El vehículo, completamente eléctrico, le dirá a los conductores dónde recargar.
Cuando el Nissan Leaf, el vehículo completamente eléctrico de la compañía, llegue al mercado estadounidense el año que viene, los consumidores tendrán que considerar su relativamente corta autonomía de conducción de 100 millas, así como la escasez de estaciones de recarga más allá de sus propios hogares. Nissan tiene planeado solucionar estos problemas proporcionando información—y mucha—para que los conductores puedan arreglárselas con el proceso de recarga.
El éxito del Leaf y de los otros coches eléctricos “va a depender de lo cómoda que se sienta la gente sabiendo que pueden llegar donde quieren, que no se quedarán sin carga, y que no tendrán que pasar por un proceso que les lleve mucho tiempo y tenga un impacto sobre la capacidad de utilizar el vehículo,” afima Rod MacKenzie, vicepresidente y director tecnológico de Intelligent Transportation Society of America, un think-tank de investigación en Washington, DC.
En otras palabras, todos los coches eléctricos tendrán que conectar la infraestrutura de recarga al sistema telemático del propio coche.
El Leaf llevará a cabo este proceso gracias a un módulo de comunicación que lo conecta via satélite con el centro de datos global de Nissan. Será similar a los sistemas telemáticos actuales, tales como el OnStar de GM, que detecta defectos mecánicos y accidentes y envía esta información a la base.
Sin embargo el Leaf añadirá énfasis al análisis de las condiciones de la batería y ayudará a los conductores a que mantengan esas baterías llenas. La planificación de las recargas será algo crucial: una carga completa en casa del Leaf tarda 16 horas con los voltajes disponibles en los EE.UU. o Japón, u ocho horas con los voltajes más altos disponibles en Europa. En una estación de carga rápida, equipada con enchufes de alto voltaje, una carga tardaría unos 30 minutos—que aún sigue siendo mucho tiempo en comparación con lo que se tarda en llenar el tanque de gasolina.
El tablero de mandos del Leaf mostrará la batería restante, la localización de las estaciones de recarga, y qué estaciones están dentro de qué rango. Cuando el coche empieza a perder energía, el conductor lo puede poner en modo “cojera” para que conduzca a la velocidad más eficiente y se asegure de llegar al destino.
Una vez que el conductor enchufa el coche en una estación de carga, Nissan envía actualizaciones por correo electrónico sobre cómo se está desarrollando la carga, así como una vez que acaba. Finalmente, el dueño puede utilizar un dispositivo móvil para encender el aire acondicionado o la calefacción antes de que salga de la estación de carga, para así no gastar batería después de salir.
“La mayoría de la gente cree que la infraestructura de carga es el talón de Aquiles del proyecto de vehículos eléctricos. Sin embargo, realmente no lo es,” afirma Mark Perry, director de planificación de producto y estrategia de tecnología avanzada de Nissan. “Estamos haciendo todo esto para que la gente esté tranquila. Creemos que las recargas se harán el casa el 80 por ciento de las veces. Sin embargo esto permite que la gente esté tranquila por lo que pueda pasar,” añadió.
Perry cree que la información del tablero que ofrece el Leaf podría ir más allá en el futuro. “Finalmente de lo que ofreceremos es no sólo las localizaciones de las estaciones de carga, sino también si están ocupadas o desocupadas, e incluso el proceso de reserva,” afirma Perry.
Algunas startups esperan poder hacer negocios proporcionando estaciones de recarga e incluso intercambios de batería para poder “repostar” rápidamente en las autopistas. Sin embargo, en un principio las instalaciones de recarga, tanto si son provistas por las startups, por los fabricantes de los vehículos o por el gobierno, serán relativamente escasas. “La telemática será una parte importante a la hora de ayudarnos a encontrar esas estaciones. Y la telemática será una parte importante a la hora de predecir con exactitud que se puede llegar al destino sin tener que repostar,” afirma MacKenzie.
La información de carga transmitida de forma inalámbrica será menos importante para el Chevrolet Volt de GM, cuya producción en masa también está prevista para el año próximo. Este coche llevará un pequeño motor de gasolina para poder recargar la batería eléctrica. La opción de gasolina hará que su rango aumente de las 40 millas en modo sólo eléctrico hasta 300 millas en modo gasolina-recarga. Y esto hace que el Volt sea menos dependiente de las estaciones de recarga. Aún así, GM utiliza OnStar para vigilar las condiciones mecánicas y de batería de los Volt en pre-producción. Al igual que con el Leaf, la producción de los Volts enviará información acerca de las condiciones de la batería así como de cualquier malfuncionamiento a los cuarteles generales, y notificará a los usuarios sobre la localización de las estaciones de recarga.
Finalmente, tanto los coches eléctricos como híbridos probablemente se comunicarán con las compañías eléctricas, para que los consumidores puedan cargar sus vehículos fuera de las horas punta. Al hacer esto, se podrían beneficiar de los precios en horas no punta y evitar sobrecargar la red eléctrica.
El Departamento de Energía de los EE.UU. está estudiando la mejor forma de administrar la carga de los coches en la red eléctrica. En este estudio también está involucrada Electric Transportation Engineering of Scottsdale, en Arizona, y Gridpoint, una compañía dedicada a la red inteligente con sede en Arlington, Virginia.