Tecnología y Sociedad
Las empresas de energía solar ruegan que la ley de estímulo genere una mejora
Después de meses de pesimismo, el paquete de estímulo estadounidense podría hacer que algunos proyectos arranquen.
La industria solar, nublada en los últimos meses por la restricción pronunciada del crédito y la acentuación de la caída económica, espera que le lleguen unos rayos de sol tras la aprobación de la ley de estímulo en Estados Unidos (EEUU) la semana pasada.
Los meses posteriores a octubre fueron un desafío para la industria y las novedades recientes reforzaron la sensación de pesimismo.
Ayer, FirstSolar, un fabricante líder de módulos de energía solar, redujo sus proyecciones de ingresos para 2009 a alrededor de 1.800 millones de dólares, una caída de alrededor de 300 millones de dólares. También dijo que iba a invertir en los proyectos de algunos de sus clientes, lo que se percibe como un moviemiento para que esos proyectos sigan funcionando. En enero, Ausra, una empresa de California (EEUU) que tenía planes de construir varias centrales de energía solar a gran escala, anunció que reduciría su negocio para transformarse primariamente en revendedora de equipamiento solar y que despediría al 11% de su personal. A principios del mismo mes, OptiSolar, una startup que fabrica tecnología solar con el grosor de una película, que tenía planes para de crear una central de energía fotovoltaica, dijo que tendría que despedir a la mitad de su plantel por dificultades para obtener financiación para el proyecto.
Aún antes comenzar 2009, muchos proyectos habían afrontado problemas. En octubre de 2008, BP Solar desechó los planes de expansión de 97 millones de dólares para una central de energía solar importante en Frederick (EEUU). Cerca de esa fecha, Evergreen Solar, una empresa que construye módulos fotovoltáicos y células solares retrasó la construcción de una central de 800 millones de dólares en China.
“El mercado había apretado el botón de pausa”, señala Ethan Zindler, director de Investigación Norteamericana en New Energy Finance, una empresa de análisis ubicada en el Reino Unido.
La capitalización de mercado de la industria solar cayó de 200.000 millones de dólares a principios de 2008 a sólo 60.000 millones actuales, comenta Michael Rogol, director general de PHOTON Consulting, una empresa de investigación sobre la industria solar ubicada en Boston (EEUU). Mogol calcula que, de alrededor de las 700 empresas de energía solar que supervisa su empresa, 200 están afrontando problemas serios de liquidez, mientras que otras 140 pueden encontrarse en problemas. Él cree que ya está "disminuyendo el rebaño”.
Pero la promulgación de la ley de estímulo económico de los Estados Unidos (The American Recovery and Reinvestment Act of 2009) ha servido de esperanza para una industria acosada.
Una cláusula, en particular, es causa de optimismo para las empresas solares. Cambia las reglas de cómo se otorgan los créditos tributarios sobre inversiones, lo que hace que las empresas que están construyendo centrales de energía solar resten el 30% del coste en concepto de deducción impositiva durante el primer año del proyecto. Esto podría resultar vital ya que en el último trimestre de 2008, 10 de cada 14 proveedores de equidad fiscal dejaron de realizar operaciones en el mercado solar. A principios de febrero, Southern California Edison anunció que adquirirá 1,3 gigavatios de energía de Brightsource. La empresa no terminará su fase de autorización hasta dentro de unos meses y por lo tanto no necesitará financiaciones de proyectos durante los próximos meses. La empresa también es una de las 16 que se aprobaron para otorgarles garantías de préstamos del Ministerio de Energía, un proceso que el plan de estímulo aceleró. Un portavoz de BrightSource asgegura que los términos de estos préstamos todavía no están claros, y por tanto tampoco lo está si la empresa aceptará el dinero o no. Lo que sí es cierto es que dichas garantías ayudarán a que la financiación sea factible para las empresas de energía renovable.
Otro factor que, irónicamente, podría hacer que arranquen algunos proyectos solares es el desplome del coste del equipamiento solar debido a la caída. La Asociación de Industrias de Energía Solar estadounidense calcula que el precio de los paneles solares cayó un 25% respecto al verano pasado, y que puede caer otro 10 por ciento este verano. Algunos de los observadores de la industria suponen que los precios podrían llegar a caer el 50 por ciento respecto del año pasado.
Alain Aarhus, un socio de Crosslink Capital, una empresa de capital de riesgo que fundó First Solar -entre otras empresas de energía renovable- sostiene que estas caídas de los precios podrían tener “un impacto gigantesco sobre el coste total de capital para iniciar un proyecto”.
Rogol opina que son posibles otras caídas de precios, pero añade que los precios podrían volver a subir nuevamente, gracias, en parte, a la demanda creada por los efectos de este estímulo gubernamental sobre Estados Unidos, Japón, y otros países.
Los problemas de la industria solar son el espejo de lo que le pasa, a menor escala, a la industria sólida de la energía eólica.
Tanto el FLP Group (el desarrollador más grande de energía eólica en Estados Unidos) como la Renewable Energy Systems (RES) America, redujeron sus planes para proyectos nuevos en 2009. RES expresó recientemente que reducirìa la construcción nueva por la mitad, desde 1.300 megavatios a tan solo 600, culpando de ello a los mercados estrctos de capital. Por lo menos cinco proyectos de energía eólica europeos: Alpha Ventus, Nordergrunde, Butendiek, Offshore Park Innogy Nordsee y el London Array, se ralentizaron por temas financieros o por la pérdida de inversores.
Michael Ware, director general de inversión en Good Energies, asegura que el paquete de estímulo reavivó el interés en proyectos de energía solar y eólica y que ha traído potenciales inversores nuevamente al ruedo. “El mercado está mostrando señales de vida nueva, pero la crisis no ha terminado. No podemos creer que estamos como antes de septiembre”, opina Ware.
Aunque mejorase la situación, algunos creen que pasará algún tiempo antes de que la industria comience a mostrar verdaderas señales de recuperación.
Según Judy Chang, directora de Brattle Group, una consultoría económica, señala que las negociaciones de financiación seguirán restringidas, y que esto ralentizará aún más los proyectos. Pero mientras que los gobiernos del mundo sigan comprometidos con la energía renovable, ella cree que el futuro de la industria quedará asegurado. “La gente está esperando que lleguemos al final de 2009”, concluye Chang.