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Inteligencia Artificial

Google no renuncia a los robots pero solo le interesan los más vendibles

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Las máquinas de Boston Dynamics son impresionantes, pero aún no han encontrado un uso comercial y cuestan millones. Al vender la compañía, Google parece centrada en el rendimiento a corto plazo

  • por Will Knight | traducido por Carmen Rus
  • 28 Marzo, 2016

En 2014 Google quemó la tarjeta comprando robótica y adquirió varias empresas que desarrollan diferentes tecnologías para que los robots vean, caminen y agarren objetos mejor. Parecía que el gigante de las búsquedas estaba decidido a construir nuevos robots avanzados capaces de revolucionar la industria y los hogares.

Sin embargo, Bloomberg informaba la semana pasada de que Google quiere vender la más espectacular de las empresas que compró: Boston Dynamics. Al parecer, los impresionantes robots de dos y cuatro patas de la empresa no son lo suficientemente comerciales en este momento. Google no ha renunciado a los robots, pero por lo visto ha decidido adoptar un enfoque más realista a la hora de establecer sus metas.

La cofundadora de iRobot, Helen Greiner, opina: "A la hora de fabricar un producto tienes que tener claro para qué va a servir y cuál será su precio, así como quién será su cliente potencial". Su compañía ha tenido mucho éxito fabricando de robots para el hogar, como el Roomba. Ahora Greiner también es CEO de la compañía de fabricación de drones CyPhyWorks.

Foto: El último robot de cuatro patas de Boston Dynamics, llamado Spot.

Boston Dynamics, en cambio, está centrada en crear habilidades completamente nuevas para un robot, especialmente un alucinante sentido del equilibrio conseguido a partir de un concepto bautizado como "estabilidad dinámica" y que consiste en moverse de forma constante para evitar caerse. Descubrir qué aplicaciones tendrá una tecnología que se acaba de inventar puede llevar años. "Llevará mucho tiempo, porque lo están investigando ahora", dice Greiner.

Google todavía desarrolla tecnologías en las otras empresas que adquirió, por ejemplo en un proyecto que utiliza el aprendizaje artificial para enseñar a los brazos de los robots industriales a agarrar objetos de forma más eficiente. Entre las empresas que adquirió en 2014 se encuentran Industrial Perception, que está especializada en visión artificial, y Redwood Robotics, que fabrica brazos robóticos avanzados. Sin embargo, numerosos laboratorios de investigación y empresas de robótica están llevando a cabo proyectos similares (ver "Este robot pasa la noche en vela para aprender sus tareas él solo").

Greiner cree que toda esta actividad sugiere que Google sigue deseando comercializar tecnologías robóticas. La experta afirma: "Definitivamente, no me imagino a Google desvinculándose de la robótica, simplemente, puede que no hayan encontrado el mercado para los robots de estabilidad dinámica".

Boston Dynamics, famosa por sus robots de dos piernas sorprendentemente ágiles y realistas, era la más llamativa de todas las empresas que Google adquirió en 2014 (ver "De qué hablo cuando hablo de robots que corren"). No es difícil imaginar al ejecutivo encargado de crear una división de robótica visionaria dentro de Google, Andy Rubin, tan fascinado como cualquiera al ver los vídeos de YouTube de las creaciones de Boston Dynamics de dos y cuatro patas haciendo demostraciones de increíbles proezas de equilibrio dinámico. Pero Boston Dynamics está intentando encontrar soluciones a problemas mucho más complejos que los que han abordado las demás empresas que Google adquirió, al diseñar robots que se adentran en territorios desconocidos. Al cabo del tiempo, esto podría resultar de utilidad en el diseño de robots para espacios humanos más caóticos, como los hogares o los hospitales, pero en la actualidad es muy difícil sacar el proyecto adelante.

Boston Dynamics fue fundada en 1992 por el pionero de la locomoción en robots con patas, Marc Raibert, que ha sido profesor tanto en la Universidad Carnegie Mellon (EEUU) como en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU). Raibert había demostrado que los robots podían andar a través de superficies irregulares o incluso terrenos hostiles como las rocas a partir de un recurso genial: seguir moviéndose para mantener el equilibrio.

El primer robot de Raibert era, sin ir más lejos, una criatura de una pata que botaba sin parar para mantenerse derecho.

A pesar de poder caminar sobre el barro, la nieve y el hielo, las máquinas de Boston Dynamics no saben combinar la locomoción de sus miembros con un control preciso. Esto se hizo evidente cuando el robot humanoide de la empresa, Atlas, participó en un reto DARPA que consistía en realizar una serie de tareas cotidianas sencillas (ver "Los robots demuestran que aún son 'estúpidos' en el reto DARPA").

Eso no quiere decir que Boston Dynamics no esté haciendo progresos. Su último vídeo mostraba al humanoide más reciente de la empresa desplazándose a través de un almacén y cogiendo cajas. Por otro lado, cada uno de los robots de la empresa cuesta millones de dólares y utiliza enormes cantidades de energía para conseguir el equilibrio dinámico. Harían falta continuas mejoras e introducir la economía de escala para reducir las necesidades energéticas y el coste de los robots.

Después de que Rubin dejara Google a finales de 2014, parece que el proyecto de robótica pasó una mala racha por falta de liderazgo. Los hay que sugieren que Boston Dynamics, que sigue estando en Boston en vez de en la Costa Oeste, sufrió un problema de inadaptación cultural.

Sin embargo, el profesor de informática y robótica de la Carnegie Mellon Raj Reddy considera que la decisión de vender la empresa se debe más probablemente a la realidad que se vive en el mundo comercial. "Compraron todas esas empresas porque creían que se convertirían en un nuevo gran éxito", dice, y añade: "No tengo claro que se puedan vender 10 millones de Big Dogs", en referencia al robot de cuatro patas de Boston Dynamics, el más grande de la empresa.

Reddy cree que la tecnología que se desarrolla en Boston Dynamics perdurará en otra empresa que tenga una visión más a largo plazo. "El mercado de las empresas de robótica está todavía en auge", asegura. "Toyota, Honda y Amazon, por ejemplo, parecen estar interesados y podrían hacer una oferta generosa", concluye.

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