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Cadenas de bloques y aplicaciones

Un robot abusa de los textiles inteligentes de Google para comprobar su resistencia

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El Proyecto Jacquard de Google emplea un robot para ayudar a averiguar cuánto se desgastarán sus textiles inteligentes con el uso y el paso del tiempo

  • por Rachel Metz | traducido por Teresa Woods
  • 25 Abril, 2016

Google se está apoyando mucho en un fornido brazo robótico para que le ayude a realizar las pruebas de fiabilidad para telas interactivas. La compañía las está desarrollando como parte de un proyecto especial que puede incorporar el reconocimiento de gestos y prestaciones táctiles a todo tipo de objetos, desde chaquetas hasta ositos de peluche.

Desvelado la pasado primavera, el Proyecto Jacquard está desarrollando textiles que incorporan mallas de hilos conductores producidos mediante métodos tradicionales de fabricación. El objetivo es diseñar ropa, muebles, juguetes y otros artículos cubiertos por telas inteligentes. Los objetos podrán así conectarse a dispositivos electrónicos y serán asequibles y duraderos (ver Google crea telas inteligentes para trabajar en las pantallas más pequeñas).

Han existido bastantes textiles conectados, pero se han visto limitados en gran parte a aplicaciones como ropa deportiva y proyectos de arte. Así que antes de incorporar su tela conductora a vaqueros y camisas, los miembros del Proyecto Jacquard quieren averiguar cuánta resistencia tiene al desgaste, y su precisión a la hora de reconocer los gestos.


Foto: La tela conductora del Proyecto Jacquard puede conectarse a pequeños componentes electrónicos; la idea es que cuando se realice un gesto sobre la tela, pueda enviarse de forma inalámbrica a un 'smartphone' u otro dispositivo. Crédito: Google ATAP.

Como describen en un trabajo de investigación que se presentará en una conferencia de interacciones ordenador-humano en mayo, emplearon un brazo robótico del fabricante de robots industriales KUKA Robotics para deslizar "el dedo" repetidamente sobre un trozo de su tela colocada sobre lo que describen como "una esponja de espuma flexible para una simulación óptima de la flexibilidad corporal".

Después de 10 horas de "deslizamientos", los investigadores del Proyecto Jacquard determinaron un ciclo de vida de tres años y 200 días de uso para una muestra de la tela interactiva, suponiendo que se realicen unos 200 deslizamiento al día, o un total de 12.000. A ese ritmo, el reconocimiento de gestos superó el 95% y la tela no había sufrido daños aparentes, informan los investigadores.

Foto: El Proyecto Jacquard de Google ha empleado un brazo robótico para probar su tela interactiva al deslizar 'el dedo' sobre el textil una y otra vez. Crédito: Google ATAP.

Los investigadores afirman que después hicieron que el brazo robótico realizara otros 30.000 deslizamientos sobre el mismo trozo de tela que seguía proporcionando una tasa de reconocimiento superior al 95%.

Los resultados no son tan impresionantes con las personas de carne y hueso. Los investigadores cuentan que en otro experimento fijaron trozos de tela interactiva a la manga de una chaqueta y pidieron a una docena de personas que realizara tres gestos (deslizar el dedo de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y un gesto de pulsar) de pie, andando y sentados. Bajo estas condiciones, que se aproximan un poco más a los probables usos de la tela en la vida real, los gestos no fueron reconocidos con tanta facilidad: los investigadores informan de una tasa de reconocimiento de casi el 77%. El líder del proyecto y coautor del trabajo, Ivan Poupyrev, asegura que esta cifra ha aumentado bastante en trabajos más recientes.

Foto: Este trozo de tela mallada demuestra cómo el Proyecto Jacquard entreteje hilos conductores con hilos convencionales; entonces puede ser conectado a componentes electrónicos. Crédito: Google ATAP. 

El profesor adjunto de la Universidad de Maryland en el Condado de Baltimore (EEUU) Ryan Robucci, que desarrolla un sensor basado en tela para ayudar a los discapacitados a interactuar con dispositivos mediante gestos, dice que el reconocimiento de gestos resulta complicado porque la persona y la tela pueden encontrarse en movimiento y, a diferencia de un brazo robótico, una persona no siempre realiza el gesto correcto. 

Aún no existe ningún producto disponible públicamente que incorpore la tela del Proyecto Jacquard, aunque el fabricante de ropa Levi Strauss, que colabora con Google en el proyecto, ha dicho que tiene planes de lanzar un número limitado de vaqueros que incorporarán la tecnología esta primavera, y algunos más en otoño.

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