Los invidentes parecen preferir coger la mano de plástico de un robot Baxter al que se está entrenando que la de otro humano
Foto: Baxter fue elegido porque es un robot seguro para los usuarios que interactúan con él mediante el tacto.
Para muchas personas con discapacidad visual, los perros guía tienen un valor incalculable a la hora de evitar obstáculos y lidiar con el tráfico. Pero hasta el perro guía más listo no puede distinguir entre billetes parecidos, leer el horario de un autobús ni dar indicaciones. Ahora, unos investigadores de robótica de la Universidad de Carnegie Mellon (EEUU) están desarrollando robots asistentes para ayudar a los viajeros invidentes a navegar por el mundo moderno.
"Parte de nuestro trabajo consiste en inventar el futuro", dice M. Bernadine Dias, una profesora del Instituto de Robótica de la universidad. "Imaginamos que los robots formarán parte de la sociedad en las ciudades inteligentes y queremos asegurarnos de que las personas con discapacidades visuales y de otros tipos no se queden al margen de ese futuro".
Dias y su colaborador Aaron Steinfeld están trabajando para descubrir las maneras más efectivas de que un robot Baxter interactúe con invidentes y personas con una visión parcial. Es un problema del estilo de la gallina y el huevo, dice Dias: "Si nunca has interactuado antes con un robot y no te has imaginado esa posibilidad, entonces es difícil responder a la pregunta: '¿Qué querrías hacer con un robot?'".
En colaboración con miembros de la comunidad de discapacitados visuales de Pittsburgh (EEUU), Dias y Steinfeld se decidieron por el concepto de un robot asistente en la mesa de información de un bullicioso centro de tránsito. La idea es que el robot proporcionará ayuda con tareas físicas o visuales cuando los trabajadores humanos se ausenten o estén saturados por viajeros descontentos.
La investigación, financiada por la Fundación Nacional de Ciencias y que se encuentra ya en su segundo año, ya ha revelado algunas sorpresas. "Las personas videntes tienden a ser aprensivas cuando se encuentran con un robot humanoide diestro por primera vez", dice Steinfeld. "Pero los invidentes parecen estar muy cómodos interactuando con el robot. Estaban más cómodos a la hora de agarrar los dedos de plástico del robot, de hecho, de lo que estaban al mantener contacto físico con otro ser humano".
Una razón clave por la que Dias y Steinfeld eligieron el robot Baxter fue que carece de puntos de pellizco peligrosos. El robot es seguro para las personas que interactúan con él mediante el sentido del tacto. El robot empieza por presentarse, y después Baxter se apaga para permitir que un usuario con discapacidad visual explore manualmente su contorno y construcción. Cuando el usuario esté listo para continuar, un comando de voz lo enciende de nuevo.
Baxter también puede aprender nuevas tareas rápidamente al imitar al usuario que manipula sus controles. "Esto abre todo un abanico nuevo de posibilidades en cuanto a que los invidentes enseñen a Baxter a realizar acciones útiles para ellos", explica Dias. "Esto es para el futuro, pero es muy emocionante".
Dias y Steinfeld ahora quieren integrar el robot asistente Baxter con una app de navegación de smartphone que ya han desarrollado, llamada NavPal, que proporciona "una ruta de audio" para advertir a los peatones sobre peligros como baches u obras. Al final, a los investigadores les gustaría introducir robots móviles para ayudar a guiar físicamente a las personas a modo de perro guía. "Haremos el primer intento durante el próximo año, más o menos", dice Steinfeld. "Nuestro objetivo inmediato es intentar llenar un vacío y ayudar a gente que normalmente tendría que apañárselas sola".