El autobús 24 horas de Wheelys abre sus puertas ante los usuarios registrados, que pueden comprar una amplia gama de productos y pagan a través de su móvil, sin ningún contacto humano más allá del holograma humanoide que les saluda al entrar
A las ocho de la tarde, en un oscuro campus universitario que no ofrece ninguna posibilidad de tomarse ni un tentempié cuando se estudia hasta después de ponerse el Sol, Wei Li, un alumno de tercer curso de ciencias de la computación de la Universidad de Hefei (China), vislumbró el futuro del comercio minorista. Aparcado en una gran plaza abierta del campus había un vehículo parecido a un autobús. A través de una especie de escaparate de cristal que iba del suelo la techo en la parte delantera del vehículo, había estantes repletos de cajas rojas. En la entrada, Wei Li escaneó un código QR con iPhone. La puerta de cristal se abrió para dar paso a una tienda sin cajas ni personal.
El holograma de un rostro humano de expresión tranquila y flequillo bien cortado le saludó. No emitió sonido alguno, solo movía la cara de un lado a otro. A Li le impresionó la gama de productos disponibles: fruta, patatas fritas, café, revistas e incluso zapatillas de deporte, cada uno con un código de barras. Le gustó la facilidad con la que podía comprar cosas: lo único que tuvo que hacer fue escanear el código de barras con una aplicación de smartphone en la que había registrado los datos de su tarjeta bancaria. Cuando se acercó a la salida, otra puerta de vidrio se abrió automáticamente para dejarlo salir.
Se llama Moby Store y es de Wheelys, una start-up fundada mediante crowdfunding con sede en Estocolmo (Suecia). Originalmente centrada en fabricar cafeterías que pueden ser trasladadas de un lugar a otro en bicicleta, la compañía ahora está probando un modelo de tienda de 24 horas totalmente operada por tecnología.
Foto: Moby Store es una tienda sobre ruedas sin personal humano que puede ser trasladada de un sitio a otro.
Foto: Las compras se hacen mediante una 'app 'que escanea el código de barras de los productos y realiza un pago móvil.
El campus de la Universidad de Hefei, a unos 450 kilómetros al oeste de Shanghái, es el sitio de pruebas de Moby Store. Wheelys está colaborando con los profesores de centro para desarrollar las tecnologías necesarias para la tienda.
Li, que no participa en esa investigación, vio el vehículo mientras caminaba por el campus con un amigo y decidió probarlo. Quería saber cómo lidiaría la tienda con muchas compras simultáneas de gente distinta y cómo evitará los robos. "Hay un gran flujo de personas justo después de las clases", afirma Li, de 22 años.
A diferencia de las industrias de los taxis y los hoteles, que tanto en China como en el resto del mundo viven una revolución gracias a las plataformas de viajes y alojamientos compartidos como Uber y Airbnb, la venta física al por menor aún no ha experimentado cambios tecnológicos significativos. Aunque Amazon ya está probando un concepto similar de compras sin vendedor en su tienda Amazon Go para sus empleados de Seattle (EEUU).
Los cofundadores de Wheelys decidieron realizar sus pruebas en China en vez de Suecia, en parte, debido a la gran población del país. Pero también se interesaron en la omnipresencia de los pagos móviles. Alrededor del 60% de las 175 millones de transacciones diarias procesadas por la compañía china de pagos en línea Alipay en 2016 se realizaron a través de un teléfono móvil, según Better Than Cash Alliance.
Junto con la subida de alquileres y sueldos en muchos lugares, cada vez resulta más caro operar tiendas pequeñas. El supervisor de las operaciones de Wheelys en Shanghái, Bo Wu, afirma haber recibido muchas consultas de grandes propietarios de supermercados que buscan ventaja competitiva al eliminar el personal humano de sus operaciones.
La compañía ha trasladado sus departamentos de I+D y diseño de Suecia a China, y también mudará a Himalafy, una rama de la compañía centrada en el desarrollo del sistema automatizado de las tiendas. Uno de sus cofundadores, Per Cromwell, señala que el siguiente paso consistirá en mejorar la tecnología de su tienda de autobús móvil. La seguridad es uno de los principales aspectos. Para ello, Wheelys ha colaborado con la Universidad de Hefei para desarrollar un sistema que registre los datos biométricos del comprador cuando escanee el código QR, en particular su forma de andar. También empleará sensores colocados en los estantes para detectar la retirada de artículos. Los compradores deberán crear una cuenta y registrarse en ella por adelantado. Una vez que retiren un artículo, este se vincula con la identidad del comprador en la aplicación para impedir los robos.
Cuando el comprador realice el pago, la información biométrica recogida en la puerta se eliminará automáticamente. Este sistema de seguridad biométrica será integrado en la tienda este verano, y desde ese momento cualquiera podrá descargar la aplicación Wheelys 247 e ir de compras a la tienda.
La empresa espera integrar aún más tecnologías en el futuro. Imagina convertir el rostro humano holográfico que saludó a Li en un asistente de inteligencia artificial (AI) que ayude a los compradores a respetar un presupuesto determinado, por ejemplo, ofreciendo productos diferentes y sugerencias personalizadas.
También quiere desarrollar un sistema en la nube que almacene datos sobre el comportamiento general de los clientes, así como las preferencias individuales. El objetivo es analizarlos para ayudar a los dueños de las tiendas a predecir qué productos se venderán en qué lugares. Incluso prevén que el autobús llegará a ser capaz de reponerse de forma autónoma al conducirse solo hasta el almacén cuando se agoten los suministros, y también de aumentar las ventas al moverse por diferentes lugares en función de las predicciones de demanda.
Al igual que muchos avances tecnológicos, la tienda sin personal podría dejar a muchas personas sin empleo. Según la Asociación de Tiendas de Cadena y Franquicias de China, actualmente hay cerca de 100.000 tiendas franquiciadas en el país. Pero Cromwell, que es de Suecia, lo ve de otra manera. Señala que en muchas pequeñas ciudades y pueblos de Suecia ya no hay tiendas porque las personas se han mudado a las grandes ciudades y las poblaciones locales han decrecido. Ahora la gente que queda en esos pueblos tiene que conducir un largo camino para comprar sus suministros, añade.
Los emprendedores pueden comprar una franquicia de autobús Wheelys y operarla con unos costes lo suficientemente bajos para generar beneficios incluso en una zona remota, o con una tienda especializada en artículos de interés como cómics, vinilos u libros de segunda mano, concluye.