Un servicio llamado FounderDating ayuda a los emprendedores en el campo de la tecnología a conocer a su pareja ideal para fundar una start-up.
A David le gustó la curiosidad intelectual de Traun. A Traun le gustó la calidez y formalidad de David.
Poco después de su primera cita en un bar de Palo Alto, California (Estados Unidos) en abril de 2010, la pareja se reunió en un café de la zona. Siguieron hablando y conociéndose, sincerándose sobre las cosas que les parecían importantes y en verano ya sabían que hacían una buena pareja: David Hegarty y Traun Leyden iban a fundar una start-up juntos.
Hegarty y Leyden se conocieron a través de FounderDating, un servicio de citas para potenciales fundadores de start-ups creado por Jessica Alter, directora general de la start-up de juegos sociales Formative Labs y antigua directora de la plataforma de aplicaciones en el sitio social Bebo, y Saar Gur, socio de Charles River Ventures.
FounderDating surgió de la frustración de Alter ante lo difícil que puede resultar encontrar un cofundador para una start-up, algo esencial para muchos potenciales emprendedores, puesto que es raro que una sola persona posea todas las habilidades necesarias para construir una empresa tecnológica por sí sola. “Creemos que encontrar al cofundador adecuado –y hacemos hincapié en lo de adecuado, no en lo de cofundador- puede cambiar radicalmente el calor y el resultado de tu empresa”, explica.
Alter pensó que se conseguirían cosas reuniendo a una mezcla de personas en una misma habitación: ingenieros informáticos, empresarios y más. Ella y Gur tiraron de sus propios contactos y promocionaron FounderDating en Twitter y Facebook además de a través de algunas asociaciones universitarias de estudiantes.
Sus esfuerzos dieron frutos rápidamente. El primer acto se celebró en un bar de Palo Alto a finales de 2009 y atrajo a una docena de asistentes cuidadosamente seleccionados. A este evento siguieron numerosos correos electrónicos de empresarios interesados y desde entonces el proyecto se ha ampliado más allá de la zona de la Bahía de San Francisco a Nueva York, Boston y Seattle (a finales de marzo se ampliará a Los Ángeles y Austin, Texas). Los actos, que se suelen celebrar en bares, incluyen debates en grupo y socialización. FounderDating también tiene una red en línea donde los miembros pueden buscar a otras personas en función de sus habilidades, intereses o situación geográfica, lo que da a los usuarios acceso a más parejas potenciales de las que tendrían solo con asistir a un acto, así como la posibilidad de reconectar con gente que han conocido en persona.
Los potenciales usuarios de FounderDating deben responder a algunas preguntas sobre sus habilidades y experiencia y deben proporcionar referencias. Alter está decidida a que siga siendo algo pequeño y selecto. Para una ronda celebrada en febrero en San Francisco solo aceptaron a 55 de 500 solicitantes.
En la actualidad los solicitantes aceptados pagan una única tarifa de 50 dólares (unos 38 euros). Alter afirma que ahora mismo FounderDating, entre cuyos patrocinadores está Charles River está trabajando sobre la calidad de su red y que se centrará en hacerlo rentable más adelante.
Y si bien es bastante nuevo, el servicio ya está dando resultados. Alter calcula que los miembros han creado cerca de una docena de empresas, entre ellas la de Hegarty y Leyden, Signature Labs, que ofrece una aplicación para compras.
Leyden supo de FounderDating a través de Twitter y pensó que el servicio sería una buena forma de encontrar a un socio que tuviera la experiencia empresarial que a él, que es programador, le faltaba. En ese momento trabajaba por cuenta ajena para una empresa con sede en Alemania mientras construía aplicaciones para iPhone en sus ratos libres.
Hegarty a su vez esperaba encontrara a alguien con habilidades tecnológicas para ayudarle a fundar una nueva empresa. Había sido miembro del grupo de estrategia corporativa de Microsoft y cuando conoció al que sería su socio llevaba un servicio llamado Hollrr que ayudaba a la gente a compartir recomendaciones de productos entre amigos. En un principio tuvo éxito, pero pronto “se vino abajo”, afirma Hegarty, un fracaso que él atribuye a trabajar con programadores afincados en Polonia mientras él estaba en San Francisco.
Hegarty y Leyden empezaron hablando sobre aplicaciones para teléfonos móviles centradas en la interacción social y las recomendaciones de productos. En el verano de 2010 apareció su primer producto, una aplicación para móviles llamada SnapDragon que incluía entretenimiento y cómics digitales a los que los usuarios conseguían acceder si “echaban un vistazo” a productos cotidianos a través de un iPhone.
En SnapDragon habitaba un dragón rosa que se burlaba de los usuarios y no duró mucho. Pero sí les permitió conocer a un gran comerciante de la zona de la Bahía (ellos no dicen el nombre), que condujo al desarrollo de su nuevo proyecto, Signature.
Con sede en San Francisco (EE.UU.), Signature Labs lanzó su primera aplicación para iPhone, llamada Signatures, en noviembre del año pasado. Signatures funciona como asesor de compras personal, permite a los consumidores ver nueva mercancía en las tiendas participantes, añadir artículos a una lista de favoritos y mandar mensajes a determinados dependientes de la tienda. La aplicación correspondiente para las tiendas permite a los vendedores acceder a las listas de favoritos de los clientes y a otra información y avisa a éstos si un comprador apuntado a Signatures se pasa por la tienda.
Signature Labs ha conseguido financiación de varios inversores incluyendo las firmas de capital riesgo Draper Fisher Jurvetson y NEA, y sus socios en el mundo del comercio incluyen los grandes almacenes Neiman Marcus y la marca de vaqueros 7 for All Mankind.
Tanto Hegarty como Leyden hablan bien de la experiencia con FounderDating, afirmando que una de las cosas buenas que tiene es que te permite empezar de cero con alguien nuevo. “Hay algo muy positivo en que no exista ningún bagaje en la relación, bien sea por una amistad previa o por relaciones familiares”, afirma Leyden.
Siguen en contacto con varias personas del primer acto al que asistieron y han llegado a contratar a un diseñador que les presentó alguien conectado a la red de FounderDating.