Un pionero de la criptografía ofrece una forma sencilla para luchar contra la vigilancia electrónica.
Cada vez que utilizas el teléfono para realizar una llamada o enviar un mensaje de correo electrónico o de texto, existe la posibilidad de ser interceptado por alguien que tenga acceso (legal o no) a los servidores de tu proveedor. Una nueva aplicación llamada Silent Circle trata de evitar este problema cifrando las llamadas, correos y mensajes de texto. Está dirigida a activistas, empresas e individuos que teman estar siendo espiados.
Silent Circle es también el nombre de la empresa responsable de la aplicación. Ambas han sido ideadas por Phil Zimmermann, que ocupa un lugar en la historia de Internet por haber lanzado PGP (siglas en inglés de Pretty Good Privacy, o 'privacidad bastante buena') en 1991, un software de código abierto para cifrar correos electrónicos y otros mensajes digitales.
PGP se hizo rápidamente con una gran cantidad de seguidores entre los defensores de la privacidad y la libertad de expresión de todo el mundo, pero la tecnología está ahora controlada por una empresa que la vende a otras compañías. "PGP ha ido bastante más lejos de su objetivo inicial: ser usada por personas individuales", indica Zimmermann. "Mi intención era crear más cosas para los individuos".
Silent Circle está diseñada para ofrecer un nivel sólido de encriptación a casi todo el mundo, señala, y para promover la intimidad en una época en que los Gobiernos a veces usan las comunicaciones electrónicas como fuentes de obtención de datos.
Los prototipos de Silent Circle se están probando en iPhones y iPads. Zimmermann señala que se lanzará una versión finalizada a lo largo de este año por 20 dólares al mes (16 euros). El producto será en realidad un conjunto de cuatro aplicaciones, una para cifrar las llamadas de voz, otra para los correos electrónicos, para los mensajes de texto, y una más para el almacenamiento encriptado en nube.
Las llamadas y textos que intercambien dos usuarios de la aplicación estarán totalmente encriptados en todas las etapas. Se cifran entre un usuario de Silent Circle y los servidores de la empresa solo si un usuario se comunica con alguien que no utilice la aplicación. El servicio de correo electrónico de Silent Circle puede intercambiar mensajes totalmente cifrados entre otros usuarios de la aplicación, así como personas con sistemas de correo electrónico compatibles que usen PGP.
Zimmermann afirma que la aplicación está destinada a ser fácil de usar y espera que tenga más atractivo que PGP, que requiere algunos conocimientos técnicos. Cree que los trabajadores del campo de los derechos humanos y los ejecutivos de negocios que viajen a países como Irán o China, conocidos por realizar escuchas telefónicas, estarán interesados en la aplicación, así como otros usuarios conscientes de la importancia de la privacidad en EE.UU. "La vigilancia es un problema creciente en todo el mundo", señala, "y creo que hay mucha gente en EE.UU. que puede sentirse más cómoda usándola".
Zimmermann decidió ubicar los servidores de Silent Circle en Canadá, un país con estrictas leyes de privacidad. Para protegerse contra posibles demandas del Gobierno que le exigieran entregar datos de usuarios, también ha diseñado sus aplicaciones para que las claves de cifrado utilizadas para proteger las comunicaciones siempre estén en posesión del usuario y nunca lleguen al servidor central (aunque la versión actual de la aplicación de correo electrónico aún no funciona de esta manera). "No podemos ser obligados a entregar lo que no tenemos", asegura Zimmermann.
Twitter, Facebook y muchas compañías web están obligadas por ley a entregar datos de usuario a las agencias gubernamentales y las fuerzas del orden estadounidenses en determinadas situaciones, algo que normalmente cumplen. Usar Silent Circle también protegería las comunicaciones frente a controvertidas tácticas de escuchas sin orden judicial, como las que se descubrió que estaba realizando la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) con proveedores de telecomunicaciones de Estados Unidos en 2005.
Ashkan Soltani, investigador independiente de privacidad, apoya el intento de Zimmermann de hacer que las comunicaciones sean tan fáciles de asegurar como lo es instalar una aplicación. Silent Circle es una entre varias compañías dedicadas a demostrar que existe un mercado de pago para la tecnología dedicada a mejorar la privacidad, al margen de su uso en casos especializados tales como la aplicación de la ley o la defensa. "Es un intento por obtener beneficios económicos a partir de la privacidad, del mismo modo que ocurre con la seguridad informática y los antivirus, por ejemplo", señala.
No obstante, Soltani asegura que Silent Circle podría tener dificultades para convencer a los usuarios de que necesitan la aplicación. Sugiere que la compañía podría atraer a usuarios si pusiera menos énfasis en la tecnología o en el fantasma de la vigilancia. "Están vendiendo el lado negativo, en vez del valor", asegura, y añade que a la compañía podría irle mejor si promociona las aplicaciones como una forma de proporcionar una sensación de calidez y tranquilidad.