Inteligencia Artificial
"Bisturí, succión y Hololens": la realidad aumentada busca su lugar en el quirófano
Las empresas diseñan cada vez más opciones para aprovechar la realidad aumentada durante los procedimientos quirúrgicos, pero su uso está lejos de convertirse en una práctica común
"Bisturí. Fórceps. Succión. Ah y, enfermera, páseme el HoloLens".
No es el tipo de conversación que esperaría escuchar en un quirófano, pero desde luego muestra la dirección en la que nos movemos. A finales del año pasado, unos ingenieros de la Universidad Duke (EEUU) anunciaron que estaban desarrollando sistemas diseñados para probar cómo podría utilizarse el dispositivo de realidad aumentada (RA) HoloLens de Microsoft para proporcionar información adicional a los médicos durante las cirugías cerebrales. Y ahora, durante las últimas dos semanas, dos empresas han ofrecido también su visión particular de cómo podría utilizarse HoloLens durante un procedimiento quirúrgico.
El primero es un sistema que está siendo desarrollado por la empresa de software Scopis y el cual está diseñado para ayudar durante las operaciones de médula. El dispositivo puede colocar imágenes médicas del paciente dentro del campo de visión del cirujano; o proporcionar una vista simulada de cómo encajan los tornillos pediculares –las varillas metálicas empleadas para reparar vértebras– durante la intervención.
Más ambicioso es un proyecto de Cambridge Consultants: busca proporcionar a los cirujanos la capacidad de introducir los resultados de resonancias magnéticas y tomografías computarizadas en un programa de software que las convierta en visualizaciones 3D de los órganos del paciente. ¿La idea? Los cirujanos serían capaces de realizar procedimientos de laparoscopia con una capa adicional de datos delante de sus ojos, lo que les permitiría tomar decisiones mejor informadas.
El concepto desde luego es bueno. Este tipo de enfoques podrían permitir que la tecnología alertara a los cirujanos en caso de, por ejemplo, acercarse demasiado a una parte especialmente delicada de la anatomía del paciente. También podrían guiar a los profesionales menos experimentados durante procedimientos complejos.
Pero eso también suscita algunas preguntas interesantes. Concretamente, ¿cómo de cómodas se sentirían la mayoría de las personas en cirugías realizadas a partir de datos vía HoloLens? Como el cirujano del Hopsital Royal London (Reino Unido) Shafi Ahmed explicó a la revista New Scientist: "No podemos confiar de momento en estos sistemas". Así que la respuesta es: probablemente no demasiado, al menos por ahora.
Claramente hay que superar algunos obstáculos. Uno de los mayores será el del registro de imágenes: cargar imágenes de resonancia magnética en un HoloLens está genial y todo eso, pero el propio cuerpo se mueve de forma natural y puede tener un aspecto distinto durante cada intervención quirúrgica. El dispositivo tendría que adaptar la imagen de RA en consecuencia, algo que resulta más difícil de lo que puede parecer. En cualquier caso, a la mayoría de los médicos les gusta sentirse seguros respecto a las tecnologías que emplean, así que la adopción de los sistemas quirúrgicos de RA más avanzados será lenta al principio.
Resulta bastante fácil, no obstante, imaginarse que los sistemas se utilicen para mejoras menos complejas, como presentar cifras relevantes o imágenes en 2D de los resultados de pruebas médicas dentro de la visión periférica del cirujano. Así que no se alarme demasiado si su cirujano pide el HoloLens justo antes de clavarle el bisturí.
(Para saber más: Engadget, New Scientist, Los cascos con hologramas de Microsoft redefinen la realidad)