Tecnología y Sociedad
La multa de la UE a Google podría costarle su tesoro más valioso: su código fuente
La empresa podría estar sesgando los resultados que ofrece a los usuarios de su servicio de comparación de compras al limitar el alcance de los productos de la competencia. Pero lo peor no es el dinero, es el riesgo de verse obligada a divulgar el código de su programa de búsquedas
La Unión Europea (UE) acaba de imponer a Google una multa de unos 2.400 millones de euros. El motivo: sesgar los resultados de búsqueda en su servicio de compras comparativas.
Los reguladores de la UE dicen que el sistema de búsquedas del servicio ha sido alterado para limitar el alcance de los servicios de la competencia entre los resultados que reciben los usuarios. Según sus pruebas, relega los servicios rivales a la cuarta página de resultados. Dado que la primera página recibe el 95% de los clics, la UE considera que Google dispone de "una importante ventaja frente a sus rivales". Y eso es ilegal de acuerdo a las leyes antimonopolio de la UE.
En un comunicado que explica la multa, la directora antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, explica que "la estrategia de Google para su servicio de compras comparativas no se basaba en atraer clientes con un producto mejor que los de sus rivales" sino que "negaba la oportunidad de competir a las demás empresas".
Según los términos de la multa, Google dispone de 90 días para cesar estas actividades, y ha de informar a la UE sobre sus planes para hacerlo antes en los próximos 60 días. En caso de que no cumpla los plazos, se enfrentará a más multas, que podrían llegar a costarle el 5% de los ingresos diarios globales de Alphabet.
Puede que la parte lo que más le moleste a Google no sea la propia multa. Después de todo, Alphabet tiene más de 80.000 millones de euros en efectivo. En su lugar, como señala The New York Times, la empresa de búsquedas estará preocupada por lo que tendrá que hacer para resolver el problema. Y su mayor temor será una situación en la que los reguladores la obliguen a hacer público el funcionamiento interno de sus algoritmos para demostrar que está jugando limpio.
Lo más probable será que Google luche contra la multa con todas sus fuerzas, y que haga todo lo posible por mantener en secreto los detalles de sus algoritmos. De hecho, la empresa ya ha emitido un comunicado que anuncia: "Discrepamos respetuosamente con las conclusiones anunciadas hoy", y añade que la empresa planea "estudiar la decisión del comité en detalle". Después de eso, afirman estar "ansiosos por seguir presentando su caso". Pase lo que pase después de estos 90 días, los efectos de esta riña se alargarán durante años.
Algo que merece la pena señalar es que la multa es una señal clara de que a Vestager no le da miedo enfrentarse a los mayores actores tecnológicos de EEUU cuando sospecha que no están siguiendo las reglas. De hecho, también impuso una multa fiscal de unos 13.000 millones de euros a Apple el año pasado. La responsable ya afirmó en el pasado que las empresas estadounidenses "no están sufriendo una persecución específica a causa de su nacionalidad", pero estas dos enormes multas podrían llevar a algunos a creer tal vez eso no sea del todo cierto. De cualquier modo, Google no está fuera de peligro. Aún hay dos casos europeos antimonopolio europeos sobre su cabeza: uno relacionado con su sistema operativo móvil, Android, y el otro con su sistema de publicidad en línea, AdSense. Puede que la empresa esté apunto de empezar a acumular multas en el territorio europeo.
(Para saber más: European Commission, The New York Times, Apple’s Tax Game Is Hurting Economic Growth)