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Las primeras pruebas para el uso de criptografía en unas elecciones

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Una novedosa tecnología de voto se usará en unas elecciones gubernamentales locales.

  • por Erica Naone | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 02 Noviembre, 2009

El 3 de noviembre se celebrarán en Takoma Park, Maryland, las primeras elecciones gubernamentales en las que se use un nuevo esquema de criptografía que permite tanto a los votantes como a los auditores comprobar que los votos han sido emitidos y registrados de forma precisa.

Las distintas controversias electorales, como por ejemplo la que se dio en Florida al recontar los votos durante las elecciones presidenciales de los EE.UU. en 2000, han subrayado la necesidad de contar con tecnologías de voto más fiables, especialmente a la hora de confirmar los resultados en las carreras electorales más disputadas. El sistema utilizado en Takoma Park, llamado Scantegrity, utiliza la criptografía para confirmar que los votos han sido contados de forma precisa. Sus inventores afirman que el sistema podría eliminar la necesidad de recontar votos y ofrecería una mayor seguridad a la hora de declarar que unas elecciones han sido llevadas a cabo de forma apropiada.

Después de que el voto ha sido emitido, Scantegrity permite a los votantes comprobar por internet que sus papeletas han sido contadas de forma correcta. Los auditores oficiales e independientes también pueden comprobar que las papeletas han sido tomadas en cuenta de forma precisa—sin ver a quién votó cada individuo.

Para los votantes, Scantegrity no debería suponer un cambio demasiado grande, según explica David Chaum, inventor del sistema y que previamente fundó una corporación de moneda electrónica llamada Digicash. El votante toma una papeleta de papel y rellena el campo que se encuentra junto al nombre de su candidato, después introduce la papeleta en una máquina, que la escanea y registra el resultado de forma secreta.

La diferencia está en el tipo de tinta y bolígrafo utilizados. Cuando el votante rellena el campo dentro de la papeleta utilizando un bolígrafo, en ese espacio de pronto aparece un código secreto que hasta ese momento permanecía invisible. El votante puede registrar el código o los códigos y comprobarlos por internet más tarde. Si el código se haya en una base de datos online, significa que la papeleta del votante ha sido contada de forma correcta. Cada papeleta tiene sus propios códigos, asignados de forma aleatoria, para prevenir que este proceso revele a qué candidatos ha elegido el votante.

Scantegrity también permite a los auditores comprobar otros aspectos de las elecciones. En primer lugar, les permite confirmar que las papeletas han sido impresas de forma apropiada, debido a que cada papeleta tiene su propia serie de códigos secretos escondida en las casillas a rellenar. Antes de las elecciones, los encargados de llevarlas a cabo se pueden comprometer públicamente con los códigos que se imprimirán en las papeletas. Para asegurarse de que esto se realiza correctamente, los auditores escogen la mitad de las papeletas de forma aleatoria y rellenan los campos, asegurándose de que los códigos concuerdan con lo que se supone que tiene que estar impreso. Estas papeletas de prueba se descartan—aunque el proceso significa que es extremadamente probable que el resto de papeletas han sido impresas correctamente.

Scantegrity también muestra a los auditores si los votos han sido registrados correctamente. Para proteger la privacidad de los votantes, no es posible vincular una papeleta específica a una serie de nombres de candidatos. Sin embargo los encargados de las elecciones proporcionan dos listas—una lista de códigos que corresponden a los votos y una lista de los resultados. A partir de las listas es posible confirmar que los códigos llevan a los votos registrados y sin por ellos revelar a quién se ha votado. El efecto, afirma Chaum, es cerciorarse de que todo el proceso se realiza con seguridad, desde el momento en que se imprimen las papeletas hasta la finalización de la auditoría. “Sin algo así,” afirma, “recontar votos es simplemente una pérdida de tiempo.”

Scantegrity hace que sea posible realizar auditorías de elecciones con mucha más certeza de lo que hasta ahora era posible, incluso con los sistemas basados en papel, según señala Alan Sherman, profesor asociado de ciencias informáticas en la Universidad de Maryland, en el Condado de Baltimore, y que estuvo involucrado en el proyecto. “Es fundamentalmente distinto, fundamentalmente mejor en cuanto a la integridad del resultado,” afirma.

Dado que Scantegrity es un sistema abierto, los resultados de una elección se pueden verificar por auditores completamente independientes. Ben Adida, miembro del Centro de Investigación de Computación y Sociedad de la Universidad de Harvard, y que no estuvo involucrado en Scantegrity, tiene previsto llevar a cabo una auditoría para comprobar los resultados de las elecciones en Takoma Park. “El verdadero problema con los sistemas de votación que no poseen métodos de verificación de extremo a extremo es que acabas discutiendo acerca de cosas de las que no tienes pruebas,” afirma Adida.

En el caso de las elecciones de Florida, por ejemplo, Adida señala que a los votantes se les podría haber animado a que utilizasen el sistema para comprobar que sus votos habían sido contados, y los candidatos podrían haber comprobado las cuentas.

Scantegrity es “el mejor sistema de su tipo que he visto jamás,” añade Ben Bederson, profesor asociado de ciencias informáticas en la Universidad de Maryland, College Park, y que ha estudiado tecnologías de elecciones de forma extensa. “Tiene un equilibrio bastante bueno entre usabilidad, seguridad y facilidad de compresión, si se compara con otros sistemas.”

Sin embargo a Bederson le preocupa que el sistema sea demasiado complicado para algunos votantes. Su grupo de investigación ha estudiado los sistemas de auditoría de elecciones y ha descubierto que “cualquier verificación incrementa de forma significativa la necesidad de ayuda en los votantes.” A Bederson también le preocupa que si los votantes necesitan más ayuda o tardan más en votar, el sistema podría contribuir a unos mayores costes durante las elecciones, o a la formación de largas filas que acaben desanimando a la gente y haga que se marchen sin votar.

“Odio ser crítico con algo cuya intención es tan buena y que probablemente incremente la seguridad, pero no creo que se pueda utilizar a gran escala,” afirma.

Sin embargo, Anne Sergeant, presidenta del consejo electoral de Takoma Park, afirma que es importante que la gente sea capaz de comprobar que sus votos ha sido contados como emitidos.

Antes de probar Scantegrity en unas elecciones oficiales, la ciudad llevó a cabo una votación de prueba en abril para poder pulir los defectos del sistema. Durante esa prueba, afirma Sergeant, alrededor del 30 por ciento de los participantes fueron a casa y utilizaron el sistema para verificar sus votos. Sergeant afirma que los representantes de Scantegrity charlaron largo y tendido con los votantes y los encargados de llevar a cabo la votación después de la prueba de abril, y han mejorado el sistema en función de dichas conversaciones. “Espero que podamos ofrecer una experiencia con la que la gente se marche diciendo ‘Es increíble,’” afirma. “Ese es el objetivo al que aspiramos.”

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