Los coches autónomos y conectados y los entornos más seguros son las claves de la revolución del automóvil, fomentada por la inteligencia artificial y los asistentes virtuales, según las conclusiones de este grupo multidisciplinar de expertos
Contenido ofrecido por Audi
Audi ha reunido a un grupo multidisciplinar de expertos para analizar los elementos clave que marcarán el futuro del automóvil. La conectividad, la seguridad y la eficiencia se erigen como pilares estratégicos del vehículo del mañana, en el que cobrará cada vez más importancia la conducción automatizada, la electrificación y la interconexión.
Bajo el lema Transforming Mobility, el pasado mes de julio se celebró en Barcelona (España) el Audi Think Tank, una iniciativa que reunió a expertos de distintos sectores con el objetivo de identificar, debatir y analizar los elementos que podrían marcar el futuro de la movilidad. De entre los 15 profesionales en movilidad, conectividad y automoción; diseñadores; artistas; arquitectos y desarrolladores que participaron, destaca la presencia de seis de ganadores Innovadores menores de 35 de MIT Technology Review en español. El propio director de la revista, Pedro Moneo, impartió una charla sobre el futuro de la movilidad.
Las principales conclusiones extraídas de esta jornada repleta de talento, innovación e imaginación son:
El futuro es del coche autónomo
La primera conclusión destacada del Audi Think Tank pone de relieve el potencial del coche autónomo para convertirse en algo más que un medio de transporte para desplazarse de un lado a otro (ver "El coche autónomo conectado va a ser el elemento que más va a cambiar nuestras ciudades"). Con la integración de asistentes virtuales, se podrá aprovechar el trayecto al trabajo para empezar con las tareas del día. Al conducir por sí mismo, el vehículo puede convertirse en el lugar adecuado para realizar conferencias, responder a correos electrónicos, preparar presentaciones y consultar la agenda del día, por ejemplo. Y de vuelta a casa puede ser el espacio de ocio en el que leer, ver un capítulo de una serie televisiva o realizar la compra online.
El entretenimiento está personalizado para cada usuario, porque el vehículo tiene la capacidad de reconocerlo y aprender de sus hábitos. Sus sugerencias individualizadas ayudan al pasajero a sentirse único, hasta el punto de que las compañías automovilísticas dejarían de verse a sí mismas como meros fabricantes de coches para convertirse en agentes del cambio en la movilidad. Para ello, centrarían sus esfuerzos en ofrecer servicios adicionales para enriquecer el tiempo que se pasa dentro del coche.
En esta línea, Audi vuelve a revolucionar la movilidad al ser pionera en materia de conducción autónoma con el nuevo A8, el primer automóvil de producción desarrollado específicamente para una conducción altamente automatizada, que integra una nueva serie de sistemas de asistentes de alta gama basados en Audi AI, utilizando tecnologías del campo de la inteligencia artificial y del aprendizaje automático. Y con los prototipos Audi Elaine y Audi Aicon, la marca de los cuatro aros adelanta los siguientes pasos hacia una conducción totalmente automatizada.
Coches conectados = entorno más seguro y sostenible
Los ciudadanos reclaman un modelo urbano más sostenible y sin atascos, y también un entorno más seguro (ver Un solo coche autónomo sirve para reducir los atascos fantasmas). Los coches inteligentes pueden reducir los accidentes y los atropellos, además de permitir un mejor aprovechamiento del espacio en las ciudades. La clave aquí es la interconexión, vehículos que se comuniquen entre sí, con los peatones y con la infraestructura para minimizar los errores humanos y mejorar la seguridad.
Pero para mejorar la movilidad hay que sumar las acciones individuales: los sistemas de navegación deben coordinarse entre sí para analizar los flujos de tráfico y ofrecer a cada conductor la mejor solución para todos los usuarios, no aquella que únicamente le beneficie a él. Además, se hacen necesarias soluciones específicas para las personas con movilidad reducida. La solidaridad se convierte en un pilar clave para la buena salud de la movilidad del futuro.
En este modelo con coches interconectados la información en tiempo real empieza a ser esencial, al permitir avisar, por ejemplo, de placas de hielo inminentes, averías, tramos con niebla o atascos de tráfico (ver Los coches autónomos controlarán al conductor para que no se despiste). Además, en este viaje hacia una ciudad más sostenible la optimización de la energía se vuelve vital, lo que enfatiza la necesidad de impulsar el vehículo eléctrico y superar las barreras que lo limitan, sobre todo la de la autonomía.
Una vez más, el nuevo Audi A8 se anticipa a esta tendencia al convertirse en parte de la nube gracias a los servicios Car-to-X. La nueva berlina y otros modelos actuales de Audi envían a un servidor en la nube información procesada en base a los datos recogidos por los sensores instalados en el vehículo, y la comparte con otros conductores para que puedan beneficiarse de ella. El sistema se basa en los mapas suministrados por la plataforma de datos HERE en constante actualización, capaz de estudiar el entorno del tráfico con una precisión de centímetros, y de detectar y evaluar riesgos en tiempo real. En el futuro, el asistente personal inteligente de Audi utilizará métodos de inteligencia artificial para interactuar con el usuario de forma independiente y adaptativa, observando sus actividades y adaptando las funciones del coche al comportamiento y necesidades del conductor.
El automóvil aporta bienestar
Los vehículos que apoyan la conducción del usuario y le ofrecen actividades placenteras y estimulantes aumentan la calidad de vida. El viaje puede convertirse en una experiencia relajante enfocada al bienestar.
El coche se va quedando con la responsabilidad de elegir la ruta más rápida, el lugar en el que parar a comer, la estación de servicio más adecuada, etcétera. Todo ello para hacer más libre al conductor. Pero los sistemas integrados de inteligencia artificial pueden contribuir a disfrutar más del tiempo que se pasa en el vehículo. Este podría identificar, por ejemplo, cuándo el conductor necesita un masaje para aliviar una contractura, sugerirle hacer un alto en el camino si detecta cansancio y regular su asiento para aumentar la comodidad y hacer del viaje una experiencia más segura, cómoda y placentera (ver Un coche que avisa cuando tu nivel de azúcar es bajo). Además, el vehículo se ajusta al gusto de los usuarios para ofrecerle estímulos basados en la temperatura, la iluminación y la atmósfera global del habitáculo.
En este sentido, Audi ya tiene en marcha su proyecto HORA 25. En colaboración con el Instituto Fraunhofer para Ingeniería Industrial, la marca de los cuatro aros investiga en simuladores especiales cómo las señales digitales, los tonos de luz o los estímulos auditivos en el coche pueden afectar al organismo humano. El objetivo es que en el futuro, el habitáculo se adapte de modo que el usuario pueda disponer de a mejor relajación posible, disfrutar de la familia y amigos o completar un trabajo. Otro proyecto actualmente en desarrollo, Audi Fit Driver, permitirá disminuir el estrés y aumentar la concentración del conductor analizando sus parámetros vitales por medio de dispositivos como pulseras de seguimiento de actividad y relojes inteligentes, actuando mediante funciones de masaje, control de la climatización y de la iluminación o incluso con instrucciones para atenuar el estrés mediante técnicas especiales de respiración.
Privacidad por encima de todo
En este mundo de coches interconectados y datos en la nube, el usuario está dispuesto a compartir información personal, como los gustos, los horarios y el estado de ánimo, para ganar comodidad. Pero, a cambio, también reclama garantías de que esos datos se tratan y se usan de forma ética y para los fines acordados (ver La mayor amenaza de los coches autónomos son los hackers). Las compañías deben velar por la privacidad de sus usuarios con tecnologías que protejan la información privada frente ataques maliciosos, pero también deben demostrar un comportamiento ético con el que ellas mismas hacen de los datos que recogen.
Para Audi, la protección de datos es un asunto de alta prioridad. Audi cumple plenamente las respectivas leyes nacionales que regulan los datos personales, la protección de datos y los derechos de privacidad, y la marca sigue claros principios al manejar los datos personales de los clientes. Además, la única finalidad de la marca es recabar la información necesaria para mejorar la experiencia del usuario, así como responder a sus necesidades concretas de movilidad.
Audi continúa fiel a su mentalidad avanzada y al espíritu innovador que siempre ha estado presente en todos los desafíos que se le presentan como marca. Por eso entiende la innovación como un factor, no solo para cambiar el presente, sino para transformar el futuro. De ahí que la compañía se sitúe como un agente clave para el cambio en la movilidad del mañana.