Tras ganar una edición de 'Jeopardy', la computadora de IBM ha logrado crear nuevas recetas como la quiche fusión de espárragos suizo-tailandesa.
El proceso de humanización de Watson, el superordenador de IBM, continúa imparable. Esta computadora acaba de empezar a desarrollar destrezas culinarias al ser capaz de crear una receta para una quiche fusión de espárragos suizo-tailandesa y unas natillas de papaya con infusión de pimentón y reducción de zumo de naranja.
Durante un día de demostraciones y charlas este miércoles sobre el futuro de la computación cognitiva en el Centro de Investigación T.J. Watson de IBM en Yorktown Heights, Nueva York (EEUU), la hazaña de generar recetas en respuesta a solicitudes personalizadas -producidas a través de bases de datos de recetas y conocimientos sobre las preferencias humanas respecto al sentido del gusto y del olfato para hacerlo- fue, evidentemente, un momento distendido. Pero también es un reflejo de los desafíos a los que se enfrenta la empresa para encontrar buenas aplicaciones para su tecnología de preguntas y respuestas.
Watson, copó los titulares hace dos años y medio cuando ganó el concurso estadounidense Jeopardy contra dos concursantes humanos. Fue la culminación de un largo esfuerzo por adaptar el sistema para reunir las bases de datos adecuadas, procesar el lenguaje y actuar rápido en un formato de pregunta-respuesta. Desde entonces, IBM Research ha hecho importantes esfuerzos por convertir esta hazaña en productos prácticos, por ejemplo en herramientas de ayuda a la toma de decisiones para personal médico y financiero sobrepasado (ver "Watson se va al hospital"). La empresa también ha creado una forma de que la tecnología se use como agente de atención al cliente (ver "Tras entrenarse en Jeopardy, Watson va directo a tu bolsillo").
Tuve la oportunidad de hablar con el cardiólogo Doug Johnston de la Clínica Cleveland, una de las varias instituciones que trabaja con IBM para afinar esta tecnología para aplicaciones médicas. Lo que está claro es que Watson puede ser muy bueno digiriendo la literatura médica para ayudar a los estudiantes de medicina, pero le cuesta más digerir las narrativas escritas por el personal médico cuando atienden a los pacientes. Estos textos suelen estar escritos en distintos estilos y contener información incorrecta e incompleta.
Watson y otras tecnologías de análisis mejorarán si ese tipo de registros se formatean de forma más clara, con campos separados para síntomas, acciones tomadas y resultados, explicó Johnston. Con esto en mente, IBM ha estado intentando personalizar el software de negocios para que esté listo para Watson (ver "El nuevo trabajo de Watson: vendedor de productos de IBM"). Thomas Malone, el director del Centro de Inteligencia Colectiva del MIT expuso algo aún mayor. El futuro, afirmó, reside en la construcción de sistemas capaces de aprovechar mejor las habilidades de humanos y ordenadores. Y explicó que las cada vez más numerosas investigaciones sobre este tema han hallado que las respuestas obtenidas de una combinación de humanos y ordenadores son más precisas que las generadas por cualquiera de los grupos exclusivamente.
Jeopardy "era un concurso, e hicimos una demostración increíble de ingenio informático y humano. Pero al fin y al cabo, era un concurso. Esto ya no es un juego, esto es serio", afirmó el director de IBM Research, John Kelly. Ayer, IBM anunció además una nueva colaboración de investigación en computación cognitiva con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el Instituto Politécnico Rensselaer, la Universidad de Nueva York y la Universidad Carnegie Mellon (todos ellos en EEUU) dirigida a "hacer avanzar esta tecnología", según Kelly.
Y luego se habló de quiche. Kelly explicó que IBM estaba explorando cómo Watson podría ayudar a las industrias farmacéutica y química a descubrir nuevos compuestos. Como demostración, su equipo puso al superordenador a prueba en la cocina. Para crear nuevas recetas, Watson "coge todas las recetas conocidas del mundo, las descompone en ingredientes, y descompone estos a su vez en los componentes químicos". Después añadieron una pizca de datos sobre las preferencias humanas respecto a varios compuestos que proporcionan sabor y olor.
Para obtener estas nuevas recetas, hay que hacerle a Watson preguntas que especifiquen nombres de países y preferencias, como restricciones de alimentos. En el caso de la quiche, al pedir platos que mezclaran influencias suizas y tailandesas, el superordenador ofreció una receta que incluía ingredientes como pimiento, tamarindo, galangal, albahaca, queso gruyere y menta. IBM ofreció una degustación con las creaciones del chef Watson. Las natillas de papaya, pimentón y naranja me parecieron especialmente ricas. Sabían al futuro de la computación cognitiva.