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Cadenas de bloques y aplicaciones

IOTA, la criptomoneda sin cadena de bloques que puede vencer a Bitcoin

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En lugar de depender de los mineros, son los propios usuarios los que verifican las transacciones de forma aleatoria. Su técnica criptográfica más sencilla puede ser ejecutada en dispositivos de internet de las cosas, lo que reduciría el coste y la energía consumida en los intercambios de divisa

  • por Mike Orcutt | traducido por Teresa Woods
  • 28 Diciembre, 2017

Bitcoin no es la única criptomoneda que está en racha. Hay bastantes monedas digitales alternativas que también han disfrutado de repuntes junto con el épico período de crecimiento de Bitcoin en 2017. Uno de los ejemplos más intrigantes es también uno de los más oscuros del mundo de las criptomonedas. Llamada IOTA, esta versión de Bitcoin ha aumentado su valor total de poco más de unos 3.400 millones de euros a más de 8.500 millones de euros en poco más de dos semanas. Pero eso no es lo que hace la hace interesante. Lo importante de esta moneda es que no se basa en una cadena de bloques en absoluto; es algo completamente distinto.

El repunte comenzó a finales de noviembre, después de que la Fundación IOTA, la organización sin ánimo de lucro alemana detrás de la nueva criptomoneda, anunciara que se estaba asociando con varias firmas tecnológicas para desarrollar un "mercado descentralizado de datos".

Perdón, ¿un qué?

Aunque los tokens IOTA se pueden usar como cualquier otra criptomoneda, el protocolo fue diseñado específicamente para ser ejecutado en dispositivos conectados a internet de las cosas, según el cofundador David Sønstebø. Las organizaciones recopilan grandes cantidades de datos de estos dispositivos, desde sistemas de seguimiento del clima hasta los sensores que monitorizan el rendimiento de la maquinaria industrial. Pero casi toda esa información se desperdicia, al quedarse aparcada en bases de datos aisladas donde no genera dinero para sus propietarios, explica Sønstebø.

El sistema de IOTA aborda esta cuestión de dos maneras, dice. En primer lugar, puede garantizar la integridad de estos datos al asegurarlos con un libro mayor descentralizado a prueba de manipulaciones. En segundo lugar, permite transacciones sin comisiones entre los propietarios de los datos y cualquier persona que quiera comprarlos. Y hay muchas empresas que desean tener acceso a esos datos.

Aquí es donde las cosas se ponen realmente interesantes. En lugar de una cadena de bloques, IOTA utiliza un "enredo", que se basa en un concepto matemático llamado gráfico acíclico dirigido. Sønstebø dice que su equipo aplicó un enfoque alternativo después de decidir que las cadenas de bloques son demasiado costosas. Hace poco, el coste de cada transacción de Bitcoin ha ascendido hasta los 17 euros debido a la gran demanda. Además, esta criptomoneda resulta ineficiente de operar a la escala requerida para internet (ver El plan para que Bitcoin deje de consumir tanta energía como Nigeria ya está en marcha).

Parte del problema de Sønstebø con Bitcoin y otros sistemas de cadena de bloques es que dependen de una red distribuida de "mineros" para verificar las transacciones (ver ¿Qué es Bitcoin, y por qué es importante?).

Así que IOTA ha prescindido de los mineros. En cambio, cuando un usuario emite una transacción, esa persona también debe validar dos transacciones previas seleccionadas al azar, cada una de las cuales hace referencia a otras dos transacciones anteriores, y así sucesivamente. A medida que aumentan las nuevas transacciones, crece una "red enmarañada de confirmación", dice Sønstebø.

Suena genial, pero como señala Sønstebø, IOTA todavía está en una "fase beta muy temprana". Y los nombres de alto perfil que participan en su piloto de mercado de datos, entre los que figuran Microsoft, Deutsche Telekom y Fujitsu sugieren que IOTA ha dado con algo importante. Pero durante los últimos meses, algunos destacados miembros de la comunidad de investigación de criptomonedas han expresado dudas sobre el diseño y la seguridad general de IOTA. En agosto, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Boston (ambos en EE. UU.) informaron de que habían descubierto una "vulnerabilidad grave" en una nueva técnica criptográfica que IOTA estaba utilizando.

IOTA ha corregido la vulnerabilidad, y Sønstebø dice que las medidas de seguridad implementadas habrían evitado que nadie perdiera fondos. La fundación contrató a una empresa externa para ayudarle a seguir desarrollando la técnica, que según Sønstebø representa el tipo de "criptografía ligera" que se necesita para los dispositivos conectados de baja potencia, como los sensores.

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