La sobrecarga de información provocada por un número demasiado alto de opciones podría servir de lección a otras webs.
Los consumidores tienen prácticamente cualquier cosa a su disposición en la web, aunque a veces esto no tiene por qué ser algo necesariamente bueno. Un nuevo estudio acerca de los sitios de búsqueda de pareja muestra que los usuarios a los que se les ofrecen demasiadas selecciones acaban experimentando una “sobrecarga cognitiva” y, como resultado, toman peores decisiones. Estos descubrimientos podrían tener implicaciones para otro tipo de páginas web, aunque los nuevos métodos y tecnologías podrían ayudar a solucionar el problema, según sugiere el estudio.
Los sitios de búsqueda de pareja son un gran negocio. Según una encuesta llevada a cabo en 2006 por el Centro Pew para Intenet y la Vida Americana, más de 37% de los usuarios de internet solteros los han utilizado. Los sitios de búsqueda de pareja a menudo se parecen a los sitios de comercio electrónico tales como Amazon.com; los usuarios introducen unos criterios de búsqueda como, por ejemplo, la altura, la apariencia y la religión, y se les presentan una serie de candidatos compatibles.
Pai-Lu Wu, de la Universidad de Cheng Shiu y Wen-Bin Chiou, de la Universidad Nacional Sun Yat-Sen en Taiwan, llevaron a cabo un experimento consistente en proporcionar a los usuarios de sitios de búsqueda de pareja una serie de distintos resultados en respuesta a sus búsquedas. El estudio, publicado el mes pasado en Cyberpsychology and Behavior, muestra que al tener más resultados de búsqueda se acaba eligiendo a las otras personas con menos atención.
Chiou se refiere a esto como “una espada de doble filo,” puesto que la gente desea tener una mayor selección, para después dedicarle menos tiempo a evaluar a cada posibilidad. Wu y Chiou concluyen que “un mayor número de opciones de búsqueda llevan a un proceso menos selectivo puesto que se reducen los recursos cognitivos del usuario, distrayéndolos con información innecesaria, y reduciendo su capacidad para rechazar opciones inferiores.” En otras palabras, al enfrentarse a una sobrecarga cognitiva, los usuarios evaluaron cuantas más personas compatibles mejor, incluso aquellas que no encajaban bien, y fueron menos capaces de distinguir una buena opción de una mala.
Michael Norton, profesor asistente en la Escuela de Negocios de Harvard, fue coautor de un estudio publicado en Journal of Interactive Marketing el año pasado que sugiere que este tipo de sobrecarga cognitiva es común en los sitios de búsqueda de pareja. El estudio descubrió que el usuario medio normalmente pasa 12 horas a la semana buscando online y enviando mails a cambio de menos de dos horas de citas fuera de internet. Norton afirma que los usuarios “evalúan a cada persona de forma sólo superficial, sin dedicarle el tiempo y energía necesaria para explorar si la compatibilidad puede acabar funcionando.” Al tener muchas opciones aumentan nuestras expectativas de tener candidatos compatibles, lo que nos lleva a “una búsqueda a menudo infructuosa de la persona ideal que probablemente no exista.” La búsqueda incesante del hombre o la mujer perfectos puede que acabe siendo la decisión equivocada, afirma Norton.
El problema se extiende claramente más allá de los sitios para la búsqueda de pareja. “Cada vez que visitas la web, existe el peligro de sobrecarga cognitiva,” señala Nicole Ellison, profesora en la Universidad del Estado de Michigan y dedicada al estudio de las relaciones y la búsqueda de pareja por internet. Ellison cree que la cantidad de información por internet representa un reto para los usuarios, aunque los motores de búsqueda como Google han demostrado ser efectivos para clasificar los tipos de información más simples. “Google ya posee un algoritmo bastante sofisticado,” afirma. “Sabemos que hay poca gente que vaya más allá de la primera página de resultados cuando realiza una búsqueda.”
No obstante, cuando lo que se busca es un tipo de información más subjetiva y compleja, como por ejemplo el destino de vacaciones ideal, los usuarios de internet puede que experimenten una sobrecarga cognitiva parecida y acaben tomando decisiones aceleradas.
En cuanto a los sitios de búsqueda de pareja, Chiou sugiere una serie de soluciones técnicas que quizá podrían resultar de ayuda. A los usuarios se les podría recordar el número de perfiles compatibles que han revisado hasta ese momento, y saber la precisión en cuanto a compatibilidad entre su propio perfil y uno ajeno. El estudio de Ellison sugiere que la obtención de datos a través de entrevistas también ayudaría a afinar las búsquedas y produciría resultados más relevantes. “Sería útil incluir distintos tipos de preguntas en el perfil—preguntas que permitan a los individuos resaltar aspectos únicos de su personalidad,” afirma Ellison.
Norton va más allá y sugiere que los candidatos no deberían buscarse “como si fueran zapatos por internet.” Las variables demográficas simples como la altura y la religión tienen poca relevancia a la hora de determinar que un emparejamiento tenga éxito, afirma. Para predecir mejor el éxito de una relación hay que fijarse en conceptos conceptos como el humor y la comunicación. Desafortunadamente, estos conceptos son altamente subjetivos—lo que para alguien es un chiste, para otra persona puede ser algo de mal gusto.
Una startup llamada Omnidate espera poder aprovecharse del tipo de tecnología que permite al usuario reunir y evaluar esta clase de información subjetiva. La solución de la compañía consiste en un add-on que funciona en conjunción con los sitios de búsqueda de pareja ya existentes y permite a los usuarios interactuar como avatares en un espacio virtual en 3-D. En vez de malgastar tiempo con páginas de compatibilidad llenas de información sin significado, los usuarios pueden evaluar las cualidades que sólo se suelen revelar durante un encuentro.
“Al tiempo que la gente chatea, sus personajes responden de forma natural, proporcionando una experiencia realista de lo que es una cita,” afirma el presidente de Omnidate, Igor Kotlyar. Añade que las mujeres están especialmente contentas con la experiencia virtual. Comprenden el 60% de los usuarios registrados (el doble que en un sitio de búsqueda de pareja típico) y prefieren las citas virtuales al intercambio de mails.