El seguimiento de datos móviles puede mostrar la adquisición de alimentos en África y alertar de hambrunas y crisis potenciales
Un efecto secundario cada vez más importante de la revolución móvil es que los grandes datos que genera se han convertido en un microscopio del alta resolución para examinar la propia naturaleza de la sociedad que los produce. Varios equipos han demostrado cómo los datos de los teléfonos móviles revelan patrones de viaje, actividad criminal e incluso estrategias de reproducción humanas.
Ahora la investigadora de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), Adeline Decuyper, y unos compañeros suyos afirman poder usar los patrones de uso de teléfonos móviles en un país centroafricano para determinar los patrones de consumo de alimento. Sostienen que el trabajo sugiere que los datos móviles podrían ser una valiosa herramienta para controlar la seguridad alimentaria en países de ingresos medios y bajos.
Decuyper y su equipo empezaron con dos series de datos. La primera es una encuesta sobre consumo de alimentos en 7.500 hogares en un país centroafricano llevada a cabo en 2012 por el Programa Mundial Alimentos (el equipo no revela qué país han estudiado, pero un análisis superficial de los datos sugiere que se trata de Ruanda).
La encuesta contiene 486 preguntas sobre la demografía de los miembros del hogar, las características de la vivienda y los ingresos de la familia así como muchas preguntas específicas relacionadas con el consumo de alimento como por ejemplo la cantidad de veces que se ha consumido cada tipo de comida en los últimos siete días, las dificultades para acceder a ella a lo largo del año y más.
La segunda serie de datos es un registro de llamadas para una proporción significativa de la población de un gran operador móvil. Cada registro incluye la identificación del emisor y del receptor, la torre de antena que inicia la llamada y la fecha y hora. La serie de datos también incluye la historia de recargas de tarjetas hechas por la misma población de usuarios.
La hipótesis investigada por Decuyper y compañía es que el patrón de compra de recargas refleja el patrón de consumo de comida y puede usarse como sustituto para este dato en el futuro.
Para averiguarlo, dividieron la población en áreas geográficas de entre 10.000 y 50.000 habitantes. A continuación, asignaron un hogar para cada usuario de móvil en este área basándose en el lugar desde el que hacen el mayor número de llamadas. Para cada usuario también extraen su comportamiento a la hora de comprar recargas y muestran cuántas recargas compraron y con qué frecuencia.
Por último, compararon la suma de gastos en recargas de cada individuo con las distintas variables de consumo de comida. Por ejemplo, compararon los gastos de recarga con la frecuencia con la que la gente comía comida de alto valor calórico como azúcar y dulces o alimentos de bajo valor calórico como la yuca y el sorgo.
Lo resultados son interesantes. Decuyper y compañía hallaron que la compra de recargas tienen una correlación significativa con el consumo de comidas de alto valor nutritivo como verduras, arroz, pan, azúcar y carne fresca.
También hallaron que había poca correlación entre las compras de recargas y comidas de consumo habitual como yuca y judías.
Resulta interesante porque los artículos de alto valor en general hay que comprarlos en el mercado, mientras que los de bajo valor suelen cultivarse en casa. "Por lo tanto este estudio es compatible con una nueva hipótesis: el gasto en recargas móviles es proporcional al gasto en comida en el mercado". concluyen Decuyper y compañía.
Esa hipótesis se ve respaldada por el descubrimiento de una correlación negativa entre los gastos en recargas y el consumo de batata, que es un artículo muy barato y que se cultiva de forma generalizada. "Esto sugiere que cuando la gente se lo puede permitir, reducen su consumo de batata", afirma el equipo.
Los resultados sugieren que los datos móviles podrían convertirse en una herramienta muy importante para la vigilancia en tiempo real de los patrones de consumo de alimentos. La idea es que este tipo de datos podrían avisar de hambrunas y potenciales crisis nacionales en el acto.
Es una función tremendamente importante, sobre todo en partes del mundo donde las encuestas cuestan tiempo y dinero y a veces incluso son imposibles de hacer. ¡Un trabajo útil!
Ref: arxiv.org/abs/1412.2595 : Cálculo del Consumo de Alimentos e Índices de Pobreza mediante Datos Móviles