El seguimiento de la información hasta llegar a sus orígenes podría ayudar a probar la fiabilidad de la información.
El eslogan oficial de internet podría ser algo así como “no te creas todo lo que leas,” aunque se han puesto en marcha ciertas iniciativas para ayudar a los usuarios a que sepan en qué confiar.
Una herramienta llamada Wikitrust, que permite a los usuarios evaluar la información de Wikipedia mediante la asignación de códigos de color al texto, saltó a la luz esta semana al anunciarse que se añadiría como opción para los usuarios generales de Wikipedia. De igual modo, la Fundación Wikimedia anunció la semana pasada que se harían cambios en las páginas relativas a personas vivas y que próximamente tendrán que ser examinadas por un editor establecido. Estos cambios reflejan un impulso más amplio por hacer que la información de internet sea más responsable. Además, el World Wide Web Consortium anunció esta semana un esquema que podría ayudar a cualquier página web a llevar a afirmaciones verificables acerca de la autoría y fiabilidad de los contenidos.
WikiTrust, desarrollada por un equipo de investigadore de la Universidad de California, en Santa Cruz, pone códigos de color a la información de las páginas de Wikipedia utilizando algoritmos que evalúan la fiabilidad del autor y la información en sí misma. Los algoritmos llevan a cabo esta tarea mediante el análisis de la recepción previa que las contribuciones del autor hayan tenido dentro de la comunidad. También se fija en la rapidez con la que las ediciones del usuario son revisadas o invertidas, y toma en cuenta la reputación de la gente que interactúa con el autor. Si un editor con mala reputación cambia algo, el autor original no pederá necesariamente muchos puntos de reputación. Un fondo blanco, por ejemplo, significa que la pieza de texto ha sido vista por un gran número de editores que no le hicieron cambios y que fue escrita por un autor de confianza. Las sombras en naranja significan dudas, autorías dudosas o cierto tipo de controversia continuada.
Luca de Alfaro, profesor asociado de ciencias informáticas en la UC Santa Cruz, y que ayudó al desarrollo de WikiTrust, afirma que la mayoría de los usuarios de internet desean que el contenido de la web sea más responsable. “Fundamentalmente, queremos saber quién hizo qué,” afirma. Según de Alfaro, WikiTrust hace que sea más difícil cambiar la información de una página sin que nadie lo note, y hace que sea más sencillo ver lo que ocurre en una página y analizarlo.
Los investigadores responsables de WikiTrust están trabajando en una versión que incluye un análisis completo de las ediciones hechas a la versión en inglés de Wikipedia desde su lanzamiento. Una demo de la versión completa será distribuida de aquí a un par de meses, afirma de Alfaro, aunque aún no se sabe con certeza si será alojada en los propios servidores de la universidad o en la Fundación Wikimedia. Los principios utilizados por los algoritmos de WikiTrust podrían utilizarse en cualquier página que trabaje con contenidos creados en forma de colaboración, añade de Alfaro.
La creación de un lenguaje para el incremento de la confianza online es el objetivo del Protocolo de Descripción de los Recursos Web (POWDER, en inglés), lanzado esta semana por el World Wide Web Consortium.
Powder sigue un método más simple que WikiTrust. Mediante el uso de las especificaciones de Powder, una página web puede hacer alegaciones relacionadas con la procedencia de la información y la forma en que puede ser utilizada. Por ejemplo, un sitio podría decir que una página contiene información médica provista por expertos específicos. También podría asegurar a los usuarios que ciertos sitios funcionarán con dispositivos móviles, o que el contenido se ofrece a través de la licencia Creative Commons.
El diseño de Powder está pensado para que se integre con los servicios de autenticación de terceros y para que se pueda leer por máquinas. Los usuarios podrían instalar un plug-in que buscase alegaciones hechas a través de Powder acerca de cualquier página, y que además comprobase la autenticación de forma automática e informase a otros usuarios del resultado. Los motores de búsqueda también podrían leer las descripciones hechas mediante Powder, para así ayudar a los usuarios a que localizasen la información de más confianza y relevancia.
“Desde un primer momento, un aspecto fundamental de Powder es que, si el documento es válido, debe apuntar al autor de dicho documento,” afirma Phil Archer, director de proyecto de i-sieve Technologies y que formó parte del grupo de trabajo de Powder. “Animamos a los autores a que faciliten algún tipo de mecanismo de autenticación.”
Ed Chi, científico investigador senior en el Centro de Investigación de Palo Alto, cree que la educación de los usuarios acerca de las herramientas de evaluación de la confianza por internet podría resultar un gran problema. “Hasta ahora, la investigación de la interacción entre humanos y ordenadores parece sugerir que la gente está dispuesta a hacer muy poco esfuerzo [por determinar la confianza de las páginas web]—de hecho, no están dispuestos a hacer nada,” afirma. Como ejemplo, Chi señala el insignificante progreso que se ha llevado a cabo para enseñar a los usuarios a que eviten los timos se phishing o para asegurarse de que sólo introducen la información relativa a sus tarjetas de crédito en sitios que tengan encriptación de datos. “El estado actual del asunto es bastante deprimente,” afirma.
Incluso si los usuarios de internet aprendiesen a utilizas las nuevas herramientas para evaluar la veracidad de la confianza, la mayoría de los expertos creen que probablemente no ayude a solucionar el problema del todo. “La confianza es algo muy humano,” afirma Archer. “Creo que la tecnología jamás podrá darte una garantía absoluta de que lo que ves en la pantalla es de confianza.”