La empresa ha desarrollado inventos clave a lo largo de los años.
Nokia no ha conseguido crear un teléfono inteligente que plantee un reto a Apple o a Android, pero la empresa finlandesa que dominó en el pasado del mercado de los teléfonos móviles (y que anunció la semana pasada que despedirá a 10.000 trabajadores y cerrará dos centros de i+D y una planta de fabricación), tiene un vasto catálogo de propiedad intelectual que quizá decida su futuro.
La potencia de la cartera de patentes de Nokia quedó demostrada en su denuncia de 2009 contra Apple, en la que afirmaba que el fabricante del iPhone había violado 46 de sus patentes, entre ellas, algunas sobre estándares inalámbricos, antenas, cámaras, mandos y controles de pantalla táctil. Apple aceptó un acuerdo el año pasado por una cantidad que no ha sido desvelada más los derechos que se derivaran del uso de estas patentes. Nokia ingresa más de 600 millones de dólares anuales (unos 476 millones de euros) gracias a sus patentes.
El crecimiento explosivo del mercado de los teléfonos inteligentes significa que ahora mismo las patentes para móviles son especialmente valiosas. De hecho, los principales actores se están llevando unos a otros a los tribunales por supuestos incumplimientos. Y las patentes han resultado ser joyas halladas entre los restos de empresas fracasadas. Las 6.000 patentes de Nortel, tras su declaración en bancarrota, se liquidaron el año pasado a un consorcio de empresas tecnológicas encabezado por Apple por 4,5 millones de dólares (unos 3,57 millones de euros). Google se gastó 13.000 millones de dólares (unos 10.000 millones de euros) en la adquisición de 17.000 patentes de Motorola Mobility.
A lo largo de los últimos 20 años Nokia ha invertido más de 50.000 millones en I+D y ha hecho varias adquisiciones. Como resultado de ello posee un botín de 30.000 patentes, incluyendo 11.000 registradas en Estados Unidos. “La calidad de sus patentes es de las mejores de la industria”, afirma Chetan Sharma, analista y consultor sobre tecnologías inalámbricas de Seattle (EE.UU.).
Alexander Butler, vicepresidente ejecutivo de IPVision, una consultora sobre propiedad intelectual con sede en Cambridge Massachusetts (EE.UU.) sostiene que, comparando con el precio de venta de las patentes de Motorola y Nortel y teniendo en cuenta la calidad de las de Nokia, su catálogo podría superar el valor actual de mercado de la empresa finlandesa, que estaba en torno a los 9.600 millones de dólares (unos 7.600 millones de euros) a mediodía del martes pasado.
Nokia fue líder en computación móvil durante mucho tiempo. Los productos pioneros que ha desarrollado a lo largo de los años incluyen el primer teléfono con cámara, el primer teléfono móvil con teclado completo y el primer teléfono con videollamada.
Efectivamente, en su página web la empresa presenta toda una serie de novedosos productos comerciales que ha desarrollado a lo largo de los últimos 30 años.
La patente más citada de Nokia –y por lo tanto, la más valiosa- se concedió en 1992 por un “método para registrar, traducir y reconciliar datos de forma dinámica”. Ha sido citada por otras patentes 300 veces, lo que da una idea de su importancia en este campo. Esta tecnología es la que usamos hoy para sincronizar nuestros calendarios digitales en distintos aparatos. Nokia obtuvo esa patente a través de una adquisición.
Sin embargo, Butler avisa de que la importancia de las patentes de hardware, un ámbito en el que Nokia tiene especial fuerza, decrece con el paso del tiempo. “No tienen tantas patentes para interfaces y software, que es donde se encuentra gran parte del valor en la actualidad”, afirma.
Pero las patentes relacionadas con estándares deberían mantener su importancia, según un portavoz de Nokia, Mark Durrant. La empresa finlandesa fue la primera en comercializar un teléfono GMS y tiene muchas patentes en ese campo.
La cuestión es cómo de bien jugará sus cartas Nokia a partir de ahora. La empresa ha vendido patentes 20 veces en los últimos cinco años y cada vez es más agresiva en los tribunales. “Como demuestran nuestras acciones –aunque el litigio no es la opción que preferimos- tomaremos todas las medidas necesarias para proteger nuestra propiedad intelectual de un uso no autorizado”, afirma Durrant.
De hecho, el mes pasado Nokia presentó denuncias contra HTC, RIM y Viewsonic en Estados Unidos y Alemania por la supuesta violación de 45 patentes referidas a antenas, gestión de la energía, tiendas de aplicaciones, encriptado de datos, recuperación de adjuntos en correos electrónicos, entre otros.
Ya sea a través de la adjudicación de licencias, la venta o los tribunales, los ingresos derivados de las patentes podrían ser vitales para Nokia si no quiere seguir los pasos de la quebrada Nortel, sostiene Alexander Poltorak, director ejecutivo de una consultora de patentes llamada General Patent con sede en Suffer, Nueva York (EE.UU.).
“Nokia tendrá muy en cuenta la experiencia de Nortel y creo que harán todo lo que puedan por obtener ingresos de sus patentes”, afirma Poltorak. “Son muy conscientes de su valor, así que acelerarán sus programas de seguimiento legal de las patentes y venderán parte de su catálogo para conseguir dinero. Soy optimista respecto a que esto funcionará, porque Nokia es una empresa que sabe mucho de patentes”, añade Poltorak.
Pero nada de esto cambia el hecho de que Nokia ya no domina la industria. Ahora la atención se centra en el final de la empresa. “Nokia tiene un montón de dinero pero también un futuro bastante negro. Lo mejor que le podría pasar es que algún actor estratégico la compre, probablemente su socio actual, Microsoft”, afirma Greg Aharonian, editor de un reconocido boletín informativo sobre patentes. “Nokia morirá, pero al menos podrá hacerlo serenamente en el seno de Microsoft”.