El último dispositivo de la compañía es más delgado y potente, y permite las videollamadas.
"Este
es nuestro nuevo bebé, espero que les guste tanto como a nosotros."
Así es
como Steve Jobs cerró su discurso en la conferencia anual de la WWDC poco antes
del mediodía del lunes, hora PDT, en el Moscone Center de San Francisco. Jobs
es ahora el orgulloso padre de cuatro iPhones, y la presentación del más
reciente miembro de la familia, el iPhone 4, ha servido para arrojar el guante
a todos los otros proveedores de software y hardware para móviles.
"Que
alguien me detenga si ha visto esto antes", afirmó Jobs al tiempo que daba
a conocer el nuevo diseño, refiriéndose al infame teléfono filtrado obtenido
por Gizmodo, "y, confíen en mí, no lo han visto."
El
iPhone 4 se parece mucho a las fotos del teléfono que se filtró, pero hasta
ahora no habíamos visto ninguna de las nuevas características que ofrecía. Con
la misma forma básica que los iPhones anteriores, las observaciones más
evidentes que se pueden hacer sobre el nuevo teléfono es que es más cuadrado,
significativamente más delgado--con
sólo 9,3 mm de espesor, es el teléfono inteligente más delgado hasta la
fecha--y rodeado de acero. Esa banda de acero alrededor del borde es más que un
mero adorno: además de proporcionar la estructura básica también hace de antena
para la voz, los datos y las funciones GPS. Esto, afirmó Jobs, ayudó a crear
más espacio para una batería mayor, que permite hablar hasta un 40 por ciento
más que con un 3GS.
Pasó
mucho tiempo hablando sobre la pantalla del teléfono, la pantalla
"retina". Sus píxeles tienen una densidad de 324 por pulgada,
haciendo que las imágenes y los textos sean nítidos, y las curvas se suavicen.
Como punto de comparación, la resolución estándar con la que las fotos se
imprimen es de 300 puntos por pulgada. La cámara también ha sido mejorada
considerablemente, y una cámara más pequeña se ha colocado en la parte frontal
del teléfono.
Jobs
también reveló que ahora el teléfono contiene un giroscopio, que permite hacer
un seguimiento de la rotación sobre cualquier eje, así como la aceleración en
tres direcciones, todo ello activado por los acelerómetros de los modelos
anteriores que ahora se han convertido en un estándar.
Como de
costumbre, sin embargo, Jobs salvó "una cosa más" para el final. Tomó
un iPhone 4 y marcó el teléfono de Jonathan Ives, diseñador de Apple y
colaborador desde hace mucho tiempo, y tocó un botón para cambiar a una llamada
de vídeo de doble vía.
La
función se denomina FaceTime, y está construida basándose en el hardware del
iPhone 4. Cualquier persona con el teléfono puede cambiar al instante a modo
vídeo cuando llama a otra persona con el mismo dispositivo, sin necesidad de
crear una nueva cuenta o lista de contactos. Por ahora sólo funciona con Wi-Fi.
FaceTime
es más que otro competidor de Skype, o por lo menos eso es lo que espera Jobs.
"A partir de mañana vamos a hacer FaceTime un estándar abierto dentro del
sector", aseguró Jobs. El paquete de vídeo, audio, y las otras tecnologías
que componen el servicio se presentarán a los organismos de estandarización
pertinentes, en un intento por establecer FaceTime como algo que cualquier
dispositivo o red pueda soportar.
"Crecí
aquí en los EE.UU., con los Supersónicos y Star Trek, y entre aparatos de
comunicación", afirmó Jobs en su llamada de vídeo a Ives, "y todo
eso, ahora, es una realidad." Los consumidores podrán descubrir por sí
mismos si el nuevo teléfono realmente es parte del futuro cuando salga al
mercado el 24 de junio de 2010.