¿Qué ocurre cuando tus amigos por internet se encuentran con tu televisión?
En los años 60, las familias se reunían en el salón para ver Bonanza. En los 80, los amigos se reunían junto al refrigerador del agua para especular acerca de quién había disparado a J.R. En 2010, mamá ve HGTV en el dormitorio, papá anima a los Longhorns en el salón, y la sala de estar los niños se ríen con un nuevo episodio de Glee en Hulu.com.
En un intento “por hacer que la TV vuelva a ser un acto social” y reunir a los miembros de la familia y amigos alrededor de la pantalla, unos investigadores en compañías como Motorola, BT e Intel están trabajando en formas de combinar las redes sociales con el acto de ver la TV. El objetivo es acercarse lo máximo posible a una experiencia de visionado conjunta—y facilitar poder encontrar algo decente que ver entre el cada vez mayor número de canales.
La idea no es nueva, afirma Jeff Patmore, director de investigación universitaria estratégica en BT, y que trabaja con estudiantes en centros como MIT y la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. Hace unos 12 años, BT experimentó con la “televisión interactiva,” permitiendo que las personas se enviasen mensajes a través de sus pantallas de televisión. Sin embargo “eso es algo que ya hemos hecho y que no queremos volver a hacer,” señala.
Los experimentos más recientes tampoco han tenido mucho éxito. Por ejemplo, en septiembre, Fox emitió mensajes de Twitter en la pantalla pertenecientes a miembros del reparto y el equipo de las series Fringe y Glee. Los espectadores fueron prácticamente unánimes a la hora de odiar la idea: uno de los comentarios de la mismísima página de fans de Fringe en Fox dice lo siguiente: “Lo ÚLTIMO que quiero ver en mi pantalla de plasma de 52 pulgadas es que la mitad de la pantalla esté cubierta de opinions de un puñado de gente que no conozco.”
Y ahí reside la dificultad de hacer que la TV vuelva a ser social, señala Crysta Metcalf, antropóloga en el Laboratorio de Investigación de Medios Sociales de Motorola. Metcalf ha dirigido un proyecto de TV social en los laboratorios de investigación de la compañía durante los últimos tres años. “Ahora mismo estamos trabajando en una versión con la que la gente puede ver lo que sus amigos y su familia están viendo—no sus amigos de Facebook, sino la gente más cercana y con la que realmente te gustaría ver la televisión,” afirma. “Muchos de nuestros estudios apoyan esta idea, y señalan que esto es lo que prefiere la gente.”
La popularidad de las redes sociales ha hecho que todo esto sea más posible. Por ejemplo, en enero CNN.com y Facebook emitieron el discurso de inauguración del Presidente Obama; si los espectadores entraban a través de Facebook, junto al video podían ver actualizaciones de estado en tiempo real procedentes de las personas en su red.
“Está muy claro que las redes sociales se harán parte de la experiencia de visionado de la TV,” afirma Steve Rubel, encargado de analizar tecnologías emergentes y tendencias como vicepresidente senior y director de perspectivas de Edelman Digital. “Es el tipo de convergencia de la que llevamos hablando desde hace mucho tiempo,” afirma. Rubel está de acuerdo con Patmore y Metcalf a la hora de enfatizar la importancia de cómo estos sistemas estarán diseñados e implementados. “La experiencia de usuario es crucial, así como la simplicidad.”
Una serie de startups también se están decantando hacia esta dirección. Boxee fabrica un tipo de software que permite a los usuarios acceder fácilmente a contenidos de video por internet, como clips de YouTube o series de Hulu.com, a través de sus televisores. El software de Boxee incluye una característica que permite a los usuarios compartir con sus amigos qué películas o series de TV están viendo, y enviarles recomendaciones. Sin embargo, para esto aún es necesario que el consumidor instale un tipo de software y conecten sus ordenadores a las TVs—algo a lo que muchos se oponen, o bien no tienen el equipo necesario para hacerlo, según afirma Tanya Goldhaber, senior en ingeniería eléctrica de MIT y que estuvo involucrada con los estudios de TV social de BT como becaria el pasado verano.
Crear una experiencia de usuario sencilla “es algo bastante difícil,” afirma Metcalf desde Motorola. “Lo más importante es intentar que no sea como la mensajería instantánea o como un PC en la TV, sino una experiencia compartida.” En base a los estudios de usuario anteriores, su equipo está experimentando en la actualidad con un software especializado instalado en smartphones como interfaz entre los usuarios y sus TVs. Sin embargo aún no han alcanzado una solución que esté lista para ser adoptada por las masas, señala.
Los grupos de Motorola y BT también están trabajando en cómo unir estos sistemas a las redes sociales ya existentes y en cómo filtrar el acceso a la información de los usuarios y la clasificación de las recomendaciones de los otros espectadores. “Probablemente se convierta en un subgrupo dentro de tu red social habitual,” afirma Patmore. “Yo probablemente tenga entre 130 y 140 amigos en las redes sociales, aunque son globales, y no son necesariamente gente con la que charlaría acerca de lo que veo en la televisión.”
Todo esto debería poder solucionarse, afirma Marie-Jose Monpetit, científica invitada en el Laboratorio de Investigación Electrónica de MIT, y que se ha dedicado al estudio de la TV social durante varios años. “En este punto, ninguna de estas cosas representa una dificultad tecnológica,” señala. La programación de interfaces como el FriendConnect de Facebook facilitan que terceras partes puedan crear software que utilice información de las redes sociales, y las interacciones entre los operadores de cable y el resto de emisoras se han simplificado gracias a iniciativas como la de la Plataforma para la Aplicación del Cable Abierto. “La cuestión verdadera es si hay alguien que pueda encontrar un modelo de negocio para todo esto,” afirma.
La respuesta, muy probablemente, sea afirmativa. A pesar de las dificultades técnicas, más y más consumidores están cancelando sus suscripciones al cable y buscando la forma de conectar sus ordenadores a las TVs. “Si los operadores de cable no tienen algo más que ofrecer, van a perder frente a internet,” señala Monpetit.
Tanto BT como Motorola se encuentran en una fase avanzada dentro de la creación de prototipos y su puesta a prueba, y aunque ningún representante de las compañías ha querido discutir los planes específicos, ambas afirman que es probable que los primeros sistemas de TV social totalmente integrados estén disponibles para los consumidores más adelante este año. “Todas las compañías creen que esto tiene valor para ellas, y los consumidores están entrando en este espacio de forma bastante rápida,” señala Metcalf.
Patmore está de acuerdo. “Las cosas se van a mover muy rápidamente [dentro de la TV social],” afirma. “Hoy día es muy evidente—la tecnología sólo te va a proporcionar entre tres y cuatro meses de ventaja comercial frente a los competidores.”