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Nueve grandes fracasos tecnológicos de 2016

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Un móvil que explota, una planta brillante que nunca llegó a brillar y un algoritmo para noticias que privilegia la información falsa son solo tres ejemplos de la lista de este año

  • por Antonio Regalado | traducido por Carmen Rus
  • 30 Diciembre, 2016

Desde algoritmos que distribuyen noticias falsas hata plantas brillantes que no brillan, aquí está nuestra selección de los mayores fracasos tecnológicos del año.

1. El "dispositivo de engaño" de Volkswagen

Volkswagen ha creado el que probablemente sea el puñado de líneas de código más caro de la historia. El programa, al que se ha llamado "dispositivo de engaño" y que fue creado por la empresa alemana de automoción para engañar a los medidores de emisiones de Estados Unidos, ocultaba que sus coches diésel emitían hasta cuarenta veces más de los contaminantes permitidos. Aunque el escándalo surgió en 2015, el verdadero coste que va a tener este "invento" para la compañía se está empezando a descubrir ahora y no se podrá calcular con certeza hasta dentro de un tiempo. En junio, el fabricante alemán ya se comprometió a pagar 14.700 millones de dólares (aproximadamente 14.128 millones de euros) para hacer frente a las multas y al coste de reemplazar o arreglar 475.000 coches en Estados Unidos. 

2. Samsung Galaxy Note 7

Los smartphones de Samsung han estado candentes este año, pero no en el buen sentido. Tras recibir aproximadamente 35 quejas por teléfonos que se sobrecalentaban (un teléfono humeante llegó a forzar la evacuación de un vuelto de Southwest Airlines), Samsung le dijo a todo el mundo que tuviera un Galaxy Note 7 que lo "apagara inmediatamente" y lo devolviera. Cuando algunos de los nuevos teléfonos empezaron también a arder, Samsung decidió dejar de fabricar por completo este modelo tamaño phablet y recuperar 2,5 millones de dispositivos. La empresa dijo que el problema había surgido a raíz de unos defectos de montaje por culpa de los cuales se sobrecalentaba la batería de ión-litio del teléfono.

3. Apple Watch

Los últimos anuncios de Apple para su reloj inteligente incluyen música rap, bailes y carreras bajo la lluvia. Lo que no ofrecen es una explicación de lo que hace y para qué sirve realmente el Apple Watch. A estas alturas, la respuesta ha quedado clara: no hace lo suficiente para volverse tan famoso o rentable como los teléfonos inteligentes de la empresa. En 2016, las ventas del Apple Watch han sido exiguas, según la empresa de investigación de mercados especializada en tecnología IDC. Sus competidores también han empezado a tirar la toalla: Motorola pospuso el resto de lanzamientos de su reloj Moto360 "de forma indefinida" y el pionero en la materia, Pebble, dijo en diciembre que dejaría de "promover, fabricar o vender" sus propios relojes. Un usuario de Engadget resumió en pocas palabras lo que sentía respecto al Apple Watch: "Vamos, que jamás me lo pondría".

4. El algoritmo de noticias de Facebook

"El papa Francisco sorprende al mundo con su apoyo a Donald Trump en su carrera hacia la presidencia y da unas declaraciones al respecto". Eso jamás sucedió. Aun así, ese titular formó parte del tsunami de mentiras que se extiende a través de Facebook, la red social con 1.700 millones de miembros. El CEO de la empresa, Mark Zuckerberg, niega que Facebook sea un medio de comunicación o que pueda tener cualquier tipo de influencia en acontecimientos internacionales como, por ejemplo, las elecciones, una idea que él ha tildado de "bastante loca" (pese a que Facebook también venda publicidad a partidos políticos). El público lo ve de otro modo; el presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha tildado a las noticias falsas de amenaza vital a la "libertad democrática" y la "prosperidad".

5. Tay, el bot insolente

"helooooooo world!!!" Un miércoles de marzo, Microsoft presentó al mundo a Tay, un bot conversacional femenino con su propia cuenta de Twitter. Microsoft describió a Tay como "un proyecto de aprendizaje de máquinas diseñado para hablar con humanos" que conversaría con jóvenes de entre 18 y 24 años, aprendería de ellos y se haría más inteligente con el tiempo. En 24 horas, no obstante, Tay ya estaba pavoneándose de consumir drogas, buscando sexo y opinando que "Hitler llevaba razón" y que "las feministas tendrían que arder en el infierno". El jefe de Microsoft Research, Peter Lee, desactivó el chat el primer día. "Sentimos profundamente los accidentales tuit ofensivos e hirientes que Tay ha escrito. Tay ya no está conectada".

6. Los ejercicios mentales de Lumosity

¿Ha visto alguna vez un anuncio de esos de entrenamiento cerebral para ser más listo? Una empresa de San Francisco, Lumos Labs, publicitaba de forma agresiva acertijos y pruebas de memoria bajo la marca Lumosity. La empresa aseguraba que los usuarios mejorarían en los estudios y que con sus ejercicios, incluso, podrían retrasar la demencia. El pasado mes de octubre, y tras estudiar cientos de investigaciones sobre el tema, un equipo de psicólogos concluyó que este tipo de ejercicios mentales no hace más inteligente a nadie. Para entonces, Lumos ya había recibido una multa de dos millones de dólares (1,9 millones de euros) de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) por publicidad engañosa. "Lumosity se aprovechó del miedo de los consumidores al deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento", consideró la FTC. "Pero, sencillamente, no había ciencia detrás de los anuncios de Lumosity".

7. La planta brillante que no brilla

Parecía un momento histórico para la biología casera. Una campaña de Kickstarter superexitosa consiguió recaudar casi 500.000 dólares estadounidenses (unos 480.300 euros)  para diseñar genéticamente una planta casera que brillara en la oscuridad. La planta brillante pronto se convirtió en un símbolo del sueño biohacker. Parece, sin embargo, que diseñar seres vivos no es tan sencillo. Este año descubrimos que todavía no hay planta fluorescente y que no queda dinero que devolver a los más de 5.000 contribuyentes, la mayoría de los cuales pagaron 40 dólares (unos 39 euros) o más en Kickstarter. Ahora la planta fluorescente se ha convertido en un símbolo de las falsas promesas.

8. El medicamento más caro del mundo

Glybera es el medicamento más caro del mundo. Se ha hecho famoso por haber sido la primera terapia génica aprobada en Europa y por el exorbitante precio en su etiqueta: un millón de dólares. Pero lo que hemos descubierto este año es que el medicamento, que sirve para luchar contra una rara enfermedad metabólica, solo se ha aplicado una vez, por culpa de las dudas que generan su eficacia y su coste. En vez de convertirse en un espectacular punto de partida para la era del reemplazo genético, Glybera es ahora un auténtico fiasco para su creadora, la start-up de terapia genética UniQure.

9. Las clínicas de células madre

Este año conocimos la historia del turista sanitario Jim Gass, un ejecutivo que esperaba curar las secuelas de un infarto con tratamientos con células madre en una clínica mexicana y acabó con una extraña masa pegajosa en su espina dorsal. No obstante, tampoco es necesario salir de Estados Unidos para encontrar tratamientos dudosos que jamás han sido aprobados por la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA por sus siglas en inglés): al menos 351 empresas estadounidenses que operan en un vacío legal prometen que las células madre lo curarán todo, desde las lesiones deportivas hasta el alzhéimer. "Las clínicas están llevando a cabo un experimento gigante no autorizado con seres humanos en busca del beneficio económico", indica el investigador de células madre Paul Knoepfler.

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