La adaptación inteligente de la velocidad a la circulación de la carretera podría reducir el impacto de los llamados atascos fantasma en la carretera, algo que podría lograrse con varios modelos de gama media
Foto: En esta réplica de un atasco fantasma, tan solo un coche con una autonomía limitada (el todoterreno plateado) basta para despejar una congestión formada por 20 coches más.
A veces se argumenta que los beneficios a largo plazo de los coches autónomos, como carreteras más seguras, podrían no dejarse sentir con demasiada fuerza hasta que los vehículos robóticos representen la mayoría del tráfico. Hasta que suceda, esos impredecibles trozos de carne que llamamos humanos seguirán ejerciendo sus propios efectos sobre el tráfico, como, por ejemplo, provocar accidentes. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign sugiere que la adición de tan solo un pequeño número de coches autónomos podría aliviar la congestión del tráfico.
Probablemente ya habrá visto la demostración de atascos fantasma en la que los coches conducen en círculo para simular el impacto de un único coche lento en una calle llena de tráfico. Un coche acciona sus frenos sin motivo aparente y la ralentización del tráfico se extiende como una onda. Ahora, la investigación de la Universidad de Illinois, liderada por Daniel Work demuestra que introducir incluso un único coche autónomo en una de esas simulaciones circulares de tráfico puede amortiguar los efectos del atasco fantasma.
Los resultados del equipo demuestran que el control inteligente que ejerce un vehículo autónomo sobre su velocidad cuando se empieza a propagar el atasco fantasma pernite reducir el número de frenados en toda la cadena de tráfico posterior. Los números son impresionantes: la presencia de un único coche autónomo reduce la desviación típica de velocidad de todos los automóviles del atasco en alrededor de un 50%. Asimismo, el número de frenazos bruscos se ve reducido de nueve por vehículo y kilómetro recorrido a 2,5 como máximo, y a veces hasta prácticamente cero.
Dado que el consumo de combustible se incrementa cuando los coches ralentizan la marcha y recuperan la velocidad después, la presencia del vehículo autónomo también reduce el consumo de combustible. Según los cálculos del equipo, el ahorro asciende hasta un 40% de media entre todos los coches integrados dentro del flujo de tráfico.
Es interesante que estas mejoras puedan producirse incluso con un solo vehículo autónomo dentro de un grupo de 20 coches o más. También merece la pena señalar que el nivel de autonomía necesario para producir ese efecto no es el que buscan desarrollar compañías como Waymo, Uber y otras; es más parecido a la prestación de control de velocidad automático que ya llevan de serie muchos modelos de gama media y alta. Así que aunque es posible que tengamos que esperar un poco más para disfrutar de todas las ventajas de la conducción autónoma, su capacidad de reducir la congestión del tráfico podría llegar antes de lo esperado.
(Para saber más: arXiv, El efecto de los coches semiautónomos: seguros más caros y más accidentes, Los enormes y extraños efectos del coche eléctrico y autónomo sobre la sociedad)