Después de sus pruebas iniciales y de su lanzamiento, la compañía, que ya reparte algunos suministros médicos en Ruanda, ha anunciado que va a comenzar a operar en el país vecino con una mayor gama de productos
Vídeo (en inglés): Los drones de Zipline entregan productos sanguíneos en Ruanda desde finales de 2016.
Menos de un año después de lanzar el primer servicio nacional de entrega por drones en Ruanda, la compañía Zipline, con sede en Silicon Valley (EEUU), ha empezado a expandirse. Considerado el servicio de entrega mediante drones más grande del mundo, el nuevo movimiento de la empresa se dirige a Tanzania, el vecino más cercano al este de Ruanda, e involucra a más de 1.000 centros sanitarios que ofrecen cobertura a 10 millones de personas en algunas de las zonas más remotas y difíciles de alcanzar del país.
La noticia fue anunciada recientemente por el Gobierno de Tanzania. La colaboración implicará la entrega mediante drones de una gama de productos médicos desde cuatro sitios de distribución en tres áreas distintas del país. Esto marca una diversificación significativa en la línea de productos de Zipline. Hasta ahora, la empresa de logística automatizada ha entregado exclusivamente productos sanguíneos para uso en transfusiones (ver Los drones que reparten salud, vida y esperanza desde los cielos de Ruanda).
Su servicio en Tanzania, que comenzará a principios de 2018, incluirá bolsas de sangre así como vacunas de emergencia, medicamentos para el VIH y la malaria, y suministros de emergencia como material para suturas y tubos intravenosos. Estos productos serán entregados por una nueva flota de aviones de ala fija, o "zips", capaces de transportar dos kilogramos de carga y de recorrer 160 kilómetros ida y vuelta. Según el CEO de Zipline, Keller Rinaudo, los costes de entrega serán parecidos a los de los medios de transporte tradicionales.
En Tanzania, Rinaudo cree que el modelo a la carta de la compañía puede mejorar drásticamente el suministro de productos (como las vacunas contra la rabia y el tétanos, y el antídoto para las víctimas de picaduras de serpientes) que requieren mantener la cadena de frío durante todo el proceso. Debido a que estos productos son caros de mantener y sólo se demandan esporádicamente, rara vez llegan a las zonas rurales. Pero, cuando se necesitan, es porque la vida de alguien está en peligro inmediato, y las entregas por carretera a menudo llegan demasiado tarde; si es que lo hacen. Para Rinaudo, los drones son la mejor manera de entregar este tratamiento a tiempo.
El enfoque de Zipline para productos más rutinarios (como antipalúdicos, antiretrovirales y otros fármacos comunes) será ligeramente diferente. Aquí, la compañía funcionará como la "última línea de defensa" para complementar una cadena de suministro ya existente. En particular, sus drones estarán disponibles para responder a fines de existencias; un problema común en Tanzania, como ocurre en gran parte de los países en desarrollo, que puede ser resultado de la escasez de financiación, de la escasa previsión de demanda o de cuellos de botella logísticos. En una encuesta de 2013, el grupo de sociedad civil de Tanzania Twaweza encontró que el 41% de los encuestados no pudo obtener los medicamentos que le habían sido recetados en un centro de salud pública. Tanto Zipline como las autoridades de salud tanzanas apuestan ahora por las entregas con aviones no tripulados para llenar esas brechas de una manera eficiente.
Tanzania, el sexto país más poblado de África, figuraba en los planes de Zipline mucho antes de este anuncio. En 2014, Rinaudo y su cofundador William Hetzler visitaron el país mientras trataban de averiguar cómo Zipline, que en ese momento estaba establecido como una firma de robótica más convencional, podría ayudar a salvar vidas. Finalmente, Zipline se lanzó primero en Ruanda: las autoridades ruandesas estaban listas, y el tamaño del país era más manejable. Ellos fueron el modelo piloto de entrega de drones con sangre, un producto que caduca después de 42 días en almacenamiento, que debe mantenerse refrigerado, y que se necesita con frecuencia en una emergencia. Desde octubre del año pasado, los drones de Zipline han realizado más de 1.400 vuelos para entregar 2.600 unidades de sangre a 12 instalaciones de salud ruandesas. Aproximadamente las tres cuartas partes de las entregas que se realizan son para suministros rutinarios, y un cuarto responden a emergencias.
En Tanzania, los resultados de Zipline serán observados muy de cerca. Una vez que el primer centro de distribución de drones del país esté en funcionamiento cerca de la capital, Dodoma, un equipo compuesto por investigadores de la Universidad de Glasgow (Escocia) y del Instituto de Salud de Ifakara de Tanzania comenzará a evaluar el impacto del servicio. En particular, examinarán la capacidad de las instalaciones para administrar nuevos productos gracias a los drones, como las vacunas antirrábicas, así como el impacto de esta logística de aerotransporte en el objetivo de mitigar de los desabastecimientos.
Rinaudo concluye que el fin de existencias es "un problema que la salud pública mundial ha tratado de resolver durante 60 años, lo que demuestra que ha sido intratable. Por eso, pensar que finalmente tenemos una solución (potencial) para resolver el problema de una vez por todas es increíblemente emocionante".