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Elecciones hackeadas: un ciberdelito que empieza a formar parte de la norma
Un grupo de hackers rusos intentó manipular las elecciones francesas, igual que hizo con las de EEUU. Reino Unido y Alemania serán los próximos objetivos de una tendencia que está creciendo tanto que ya parece ser un elemento común en los comicios occidentales
A pesar de una inoportuna filtración de última hora de documentos de su campaña, los ciudadanos franceses han elegido al centrista Emmanuel Macron como presidente.
El viernes por la noche, Macron se encontró en internet miles de documentos y correos electrónicos relacionados con su campaña (al menos nueve gigabytes). El equipo En Marche! de Macron tuvo el tiempo justo antes del final oficial de la campaña a la medianoche para alertar al público de que la filtración de los documentos se debió a un ciberataque, y aprovechó la oportunidad para suplicar a los medios que informasen del asunto de forma responsable.
Como ha señalado la CNBC, la ley francesa prohíbe a los medios cubrir las elecciones durante las horas previas a la votación, lo que significa que casi no tuvieron oportunidad de sacar la noticia. Pero la ley no ha parecido frenar a los bots de Twitter, que estuvieron divulgando enlaces activamente durante el fin de semana.
The Guardian informó el pasado lunes de que dos empresas de investigaciones de seguridad, Flashpoint Intelligence y Trend Micro, creen que el responsable del ataque fue el grupo de hackers rusos a veces conocido como Fancy Bear o Advanced Persistent Threat 28. Las empresas también creen que este mismo grupo fue el que ejecutó los ataques al Partido Demócrata durante las elecciones estadounidenses de 2016 y que está vinculado a la agencia de inteligencia militar extranjera del ejército ruso.
Parece que los ataques se produjeron mediante spear phishing para enviar enlaces a miembros del equipo En Marche! que afirmaban provenir de fuentes fiables y obtener sus credenciales de conexión. Un análisis de las técnicas empleadas sugiere que los hackers de Fancy Bear fueron responsables tanto de las páginas web falsas utilizadas durante los ataques a Macron como de las que les ayudaron a atacar al partido demócrata de EEUU.
Por lo visto, el equipo de Macron era consciente de que había sido hackeado, y The Daily Beast hasta informa de que la campaña integró contenidos falsos propios entre los documentos obtenidos por los hackers para generar confusión.
Mientras tanto, se cree que algunos de los contenidos publicados tambié han sido editados desde ordenadores que ejecutan sistemas operativos en ruso, lo que sugiere que los hackers pueden haber intentado añadir información que afirmaban que procedía de Macron y su equipo.
Finalmente, por supuesto, la filtración no perjudicó a Macron, que ganó el 66% de los votos, venciendo con facilidad a su oponente de la derecha extrema, Marine Le Pen, que solo logró el 34% de los votos. Pero la noticia sí sirve para señalar el hecho de que los hackeos que dominaron las noticias durante la batalla presidencial entre Clinton y Trump en Estados Unidos no eran un caso aislado. Más bien, parece que estamos frente a una nueva normalidad durante la temporada de elecciones de un país occidental.
Todas las miradas ahora se fijarán en Reino Unido y Alemania, que tienen elecciones programadas para el 8 de junio y el 24 de septiembre, respectivamente. Facebook acaba de lanzar una campaña para alertar a los votantes británicos de la presencia de noticias falsas, y hasta ha llegado a eliminar miles de cuentas para intentar frenar la difusión de contenidos falsos. Pero la información fidedigna aún podría generar problemas si los hackers lograran hacerse con ella, algo que últimamente parece prácticamente inevitable.
(Para saber más: New York Times, Guardian, Russian Disinformation Technology, Obama Demands the Facts on Election Hacks)