Su hardware aplica descargas al cerebro en los momentos adecuados, lo que podría ayudar a tratar enfermedades mentales debilitantes
Uno de los proyectos más audaces fundados el año pasado bajo la iniciativa BRAIN de la administración de Obama tiene por objetivo intervenir en las enfermedades mentales mediante el uso de una interfaz cerebral eléctrica. El plan consiste en el desarrollo de un sistema que detecta y modula la actividad eléctrica anormal, con la esperanza de ayudar a los pacientes con enfermedades desde la ansiedad severa como el síndrome de estrés postraumático. Rikky Muller, una emprendedora de origen israelí y la cofundadora de Cortera Neurotechnologies, está diseñado un hardware implantable que se destinará a interactuar directamente con el cerebro.
Hace mucho tiempo que Muller se interesa por las interfaces cerebrales con potencial clínico. Después de formarse como ingeniera eléctrica y diseñar chips para cámaras digitales, pivotó hacia la neurociencia. Durante los estudios de postgrado en la Universidad de California en Berkeley (EEUU), trabajó en implantes neuronales para decodificar el pensamiento humano para controlar prótesis robóticas. También diseñó un dispositivo inalámbrico que podría interpretar las señales cerebrales en detalle mientras descansa sobre la superficie del córtex, en lugar de alojarse en un lugar más profundo del cerebro. Ese trabajo dio lugar a la fundación de Cortera Neurotechnologies en 2013, durante el último año de su doctorado. "Creíamos que podría cambiar la vida de los pacientes", dice.
Los dispositivos que graban la actividad eléctrica directamente desde la superficie del cerebro – similar al trabajo inicial de Cortera Neurotechnologies – ya se utilizan de forma clínica para mapear el córtex durante las cirugías y para determinar la localización de las convulsiones. En teoría, estos dispositivos también podrían monitorizar enfermedades neurológicas o psiquiátricas graves de forma continua. Muller se muestra algo elusiva, en cambio, en cuanto a los planes de Cortera Neurotechnologies dentro del mercado en auge de la neuromodulación. "Tenemos una aplicación específica en mente", explica, "pero no vamos a desvelar cuál es".
—Amanda Schaffer. Traducido por Teresa Woods
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