 2012. Afirman que Londres logró la concesión de los juegos en 2005 con una estimación presupuestaria que se demostró ser inadecuada tan sólo dos años después y fue aumentada en un 100%.
"Entonces, cuando resultó que los sobrecostes finales se quedaron ligeramente cortos del presupuesto modificado, los organizadores afirmaron falsa pero muy públicamente que los juegos de Londres se habían completado sin llegar a gastarse todo el presupuesto", escribe Flyvbjerg. "Esta deliberada desinformación sobre sobrecostes recorre una delgada línea entre la manipulación mediática y mentir abiertamente", añade.
Los juegos olímpicos de verano más baratos se celebraron en Tokio (Japón) en 1964, por un gran total de tan sólo unos 254 millones de euros, y los juegos de invierno más baratos se celebraron ese mismo año en Innbsruck (Austria) y costaron tan sólo 20 millones de euros.
En general, los juegos olímpicos de invierno son más baratos que los juegos de verano, con un presupuesto medio inferior a 3.000 millones de euros frente a los más de 4.700 millones de euros.
Existe una excepción que distorsiona bastante las cifras: los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (Rusia) de 2014. Costaron casi 20.000 millones de euros, lo que los convierte en los juegos más caros de la historia y aumentan significativamente el presupuesto medio de los juegos de invierno. Sin incluir este dato, la media presupuestaria de los juegos de invierno es inferior a los 2.000 millones de euros.
Pero las cifras más inverosímiles del informe del equipo son las de sobrecostes. "Todos los juegos, sin excepción, han tenido sobrecostes", escriben. De media, los presupuestos se exceden en un 156%. Los juegos con el mayor sobrecosto fueron los de Montreal (Canadá) de 1976, cuyos costes superaron el presupuesto en un inverosímil 720%, y la ciudad tardó 30 años terminar de pagarlos. A estos les siguen los Juegos Olímpicos de Inverno del Lago Plácido (Nueva York, EEUU) de 1980, que tuvieron un sobrecoste del 324%, los de Sochi con un 289% y los de Barcelona (España) con un 266%.
De forma curiosa, el menor exceso de presupuesto fue de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, que sólo superó el presupuesto en un 2%. El equipo de Flyvbjerg examinó la fiabilidad de las cifras y concluyó que parecen razonables dadas otras medidas, como el coste de los juegos por atleta, que concuerdan con los de otros juegos. "Los costes declarados se consideran entonces adecuados para la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín, y no hemos encontrado ninguna prueba directa de que las cifras oficiales hayan sido manipuladas", escribe el equipo.
Por supuesto, se sabe que China ha gastado ampliamente en cosas no relacionadas con el deporte, como la infraestructura del transporte, y se cree que estos costes habrán superado ampliamente los 30.000 millones de euros.
Por último, el equipo de la Universidad de Oxford comparó los sobrecostes de las olimpiadas con los de otros megaproyectos. Los juegos olímpicos no salen demasiado bien parados.
El exceso medio para importantes proyectos de transporte es del 20% para carreteras, del 34% para grandes puentes y del 45% para proyectos ferroviarios. Hay un sobrecoste medio del 90% para los diques y del 107% para proyectos de TI.
Entonces, ¿a qué se debe esta diferencia, por qué cuestan tanto las olimpiadas? Los investigadores señalan que un motivo podría ser el calendario fijo de los juegos, que no puede ser modificado aunque existan graves problemas. "Lo único que los gestores pueden hacer con las Olimpiadas es echarle más dinero al problema, y eso es lo que sucede", escriben. En otras palabras, los juegos olímpicos en efecto requieren un cheque en blanco.
Sin embargo, existen algunos esfuerzos por reducir los sobrecostes de los juegos, y parecen estar surtiendo efecto. Durante la década de 1990, el Comité Olímpico Internacional lanzó un programa para aprender a organizar los juegos de la manera más eficaz, acumular estos conocimientos y transferirlos a los próximos juegos, un sistema llamado el Programa de Gestión de Conocimientos de los Juegos Olímpicos. El programa arrancó antes de los juegos de verano de Sidney (Australia) en 2000 y ha seguido ejecutándose desde entonces.
Este programa parece haber sido eficaz, afirma el equipo de Flyvbjerg. El sobrecoste medio para los juegos antes de 1999 fue del 230% (algo que incluye los sobrecostes del 289% de los juegos de Sochi). "El Programa de Gestión de Conocimientos de los Juegos Olímpicos parece estar logrando reducir el riesgo de costes para los juegos", concluyen.
Río de Janeiro tendrá unos sobrecostes de alrededor del 51% y se aproximará a la media en cuanto a costes totales y costes por atleta. Y estos juegos parecen haber invertido las grandes inversiones de los últimos juegos de Londres y Sochi.
Eso será preocupante para las ciudades y gobiernos con intenciones de presentar candidaturas para celebrar los juegos. Ahora disponen por primera vez de una evaluación independiente del coste de los juegos pasados y sus excesos. "El que una ciudad y nación decidan celebrar los Juegos Olímpicos equivale decidir abordar uno de los tipos más caros y económicamente arriesgados megaproyectos que existe, algo que muchas ciudades y naciones han aprendido de primera mano", advierten los investigadores.
Ref: arxiv.org/abs/1607.04484: The Oxford Olympics Study 2016: Cost and Cost Overrun at the Games