Fabricantes solares como Suntech están pasando por dificultades. Cientos de empresas tienen que desaparecer para que la industria se recupere.
Suntech, una empresa china que en 2011 era el mayor productor mundial de paneles solares, se tambalea al borde de la quiebra. Se está quedando sin dinero en efectivo, debe a los inversores 500 millones de dólares (390 millones de euros), que se suponía iba a pagar el viernes de hace dos semanas pero no lo hizo, y está saturada con pagos de miles de millones de dólares en préstamos en su lucha por ganar dinero en un mercado inundado de su producto.
Si Suntech fracasa y cierra sus fábricas, podría no ser algo malo. Algunos expertos de la industria señalan que es necesario que cientos de empresas de energía solar fracasen para ayudar a que el suministro de paneles solares vuelva a estar en línea con la demanda. Eso frenaría la caída de los precios y, a medida que la demanda se recuperase, permitiría a las empresas justificar la compra de nuevos equipos y la introducción de innovaciones que a la larga serían necesarias para que la energía solar compita con los combustibles fósiles.
Sin embargo, hay muchas probabilidades de que Suntech, y muchas otras compañías en China, sean rescatadas por los Gobiernos locales, lo que retrasaría la tan necesaria reducción de la capacidad de producción. A nivel mundial, las empresas solares tienen la capacidad de fabricar entre 60 y 70 gigavatios de energía solar al año, pero la demanda en el año 2013 solo se espera que alcance alrededor de los 30 gigavatios.
El exceso de oferta mundial de paneles solares, que ha durado casi dos años, es en parte el resultado de grandes inversiones respaldadas por el Gobierno en fábricas en China, donde se ubican dos tercios de la capacidad de producción de paneles solares. El superávit ha sido una buena noticia para los consumidores e instaladores, porque ha contribuido a impulsar una caída en picado de los precios de los paneles solares. Han caído un 60 por ciento desde principios de 2011, según GTM Research. Los paneles solares se vendían por 4 dólares el vatio hace ocho años. Hoy día es común comprarlos a 78 centavos de dólar por vatio, señala Jenny Chase, analista de Bloomberg New Energy Finance.
No obstante, la rápida caída de los precios ha sido difícil para los fabricantes solares. La bajada ha ayudado a reducir los costes puesto que el precio de los materiales ha estado disminuyendo y se han realizado mejoras incrementales en los equipos de fabricación existentes. Sin embargo, en muchos casos los costes no han caído lo suficientemente rápido como para que las empresas puedan estar al día con la bajada de los precios de los paneles, provocando que no haya beneficios y que sea difícil invertir en nuevos equipos necesarios para mantener la reducción de costes.
Aunque el Gobierno chino ha apoyado el rápido crecimiento de la capacidad de producción solar, asegura que la situación actual es insostenible y recomienda permitir que las empresas menos competitivas fracasen. "Beijing sabe que no es posible tener 500 fabricantes de módulos en China, que es la cifra actual", señala Chase. No ocurre necesariamente lo mismo con los Gobiernos locales, que quieren que las empresas permanezcan abiertas para evitar la pérdida de miles de puestos de trabajo.
La situación ha retrasado la comercialización de tecnología avanzada que habría requerido nuevos equipos de manufactura. Por ejemplo, Suntech ha estado prometiendo durante años aumentar la producción de sus células solares Pluto, que se basan en diseños de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), y que establecen nuevos récords de eficiencia y pueden generar mucha más electricidad que las convencionales. Sin embargo, esta tecnología se ha detenido.
El exceso de oferta de paneles solares baratos ha sido particularmente difícil para las start-ups y otras empresas con nuevas tecnologías. Han tenido que cancelar planes para construir fábricas debido a la falta de demanda. GE ha desarrollado su propia alternativa a los paneles solares de silicio convencionales, pero el año pasado anunció que tenía que detener su fábrica hasta que mejore el mercado. Incluso empresas fundadas específicamente para ayudar a los fabricantes solares de silicio convencionales a bajar sus costes están pasando por dificultades porque nadie está comprando nuevos equipos, y algunas de ellas han ido a la quiebra como consecuencia de ello.
La recuperación del mercado solar dependerá en parte de la velocidad con que se permita que estas empresas fracasen. También dependerá de la expansión del mercado mundial. La caída de los precios de los paneles solares está abriendo nuevos mercados a medida que la energía solar comienza a verse competitiva frente a las fuentes convencionales en muchos lugares, especialmente en países como Chile, donde la luz solar es abundante y los precios de la electricidad son altos. No obstante, no está claro con qué velocidad pueden crecer esos mercados.
Sin duda, el fracaso de Suntech y otras empresas de energía solar podría tener serias desventajas. Sin embargo, también es cierto que las empresas que sobrevivan serían más propensas a adquirir tecnología y a hacerla avanzar si parece prometedora. Chase señala que la mejor forma de determinar quién posee la mejor tecnología es dejar que el mercado decida, y eso significa permitir que las empresas fracasen.