Biotecnología
Conseguida la detección de señales de lesiones crónicas en los cerebros vivos del fútbol
Una nueva tecnología ha recogido esta información de ocho antiguos jugadores profesionales de fútbol americano y podría revelar el verdadero riesgo de las lesiones repetidas en la cabeza en los deportes de contacto
Foto: Comparado con un cerebro normal (izquierda), el cerebro de un antiguo jugador de fútbol americano (derecha), un línea de 59 años, está infestado de proteína tau (colores no azules).
Ocho antiguos jugadores profesionales de fútbol americano han sabido este año que tienen síntomas de una disfunción cerebral degenerativa denominada encefalopatía traumática crónica (CTE por sus siglas en inglés), una enfermedad relacionada con la depresión, la demencia, y la pérdida de memoria. Estos lúgubres hallazgos se han dado usando un nuevo método de toma de imágenes cerebrales que, por primera vez, permite a los investigadores detectar síntomas de la disfunción en un cerebro vivo. Hasta ahora, la CTE sólo se podía identificar tras el fallecimiento de la víctima.
Este nuevo método podría servir para cuantificar los riesgos derivados de recibir golpes repetidos en la cabeza (ver "Imágenes de una enfermedad que golpea fuerte"). También podría ayudar a los jugadores del futuro a evitar esta condición degenerativa y, a veces, mortal limitando su exposición, y podría ayudar a los científicos a desarrollar mejores equipos de protección y tratamientos.
En 2002, los investigadores empezaron a identificar la CTE en el cerebro de antiguos jugadores de la liga de fútbol profesional americana (NFL por sus siglas en inglés) fallecidos. Desde entonces, se ha diagnosticado a decenas de antiguos jugadores de esta manera. "Aquel trabajo fue muy interesante y muy productivo, pero el problema era que sólo se podía hacer un diagnóstico después del fallecimiento", explica el neurocirujano y antiguo médico de los Steelers de Pittsburgh, Julian Bailes. "No hay ninguna esperanza de poder tratarlos a menos que se les pueda diagnosticar mientras están vivos".
Hace unos tres años, Bailes empezó a buscar métodos capaces de hacer ese diagnóstico en personas vivas. Se unió a un grupo de investigadores en la Universidad de California Los Ángeles (EEUU) dirigido por Gary Small, cuyo equipo ya había desarrollado una técnica de escaneo del cerebro para identificar síntomas de Alzheimer en el cerebro de pacientes vivos. Los investigadores adaptaron el método para conseguir la imagen de una proteína llamada tau que se ha asociado con la CTE.
Oficialmente, la única forma posible de diagnosticar la CTE sigue siendo una autopsia del cerebro, Los patólogos usan tinturas especiales que se ligan a la proteína tau y a otras proteínas para examinar el estado de las células del cerebro y después buscan los patrones característicos de la CTE.
El nuevo método para identificar síntomas de CTE en cerebros vivos se basa en la tomografía por emisión de positrones (PET por sus siglas en inglés). Los investigadores de la Universidad de California han desarrollado un compuesto radioactivo que se puede inyectar por vía intravenosa. El compuesto circula por el flujo sanguíneo y dentro de cerebro, donde se fija a las proteínas tau, que de esta forma se pueden medir con un PET. Toda la prueba lleva aproximadamente una hora.
El compuesto radioactivo también se adhiere a las proteínas amiloides. La agregación de amiloides y tau son culpables de producir la enfermedad de Alzheimer, mientras que la tau es el indicador principal para la CTE. Bailes y sus compañeros afirman que las regiones del cerebro que destacan en las imágenes PET de los pacientes con Alzheimer son distintas a las de los pacientes con CTE.
Este mismo año, el grupo de Bailes publicó los resultados para cinco antiguos jugadores de la NFL; todos ellos tenían una acumulación de proteínas tau en el cerebro. "Por primera vez podemos ver la huella de lesiones cerebrales anteriores, sobre todo de las lesiones menores y repetitivas, y saber dónde se acumula la lesión en el cerebro", afirma Bailes.
El compuesto de la Universidad de California es el único agente de imagen para PET que se ha usado para detectar acumulaciones de tau en cerebros humanos vivos. Sin embargo, puede hacer otro agente más específico en camino. La compañia farmacéutica, Eli Lilly, que ya vende un agente específico para amiloides para PET, está probando un agente específico para tau.
Una ventaja del método de escaneado PET es que observa el comportamiento de las células vivas, explica Bailes. Es un detalle de importancia puesto que los cerebros con CTE no muestran grandes cambios estructurales como la atrofia, que sí puede aparecer en otro tipo de toma de imágenes, como la resonancia magnética. "La sutil lesión sobre la superficie no es grave ni letal, pero mediante los repetidos de este tipo, pueden producir problemas", sostiene Bailes.
Antes de que el método de escaneado PET pueda usarse para diagnosticar la CTE, hay que hacer escáneres a más jugadores y a otras personas para poder verificarlo. Algunas de esas pruebas adicionales podrían salir a la luz muy pronto, dado que los investigadores afirman que publicarán los resultados de más jugadores en un futuro próximo.
La falta de un diagnóstico en vida impide conocer la prevalencia real de la CTE entre los atletas de deportes de contacto, veteranos del ejército, y el resto de la población. "No sabemos quién la tiene ni por qué", afirma Bailes.
Un método para diagnosticar la CTE en cerebros vivos también podría ayudar a los investigadores a conocer mejor los detalles biológicos de la disfunción, entre ellos cómo progresa y si se puede revertir o no. Al igual que las autopsias, las imágenes PET muestran que la proteína tau lesiva se acumula en las regiones del cerebro que afectan a la memoria, el comportamiento y las emociones. No hay tratamientos específicos para la CTE, aunque la terapia psicológica y algunos medicamentos como los antidepresivos pueden servir de ayuda. Muchas víctimas de CTE se suicidan, afirma Bailes. "Sólo a través de un diagnóstico mientras viven podremos pensar en intervenir", afirma.
Aunque a la luz de estos informes sobre la CTE en antiguos jugadores de la NFL, es posible que los aficionados al deporte se preocupen por el futuro del mismo, el método del escaneado PET podría jugar un papel importante en la protección de los atletas y ayudar a que el juego se adapte. Un diagnóstico en vivo ayudaría a los investigadores a desarrollar fármacos para el tratamiento o la prevención de la CTE. Y comprender mejor la lesión quizá podría servir para crear mejores cascos para prevenirla.
Si se verifica el método podría, además, ayudar a atletas, soldados y otros a evaluar los riesgos mejor. "Podría ser una forma de hacer un cribado, para que la gente sepa si hay una deposición que indica que tienen algún tipo de lesión", explica Bailes. "Entonces podrían desarrollar estrategias para seguir participando o retirarse".