Cadenas de bloques y aplicaciones
Las 'apps' de salud de Apple son lo menos decepcionante de su presentación
Apple quiere que los doctores le digan a sus pacientes que usen su iPhone para registrar su estado desde casa y ha anunciado un paquete de 'apps' para distintas dolencias
Apple quiere colar sus dispositivos en los centros de salud para solucionar la versión sanitaria del problema de la distancia incómoda (aquella que está demasiado cerca de una parada de transporte público como para intalar otra pero demasiado lejos como para recorrerla andando). El lunes, Apple presentó su software para ayudar a los hospitales, entre otros, a crear apps con más facilidad. Estas apps ayudarían a los pacientes a vigilar su propio estado de salud al seguir las recomendaciones digitales de los doctores, o realizar un seguimiento de síntomas (a través de selfis médicos, entre otros métodos), usar cuadros de mando para comprobar el progreso de su recuperación y subir informes a los sistemas médicos de los hospitales.
El marco de referencia, llamado CareKit, se lanzará para desarrolladores aproximadamente en un mes. Surgió de la experiencia de Apple desde que el año pasado empezara a trabajar con investigaciones médicas a través del iPhone. Una de ellas era sobre párkinson y sugería que una aplicación en la que los voluntarios realizaban pruebas con el dedo sobre las pantallas, podría ayudar a los pacientes a ajustar su medicación e incluso diagnosticar la enfermedad.
Foto: El COO de Apple, Jeff Williams, durante la presentación de CareKit. Crédito: Apple.
El COO de Apple, Jeff Williams, aseguró en una entrevista en diciembre: "Estamos empezando a ver resultados potenciales, y creemos que generarán un cambio profundo". La gente cercana a Apple afirma que la compañía está emocionada por los resultados y por informes anecdóticos de que el monitor de pulso de Apple Watch ayudó a identificar problemas de salud, incluyendo anafilaxia o irregularidades cardíacas.
Apple opina que tanto los médicos como los pacientes están listos para usar y compartir más información desde sus teléfonos. Y se ha apresurado a ofrecer ayuda. CareKit parece que se ha desarrollado sobre la marcha desde enero. De hecho, hasta la semana pasada, Apple todavía estaba decidiendo cómo llamar a algunos de sus elementos.
Junto a CareKit, Apple anunció el próximo lanzamiento de media docena de apps que siguen en desarrollo, entre ellas una versión actualizada de mPower, la app del párkinson; otra del Centro Médico de Tejas para ayudar a pacientes de cirugía a monitorizar su recuperación, y otra, de la start-up Glow, que guiaría a las mujeres durante el embarazo.
Probablemente, Apple promocionará nuevas formas de llevar a cabo un seguimiento e intercambiar información sobre salud, pero aún no llega a proponer diagnósticos de enfermedades ni una app que pueda ejercer de doctor. Esto es porque cualquiera de esas cosas necesitaría la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y más investigación para determinar si los beneficios son reales.
Foto: Aspecto de la interfaz de CareKit de Apple. Crédito: Apple.
De hecho, hay algunas apps que parecen avanzar hacia esto. Pero Apple aspira a revolucionar la medicina. Stephen Friend, un consejero de Apple que está a la cabeza de Sage Bionetworks, una compañía sin ánimo de lucro de Seattle (EEUU) que apuesta por la ciencia abierta y ayudó a desarrollar mPower, asegura que la compañía quiere hacerle a la medicina lo que AlphaGo de Google le hizo al juego de mesa Go: usar información para jugar al juego tan bien como los propios expertos. Friend asegura que por ahora este es el principio.
La estrategia de Apple
Williams, el segundo a cargo de la fabricación y desarrollo del software de Apple, afirma que la estrategia de salud de la empresa ha nacido casi por casualidad en los dos últimos años. El COO recuerda: "No hemos empezado con un gran plan como para decir que Apple está tras la salud. En realidad, pasó de manera orgánica". Otros opinan que Apple sí tiene una estrategia. Quiere convertirse en un elemento crítico para la salud de sus consumidores y ha estado dando pasos en esa dirección.
Una decepción fue el hecho de que el asombroso Apple Watch no resultó ser el revolucionario dispositivo médico que Apple esperaba. Los ejecutivos de Cupertino no negaron el informe del Wall Street Journal que afirmaba que varios sensores, como un oxímetro, fueron retirados en el último minuto porque no eran lo suficientemente precisos. Apple vendió aproximadamente 15 millones de relojes el año pasado.
En su lugar, la inspiración para los anuncios de su última presentación nace de un esfuerzo diferente. Hace un año, trabajando con Friend, Apple creó un software llamado ResearchKit para ayudar a los investigadores médicos que querían llevar a cabo encuestas y estudios entre los propietarios del iPhone. La idea era, básicamente, obtener una fuente de información colectiva para la investigación médica. Por ahora hay al menos 20 estudios en marcha sobre melanoma, asma, enfermedades del corazón y bebidas energéticas y en los que han participado 100.000 pacientes.
A diferencia de otras enfermedades, que se diagnostican a través de la sangre o un escáner, el párkinson aún se realiza en persona por un médico que evalúa la habilidad de una persona a la hora de llevar a cabo movimientos coordinados. Los investigadores de mPower, que han recogido datos de más de 9.000 personas, creen que la información de su teléfono les estaba mostrando quien necesitaba cambiar su medicación. También parecía mostrar quien tenía la enfermedad. Algunas personas sanas que se habían registrado para actuar como "controles" parecían tener párkinson. Quizá marcaron la casilla equivocada, o puede que ni siquiera supieran que estaban enfermas.
El investigador de párkinson en la escuela de Medicina de la Universidad de Rochester (EEUU) Ray Dorsey, que ayudó a crear mPower, explica: "La app nos permite dirigir la investigación de maneras nunca vistas". Para el experto, "la pregunta ahora cambia. Si puedes pulsar un botón y formar parte de una investigación, ¿puedes pulsar un botón y tener tratamiento? Para el párkinson creemos que sí".
Dorsey explica que una aplicación móvil capaz de diagnosticar y monitorizar el trastorno podría beneficiar a millones de personas en China y otras partes del mundo donde no tienen acceso a neurólogos. Y Dorsey asegura que el 40% de los estadounidenses enfermos y mayores de 65 años no acuden al neurólogo.
Williams cuenta que él quiso saber de inmediato cuándo podría convertirse la app en una herramienta clínica. Pero algunos de los neurólogos que Apple consultó se oponen a esa idea porque aseguran que necesitan estudiar los datos primero, posiblemente durante años.
En diciembre, Williams quiso transmitir parte de su "impaciencia" al respecto. La compañía, argumentó entonces, había decidido "impulsar" el concepto de la app para el párkinson "para demostrar cómo podía utilizarse realmente en una terapia clínica con personas".
Desde entonces, los planes para una única app de párkinson han evolucionado hacia el concepto más amplio de software que Apple presentó el lunes. Friend dice que mPower añadirá nuevas funciones para que los pacientes puedan seguir su respuesta a la medicación y crear un informe mensual en PDF que podría enviarse por correo electrónico a los doctores.
Una pregunta a la que se enfrenta Apple es en qué punto se convierte la monitorización con el móvil en un "dispositivo médico" regulado. Apple ya se ha reunido con la FDA. Según un resumen de uno de esos encuentros, la compañía piensa que con más sensores en los móviles "hay una oportunidad para hacer más con los dispositivos, y por lo tanto puede que también haya un deber moral para hacerlo".
La FDA hace una diferencia entre las apps que únicamente registran la información y aquellas que ofrecen un diagnóstico u otro tipo de asistencia médica. Un test que mide el nivel de azúcar en sangre estaría regulado, pero una app que permite a una persona consultar resultados sobre la glucosa no lo sería. Donde las cosas podrían verse más oscuras es con apps como mPower que buscan conseguir mediciones relevantes directamente desde el teléfono.
Williams considera que los datos recogidos por el teléfono no son diferentes, en teoría, de lo que un paciente podría rellenar sobre sí mismo en una hoja de papel, y que por eso no debe regularse. Sin embargo, en la práctica puede haber diferencias importantes debido a que el teléfono puede recoger 500.000 variables de un individuo en pocos meses. "Eso sigue siendo parte del seguimiento", argumenta Friend y continúa: "Pero si se dice: 'He detectado esto y debes hacer eso', ese es el terreno de la terapia y nosotros no estamos haciendo eso".
¿Nadie a la escucha?
Cada una de las apps anunciadas el lunes podría ser bien distinta. La aplicación que está desarrollando el Centro Médico de Texas está más cerca de una versión digital interactiva de la información que se llevan los pacientes a casa después de una cirugía. Pero también recogerá información de los pacientes, explica el Director de Estrategia y Operaciones para la agrupación de hospitales, William McKeon, y que incluye al Centro Anderson para el Cáncer.
McKeon dice que la aplicación se comunicará directamente con los historiales clínicos del hospital. Es necesario que los médicos puedan utilizarla. "Si la aplicación está fuera de los registros clínicos, los médicos pensarán que es una Fitbit. Dirán: 'Genial, Antonio. Has sido activo', pero no podrán usarla", explica.
Al alentar a los desarrolladores a conectar los teléfonos de la gente con los ordenadores de los hospitales, ¿corren las compañías tecnológicas el riesgo de saturar a los médicos con información que no necesitan? McKeon advierte que los médicos de su hospital han votado en contra de animar a los pacientes a tomar fotos de sus incisiones en el pecho a medida que sanaban. El responsable explica: "Los médicos dijeron que no quieren que los pacientes se conviertan en médicos diciendo: 'Oh, esto está un poco diferente'". En su mayor parte, cuenta, la aplicación serviría para tranquilizar a los pacientes cuando todo esté yendo correctamente.
Los pacientes también necesitarán saber eso porque el hecho de estar conectados al hospital no implica que les va llamar a las dos de la mañana si se dispara su nivel de azúcar en sangre. McKeon detalla: "No hay nadie sentado y supervisando todo al otro lado de la línea. No queremos terminar con las cosas normales, con llamar al médico si te encuentras mal e ir a urgencias. Legalmente, tenemos que decir que esto es información adicional y es tu responsabilidad. El médico no puede ser el responsable de eso".