Por David Talbot

Las noticias de comunicaciones en 2013 estuvieron dominadas por las revelaciones de la recolección masiva de datos por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA, por sus siglas en inglés) de las principales empresas de internet y operadores de telefonía móvil, que produjo críticas generalizadas sobre la extralimitación del Gobierno.

Pero estas revelaciones, basadas en filtraciones del excontratista de la NSA Edward Snowden, estuvieron acompañadas de notables avances en las comunicaciones inalámbricas. Los documentos de Snowden también galvanizaron nuevos esfuerzos por hacer que internet sea un lugar más seguro y privado.

El año fue testigo de varios avances en las tecnologías de comunicación básicas. Investigadores en China establecieron un nuevo récord de velocidad para una versión del 4G conocida como LTE-Advanced. Alcatel-Lucent preparó la tecnología para velocidades de gigabit en redes de cobre de "última milla". Y Samsung describió pruebas de una nueva tecnología a la que llamó 5G, y que utiliza 64 antenas para enviar y recibir señales en frecuencias ultraaltas. La tecnología envía de forma fiable 256 megabits por segundo, lo que supone un gran salto desde el máximo teórico de 75 megabits por segundo de la actual tecnología 4G LTE.

La última versión del sistema operativo de Apple incluye la capacidad de cambiar automáticamente entre diferentes tecnologías inalámbricas, como 4G y wifi, y supone un preludio al uso de tecnologías de codificación de datos que podrían dividir los datos y el uso de múltiples canales al mismo tiempo para lograr un servicio mucho más eficiente. Akamai y Ericsson, por su parte, se unieron para encontrar la forma de forjar una vía rápida especial de datos inalámbricos, para aquellos clientes dispuestos a pagar más por aumentar la velocidad de operaciones, como por ejemplo las transacciones de comercio electrónico.

Ideas como la de compartir el espectro inalámbrico para abrir el ancho de banda, que llevan discutiéndose desde hace varios años, dieron sus frutos en 2013. Se expandieron varios usos comerciales de frecuencias de televisión para las comunicaciones por internet. Como novedad, un experimento en una base de la Marina en Virginia (EEUU) puso a prueba la distribución de frecuencias militares. Tal vez el paso más grande lo representa una nueva tecnología óptica para comunicaciones espaciales, que fue enviada en vuelo en septiembre y probada con éxito por investigadores del Laboratorio Lincoln del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en EEUU).

Los dispositivos móviles no sólo se hicieron más rápidos este año, sino también más inteligentes. Cada vez con más frecuencia, serán diseñados para percibir su entorno y nuestras intenciones, y así ser más útiles y fáciles de usar.

En el lanzamiento del iPhone 5 este año, por ejemplo, se incluyó un procesador especial dedicado a analizar los movimientos del teléfono. Este chip permitirá crear aplicaciones de fitness más eficientes. Pero también hará posibles nuevas formas de reconocimiento de gestos u otras aplicaciones que hagan uso de la detección siempre activa. Del mismo modo, el nuevo Moto X, lanzado en 2013 por Motorola Mobility, propiedad de Google, incluye un procesador que detecta y analiza los sonidos ambientales en todo momento. Esto permitirá comandos activados por voz como "despierta", pero también supone el primer paso hacia tecnologías que podrían hacer cosas como hacer una compensación automática en ambientes ruidosos o incluso identificar a la persona que está hablando.

Foto: Aereo envía programas de televisión a sus clientes mediante la asignación a cada usuario de una de las diminutas antenas (en la foto) que ha desplegado en un centro de datos.

La disrupción de la televisión tradicional se expandió en 2013. La start-up Aereo entró en 22 mercados después de una prueba inicial en Nueva York con su novedoso negocio de captura de transmisiones aéreas gratuitas en diminutas antenas en centros de datos. Google promovió su fibra de alta velocidad y su servicio de televisión en Kansas City (EEUU) y se expandió en otras partes. Los resultados probaron una mejora del precio y la velocidad en esos mercados.

Estas nuevas tecnologías y modelos de negocio alterados fueron particularmente relevantes para los países desarrollados y ricos. Pero en 2013, una serie de nuevos esfuerzos de investigación e inversiones han prometido una mayor conectividad en el mundo en desarrollo. Entre los distintos desarrollos nos encontramos con estaciones base de alta eficiencia que proporcionan cobertura en aldeas rurales de Zambia y otros lugares, y nuevos prototipos de robusto hardware de conectividad para varios usos.

Además, un grupo de la Universidad de California, en Berkeley (EEUU), puso en marcha una empresa de microtelecomunicaciones pensada para su uso en aldeas, situadas en una remota localización de Indonesia, donde las estaciones base se acordonan en árboles. Esto ha demostrado una forma de gestionar redes sin la participación de los principales operadores nacionales.

Estos pequeños esfuerzos se complementan con proyectos de grandes compañías de internet en Estados Unidos para ampliar la conectividad. Entre ellos encontramos la inversión en redes de fibra que hizo Google en Uganda. Google propuso, no sin cierto escepticismo, un plan para ofrecer servicios de internet desde globos flotando en la estratosfera.

Las filtraciones de Snowden crearon malestar, pero también provocaron una serie de esfuerzos para hacerle la vida más difícil a la NSA, y hacer que internet sea un lugar más seguro y privado.

Varios miembros del Internet Engineering Task Force, una entidad informal que crea los estándares de internet, propusieron que una herramienta de anonimato conocida como Tor se convierta en un estándar y fuera utilizada por más personas.El grupo también ha intensificado sus esfuerzos para hacer que el cifrado sea una configuración por defecto en los navegadores web. Entre otros esfuerzos comerciales en esta línea encontramos la iniciativa para hacer que el cifrado de SMS sea más fácil de usar.