Los navegadores están cambiando para dar cabida a aplicaciones más poderosas.
Hemos recorrido un largo camino desde los soso documentos que conformaban la red en sus primeros años. A medida que el acceso a internet se ha expandido y se ha incrementado el ancho de banda, los diseñadores y los programadores han descubierto formas de crear aplicaciones interactivas sofisticadas que se ejecutan a través del navegador. Actualmente, estas incluyen procesadores de texto, software de edición de fotos, herramientas de gestión de dinero y muchas más basadas en la web.
La próxima generación de HTML, el lenguaje de marcado que se utiliza para construir la mayoría del contenido de la Web, prevé mejorar aún más el funcionamiento de las aplicaciones web. Algunas de las características propuestas para esta norma nueva – HTML 5 - ya se están incorporando a varios navegadores populares, ofreciendo una visión de una red de aplicaciones habilitadas.
Tal como están las cosas, las aplicaciones web se ven obstaculizadas por el código que se usa para construirlas porque nunca fueron diseñadas para ejecutar programas hechos al estilo de ordenadores de escritorio. Por ejemplo, la mayoría de los navegadores pueden ejecutar sólo una pieza de código JavaScript cada vez - un lenguaje de script que puede ejecutarse sobre el HTML- y esto limita la funcionalidad de una aplicación web. Para empeorar las cosas, los distintos navegadores reaccionan de manera diferente a los normas web existentes, haciendo que los desarrolladores luchen para asegurarse que sus aplicaciones sean compatibles con todos ellos.
"Comenzamos a ver una migración de hacer más y más cosas en la web", aporta Christopher Blizzard, defensor del código abierto para la Mozilla Foundation, que mantiene el navegador Firefox. Blizzard dice que la mayoría de los navegadores simplemente no pueden acceder a datos almacenados fuera de línea, o realizar funciones gráficas complejas sin el uso de un plug-in como Flash o Java. "Estamos tratando de encontrar maneras de que la gente pueda usar los documentos programables en vivo, que componen la we, y empezar a integrarles las demás funciones fuera del ámbito del navegador."
Pero guiados por el HTML 5, los navegadores finalmente se están reestructurando para hacer frente a muchos de estos problemas. Michael Smith, miembro del grupo de trabajo de la World Wide Web Consortium HTML, dice que la parte más importante del proyecto ha sido la creación de especificaciones para asegurar que los distintos navegadores realicen más tareas del mismo modo.
Para ayudar a los navegadores a manejar aplicaciones web intensivas, el HTML 5 incluye una herramienta llamada secuencias de trabajador. Estas permiten que el navegador lidie con un mayor volumen informático al ejecutar JavaScript en segundo plano, mientras que un usuario interactúa con la aplicación como de costumbre. Esta parte del HTML 5 se tendrá presente en la próxima versión de Firefox, y una tecnología similar ya forma parte del navegador Google Chrome. Brian Rakowski, director de administración del Chrome, asegura que el navegador de Google avanzará hacia la tecnología descrita en el HTML 5.
El HTML 5 también aportará nuevas capacidades de vídeo y audio a las páginas de web. Una característica denominada Canvas (ahora presente en cada uno de los navegadores principales excepto en Internet Explorer) permite a los desarrolladores crear gráficos HTML que coinciden con los que elaborarían utilizando el software Adobe Flash. Andreas Bovens, diseñador web de Opera, opina que "los desarrolladores todavía están explorando la riqueza de Canvas", pero considera que la herramienta podría utilizarse para crear juegos sofisticados y otras aplicaciones gráficas que emplean solamente HTML.
La norma nueva también se centra en hacer aplicaciones web offline. Google Gears y Adobe AIR ya le brindan acceso a una aplicación basada en la web al almacenamiento y procesamiento local en el ordenador de un usuario, pero el HTML 5 tiene por objeto facilitar aún más la posibilidad offline para que el navegador la use, sin necesidad de plug-ins adicionales. Blizzard de Mozilla añade que no se trata sólo de trabajar offline: también se refiere a que el navegador tenga mayor acceso al hardware del usuario. Por ejemplo, comenta, las normas comienzan a surgir para definir la forma en que un navegador en un teléfono móvil acceda a la información de ubicación almacenada en dicho dispositivo.
Los navegadores más populares (Safari, Firefox, Opera, Google Chrome e Internet Explorer) han comenzado a adoptar partes del HTML 5. Sin embargo, cada navegador ha usado un criterio ligeramente diferente. Safari de Apple, por ejemplo, se ha centrado en el rendimiento, incorporando características nuevas siempre que no perjudiquen la velocidad total del navegador. La última versión del navegador Opera incluye muchas características del HTML 5, y una versión experimental presenta las herramientas de vídeo del HTML 5. Tanto Google Chrome como la versión beta de Safari presentan las características offline del HTML5.
Para que las características descritas en el HTML 5 se conviertan en una norma oficial de la web, necesitan incorporarse a dos navegadores diferentes. Ya que Safari y Chrome se basan en el mismo marco, en este aspecto se cuentan como un sólo navegador. Una página web que utiliza la herramienta tendrá que funcionar igualmente bien con ambos navegadores. Smith, de la World Wide Web Consortium, afirma que se podrá necesitar algún tiempo para avanzar, ya que hay muchos navegadores independientes. "No hay forma de acelerarlo", concluye.